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Ocho trabajadores y trabajadoras muertas en Euskal Herria desde que se decretó el estado de alarma

Ocho trabajadores y trabajadoras de Euskal Herria han fallecido desde que se decretó el estado de alarma, según ha informado LAB. El último accidente laboral mortal ocurrió el 19 de abril en la empresa Matricerías Deusto, en Zamudio. El responsable del servicio de prevención de la División Norte de Europa del Grupo Gestamp sufrió un infarto en una reunión de trabajo y falleció.

Los accidentes laborales mortales no cesan durante este inicio de 2020. (Marisol RAMIREZ/FOKU)

Son al menos 27 los trabajadores y las trabajadoras que han fallecido en Euskal Herria en 2020 y otros dos trabajadores, Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, continúan desaparecidos desde que se derrumbó el vertedero de Zaldibar el pasado 6 de febrero.

LAB afirma que «en la situación de pandemia que vivimos, se incrementan las situaciones de presión y tensión», por lo que «los accidentes mortales aumentan y las condiciones de trabajo están empeorando». Muestra de ello, según la central sindical, es la «larga lista de trabajadores y trabajadoras muertos en Euskal Herria desde que se estableció el estado de alarma, al menos 8, contando con el último trabajador fallecido».

Así, el pasado sábado, 19 de abril, murió un trabajador del Grupo Gestamp mientras estaba reunido en la empresa Matricerías Deusto, en Zamudio. La semana pasada murió un trabajador en Talleres Berasategui de Arrigorriaga y otro en el puerto de Pasaia. El 11 de abril falleció otro trabajador de Arcelor Mittal Lesaka y el día 7, un trabajador agrícola en Oragarre (Nafarroa Beherea). El 4 de abril, una trabajadora de la sanidad de IMQ; el 23 de marzo, un trabajador de Asfaltia en la AP-8 y el 18 de marzo, una enfermera del hospital de Galdakao.

LAB muestra su apoyo y solidaridad a familiares, personas allegadas y compañeros y compañeras de trabajo del último trabajador fallecido. El responsable del servicio de prevención de la División Norte de Europa del Grupo Gestamp sufrió un infarto en una reunión de trabajo y falleció.

La presión y el estrés, condicionantes de los accidentes

El sindicato recuerda que los accidentes no traumáticos «no se dan por casualidad en horario de trabajo, por mala suerte o fatalidad como dicen los empresarios, cuando afirman que nada tienen que ver con el trabajo. Está demostrado que las condiciones de trabajo, la presión y el estrés son uno de los factores más importantes en accidentes cardiovasculares y se han convertido en una de las mayores causas de los accidentes de trabajo».
 
Detrás de este accidente y de todos se encuentran, a juicio de la central, las condiciones de trabajo y vida de la clase trabajadora: «Malas condiciones de trabajo como son los elevados ritmos de trabajo, las presiones, autoritarismo, entre otros factores, que provocan estrés y, derivado del mismo, numerosas patologías que sufren las y los trabajadores y en ocasiones, incluso la muerte».
 
Por último, LAB manifiesta que «tenemos claro que la movilización y la lucha son las únicas armas que tenemos para acabar con esta lacra, individual, familiar y social que son los accidentes de trabajo, porque necesitamos un cambio de rumbo, un cambio de modelo, en donde la salud y la vida de la clase trabajadora sea el elemento principal». Por ello, llama «a la lucha por los derechos de todas las trabajadoras y trabajadores por unas condiciones de trabajo dignas».