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Pekín creará una oficina para «asuntos de seguridad nacional» en Hong Kong

La Asamblea Nacional Popular de China ha revisado la ley de seguridad nacional de Hong Kong y prevé la creación de una «oficina de seguridad nacional» del Gobierno de Pekín en la excolonia británica para garantizar el cumplimiento de esta norma, cuyo contenido ha empezado desvelarese, y que prohíbe «cualquier acto de traición, secesión, sedición y subversión», así como la injerencia extranjera en la ciudad.

Activistas en Hong Kong, en un acto para promover una huelga general. (Isaac LAWRENCE/AFP)

La Asamblea Nacional Popular de China (ANP, Legislativo) ha revisado la ley de seguridad nacional de Hong Kong, que incluirá la creación de una oficina para «asuntos de seguridad nacional» del Gobierno central chino en la excolonia británica.

Según la agencia Xinhua, el Comité Permanente de la ANP, reunido desde el pasado jueves, revisó el proyecto de ley, que «reforzará» la autonomía de la ciudad y el modelo de «un país, dos sistemas» por el que se rigen las relaciones de China con Hong Kong, y con el que también se pretende «erradicar cualquier resquicio de injerencia extranjera» en la urbe financiera.

Así, la agencia, que cita a un funcionario de la ANP, señala que el proyecto legislativo consta de 6 apartados y 66 artículos que incluyen delitos y penas para delitos relacionados con la seguridad nacional, y como debe aplicarse la ley y sus procedimientos.

Además, el Gobierno central chino establecerá una oficina para «asuntos de seguridad nacional» en Hong Kong, que estará presidida por la Jefatura del Gobierno local, y la Policía hongkonesa y el Departamento de Justicia hongkonés deberán formar unidades especiales para tratar la mayoría de los casos.

Nuevos cambios en las próximas semanas

La ANP dio en su sesión anual de mayo luz verde a la entrada en vigor de esta ley, que reprodujo las protestas en la excolonia británica.

Este sábado activistas opositores han participado en una consulta convocada por organizaciones sindicales para preparar huelgas contra el proyecto de ley.

La agencia asegura que la ley estará lista muy pronto, y según fuentes cercanas citadas por el rotativo hongkonés ‘South China Morning Post’, Pekín decidió no publicar hoy el contenido completo del proyecto porque aún se espera que haya cambios «en las próximas una o dos semanas», aunque ha adelantado algunos contenidos.

El texto aprobado en mayo prohíbe «cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central» o «el robo de secretos de Estado», así como la «organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras y 'el establecimiento de lazos con ellas a las organizaciones políticas» de la ciudad.

Además, estipula que estará por encima de cualquier norma hongkonesa con la que entre en conflicto. Para los opositores, supone que Pekín tome de hecho las riendas de la ciudad.

Todo ello con el objetivo «salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad, los intereses de desarrollo, mantener y mejorar el sistema de «Un país, dos sistemas», preservar la estabilidad y la prosperidad de Hong Kong a largo plazo y salvaguardar los legítimos derechos e intereses de los residentes de Hong Kong».

No obstante, que dar por ver cómo se promulgará la ley en la ciudad, aunque los medios hongkoneses han apuntado que se hará probablemente a través de su publicación en un boletín oficial local.

Protestas

Su aprobación en mayo dio lugar a nuevas protestas en la ciudad, donde tanto abogados como organizaciones de la sociedad civil consideran que violará los cauces legales para la modificación de normativas de la Ley Básica de Hong Kong.

Esta –considerada la «mini-constitución» de la ciudad semiautónoma– estipula que la excolonia británica ha de dotarse de una legislación de seguridad, cuyo debate ya provocó una importante oposición en las calles en 2003 por miedo a que se tradujera en un importante recorte de libertades, hecho que forzó a las autoridades hongkonesas a aparcarla.

Esto provocó que la región administrativa especial quedara desprovista de una legislación que criminalizara los mencionados supuestos, en especial los relativos a la «injerencia extranjera» que tanto preocupa al régimen comunista.

De hecho, a lo largo del pasado año el Gobierno de Pekín apuntó en repetidas ocasiones a Washington como la mano que manejaba las protestas. EEUU advirtió de que acabará con el estatus de preferencia que mantiene con Hong Kong, al dar por acabada su autonomía.