El fiscal eleva la acusación por la muerte de George Floyd a «asesinato no premeditado»
El fiscal que investiga la muerte de George Floyd ha recalificado la acusación contra el policía que lo asfixió y ahora le imputa «asesinato en segundo grado, no premeditado», mientras que a los otros tres agentes presentes los acusa de complicidad.
El fiscal que investiga la muerte de George Floyd en Mineápolis ha recalificado los hechos como «homicidio voluntario», acusando al oficial de policía que asfixió a la víctima de «asesinato en segundo grado» y a los otros tres agentes presentes de complicidad, según ha avanzado la senadora de Minesota Amy Klobuchar.
La semana pasado fue acusado de asesinato en tercer grado y de homicidio imprudente.
El asesinato en segundo grado supone que el policía tuvo intención de matar aunque no lo hizo de forma premeditada.
El asesinato en tercer grado, en cambio, excluye la intención de matar en una acción que pone en peligro la vida de otros y no tiene en cuenta el riesgo para la vida.
El agente Derek Chauvin, despedido de la policía al igual que sus tres colegas, se enfrenta a una sentencia máxima de 40 años de prisión por este cargo, según la acusación registrada en el tribunal.
La familia de la Floyd ha acogido on satisfacción el agravamiento de las acusaciones, según un comunicado de su abogado, Ben Crump.
«Este es un paso importante en el camino hacia la justicia», ha comentado, nueve días después de la muerte durante la detención registrada en un video, en el que se ve al policía aplastar el cuello de Floyd con la rodilla hasta que queda inerte, y que ha conmocionado a la sociedad estadounidense y más allá de las fronteras del país.
La muerte de George Floyd, afroamericano de 46 años, ha desencadenado una protesta histórica en Estados Unidos, donde cientos de miles de personas salen a las calles día tras día para denunciar el racismo sistémico y la brutalidad policial.