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Más de 474.000 casos detectados, aunque no todo el mundo aplica el consejo de la OMS

La amplitud de la pandemia del Covid-19 es, sin duda, mucho más elevada que lo que reflejan los casos confirmados (ya son más de 474.000), que se van acumulando de forma acelerada a medida que se realizan más test. Esta práctica, que la OMS considera fundamental para frenar la epidemia, se realiza a distintos ritmos según intereses políticos o deficiencias estructurales.

Ambulancias en la estación de Estrasburgo, adonde llevan pacientes con coronavirus para ser trasladados a otras zonas. (Frederik FLORIN | AFP)

El recuento que realiza en tiempo real la Universidad Johns Hopkins (EEUU) señalaba, a media mañana de este jueves, que en el mundo se han detectado más de 474.000 casos de personas infectadas por el nuevo coronavirus. 

El mayor peso de esa cifra recae en Italia –que en estos momentos encabeza el ránking– y China –donde se encuentra el epicentro de la epidemia–. Entre ambos se reparten, casi a partes iguales, 150.000 personas contagiadas.

Muy cerca de ellos, Estados Unidos, es actualmente el país donde la infección progresa más rápidamente, con 68.572 casos diagnosticados oficialmente. A continuación, el Estado español, con 49.515 casos y una tendencia al alza preocupante.

No está muy lejos Alemania, con 38.609, aunque su práctica ha sido muy distinta a la del resto de estados y territorios que vamos a comparar en este artículo. El país germánico contabiliza «solo» 213 fallecidos con coronavirus, mientras que en Euskal Herria este miércoles ya eran 189.

En consecuencia, la tasa de personas fallecidas por cada millón de habitantes en Alemania (2,5) es mucho menor que la de Italia (124,1), el Estado español (78) o Euskal Herria (61).

El curioso caso francés

Hasta ahí los números cuadran con las impresiones que se extraen a primera vista al repasar cómo está golpeando la epidemia a cada nación o estado. La cosa cambia cuando se examina el caso francés: con 1.331 fallecidos, su tasa por millón de habitantes es todavía relativamente baja (20,4), pero sorprende que solo haya 25.233 casos confirmados.

Y trasladada esa cifra a la tasa de casos por millón de habitantes, resulta que la del Estado francés es de 386,6, incluso por debajo de la de Alemania (460,8), tres veces menor que la del Estado español (1.059) y casi cuatro por debajo de la de Italia (1.230).

El número total de personas fallecidas con coronavirus sí se corresponde con esas comparativas: 1.331 en el Hexágono, 7.503 en Italia y 3.647 en el Estado español. Pero, aunque nadie pone en duda cómo hace el recuento de decesos París, lo que sí está siendo objeto de polémica son las directrices que ha marcado para realizar las pruebas a pacientes con posible contagio de Covid-19.

Es evidente que, en los primeros días de propagación del coronavirus por el Hexágono, el Gobierno francés decidió limitar el uso de los kits de prueba con los que contaba. Por ello, confirmó que no estaban realizando los test a las personas que presentaban síntomas leves.

Polémica ante la indefinición

Pero lo que ha encendido el debate es que el Ejecutivo que preside Emmanuel Macron mantenga esa posición a medida que transcurren los días y zonas como Alsacia están al borde del colapso hospitalario, "exportando" pacientes en avión o por ferrocarril hasta Burdeos o la región del Loira.

Iniciativas que ofrecen imágenes muy llamativas pero que, seguramente, tendrán menos efectividad que la recomendación repetida hasta la saciedad por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, para todas las autoridades políticas y sanitarias: «Hagan test, test y más test».

Tras visitar el miércoles un hospital de campaña instalado por el Ejército en la ciudad alsaciana de Mulhouse –uno de los principales focos comunitarios de contagio del Covid-9 en el Hexágono–, Macron aprovechó para anunciar que, próximamente, se harán hasta 29.000 test diarios, frente a los 5.000 actuales.

Pero todavía tardarán en llegar: el director general de Salud (DGS), Jérôme Salomon, precisó que se alcanzará esa capacidad de aquí a diez días.

Como aconseja la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de esos test se destinarán, especialmente, al personal sanitario y a las personas residentes en centros de mayores dependientes. De las 700 residencias de este tipo (EHPAD), al menos 148 habían registrado algún caso de contagio el martes.

Ni Salomon ni el ministro de Sanidad, Olivier Véran, han aclarado si la estrategia del Gobierno está respaldada por el comité científico que se ha montado para hacer frente a la epidemia o si obedece a la falta de recursos, agravada ahora por los problemas en la cadena logística internacional para responder a las necesidades crecientes de aprovisionamiento.

Un evidente riesgo sanitario

Preguntado sobre la cuestión el martes, Salomon se limitó a señalar: «La alternativa de una política de detección a gran escala y el aislamiento de las personas detectadas no es, por el momento, realizable a escala nacional».

Las promesas de Macron han llegado cuando subían de tono las críticas ante esta indefinición por parte de quienes inciden en que donde se están realizando test de forma sistemática se detecta una proporción importante de personas asintomáticas o con síntomas leves que, si no se aíslan, contribuyen a la dispersión masiva del virus.

Por ejemplo, la consejera navarra de Salud, Santos Indurain, indicó el miércoles que en este herrialde «los casos posibles de Covid-19» recopilados en Atención Primaria «han aumentado de forma abrupta, alcanzando una tasa de 649 por 100.000 habitantes en la semana del 16 al 22 de marzo, magnitud similar o superior al pico de las epidemias de gripe».

Indurain explicó que, cuando alguien hace una consulta al centro de salud refiriendo una serie de síntomas, se hace ese diagnóstico de «caso posible». A partir de ese momento, se hace el seguimiento desde Atención Primaria con llamadas a los domicilios y, según la evolución, se decide si requiere otro tipo de cuidados.

Por su parte, el Departamento de Salud del Gobierno de Lakua ha informado este jueves de que, hasta la fecha, en la CAV se han realizado 10.735 pruebas de detección. El miércoles se hicieron 1.511, el doble que tres días antes.