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La especulación y venta por catálogo de las mascarillas torpedea a las farmacias

Tiendas como Amazon o Afede hacen promoción y se jactan de tener mascarillas de todo tipo y guantes a los usuarios, en unos tiempos en el que, en previsión de la «desescalada», todo el mundo se verá «invitado» a llevarlas. Eso implica que las farmacias tengan menos existencias y que se disparen los precios.

Las mascarillas, ese oscuro objeto de deseo de usuarios y empresas de venta por catálogo. (Jon URBE / FOKU)

Las mascarillas, si no lo son ya, van a ser muy pronto un artículo de primera necesidad, aquí y en todas partes. Río de Janeiro va a decretar la obligatoriedad de llevar mascarilla a sus concuidadanos a partir del miércoles; la Xunta de Galiza ha anunciado que «recomendará» el uso de mascarillas y, a cuenta de una ansiada «desescalada» toda vez que algún día el confinamiento va a quedar atrás, es más que posible que esa recomendación se haga general, cuando no obligatoria. «Habrá un periodo en el que se generalizará el uso de mascarillas. Vamos a incrementar la adquisición de mascarillas por todas las vías posibles», decía el lehendakari Iñigo Urkullu a este respecto.

Así las cosas, los guardieros de las farmacias se han visto asolados por gente ávida de hacerse con su mascarilla, pero la cosa no está nada fácil. De hecho, que las farmacias tienen las existencias de sus mascarillas agotadas es uno de los carteles más habituales en las boticas donde, aunque haya de todo, falta lo que más ansía la población ahora mismo. El presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar, aseguraba durante la semana que «las farmacias no dispondrán de mascarillas quirúrgicas en cantidades suficientes para empezar a proveer a los ciudadanos antes de dos semanas».

Y cuando la opción de la farmacia falla, la gente recurre al comercio online. En portales como Amazon hay un sinfín de ofertas con varios modelos de mascarillas en venta, muchas de ellas quirúrgicas y procedentes de China, pero los precios –que ya se han elevado notablemente hasta en las farmacias, pasando de los 60 céntimos a los 2,5 euros– se disparan o las fechas de envío no son hasta finales de mayo o principios de junio. Incluso algunos usuarios han denunciado que el pedido nunca llegó a su destino, en una de esas jugadas que recuerda al «pirateo» de mascarillas en los aeropuertos, con países arrebatando a terceros países cargamentos y cargamentos de mascarillas –o guantes– comprados en un principio por estos, bajo la treta de, simplemente, pujar más alto. Como dijera Bill Clinton en las presidenciales de 1992, «¡es la Economía, estúpido!»

Mascarillas entre juguetes

Amazon no es la úca plataforma alternativa a las farmacias para hacerse con mascarillas. La tienda de juguetes on line Afede también oferta entre sus productos, mascarillas quirúrgicas desechables e incluso reutilizables, con la recomendación de lavarlas a 60 grados.

La farmacéutica Beatriz Pellicer recomienda en La Vanguardia que «recurrir a portales que no sean sanitarios, ya que ahí van a abusar con el precio». Por otro lado, la experta recalca que «es de vital importancia tener en cuenta que estamos hablando de material sanitario y que la fuente fiable para abastecer a la población proviene de una farmacia o un hospital. La gente debería evitar comprar mascarillas en webs no sanitarias porque pueden no proteger y dan una falsa sensación de seguridad y al final acaba siendo contraproducente para todos».

¿Cómo es posible entonces que Amazon o Afede accedan con mayor facilidad a productos que las farmacias priorizan? Quizá porque las farmacias no priorizan tanto el negocio como las citadas empresas de venta por catálogo. Amazon calculaba en 2019 «que sus clientes comprarán 484 mil millones de dólares, a nivel mundial (incluyendo su market place), lo que supone otro fenomenal crecimiento del 26%» respecto de 2018. Más aún, la inversión en sanidad ya formaba parte desde hace un par de años de una de las «siete estrategias de Amazon para mantener su liderato». «Dado la importancia del sector y su continuo crecimiento, Amazon ha empezado a invertir en el mundo farmacéutico y en la atención médica on line, todo ello con la intención final de convertirse en un operador clave en el mundo de la salud. Sus últimos avances han sido unir fuerzas con algunos distribuidores de dispositivos médicos», reza en la somera explicación de su estrategia. En sus páginas promocionales, Amazon anuncia que «Diez mascarillas reutilizables para el Coronavirus que arrasan en ventas. Además también puedes equiparte contra el virus a través de artículos como geles hidroalcohólicos para manos, guantes, lejía y viseras protectoras. No te quedes sin sentirte más protegido».

Afede promociona la «mascarilla quirúrgica de tres capas Tipo II» entre uno de sus productos más vendidos, a casi 20 euros el pack de 10 unidades, así como la mascarilla «KN95, con certificado de FPP2», a 30 euros «impuestos incluidos». Ello implica que estas empresas de venta por catálogo han hallado un filón tanto en el confinamiento como en la necesidad casi forzada de la gente de adquiri estos producto de protección personal. Huelga decir que todos esos productos que adquieren empresas con ánimo de lucro no las tienen las farmacias, que han de guardar su turno para recibir unas remesas que ven cómo se agotan en cuestión de horas.

De momento, oficialmente las recomendaciones tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como del Ministerio de Sanidad siguen siendo que solo deben llevar las mascarillas quirúrgicas las personas con síntomas (para no contagiar al resto) y las de filtro, los sanitarios o cuidadores que están en contacto con enfermos, pero esa recomendación está pasando a segundo plano.

Jesús Aguilar, del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, indica que las farmacias quiere ser «parte de la solución». «Nos ofrecemos a garantizar su acceso en condiciones de igualdad, distribuyéndolas a margen cero. Todo este gran trabajo no se puede ver empañado por la especulación y el incremento abusivo e injustificado de precios, que venimos diariamente denunciando, de proveedores que no operan en el canal farmacéutico. Queremos que se intervenga ya el precio, y que el Ministerio responda al ofrecimiento de la red de farmacias», explicado, pero cuando el mercado, y más en un período de necesidad como este, muestra su aspecto más depredador, es difícil hacerle frente.