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Una cumbre UE-China virtual para disipar el temporal

Representantes de la UE y China han preparado para este lunes una cumbre por videoconferencia con la que intentarán allanar sus numerosas divergencias y preparar una reunión extraordinaria de sus dirigentes, cuyo punto culmen sería la firma de un acuerdo sobre la protección de las inversiones.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. (Olivier HOSLET | AFP)

Charles Michel, presidente del Consejo de la UE, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, tenían previsto entrevistarse a partir de las 10.00 de la mañana con el primer ministro chino, Li Kequiang. El presidente Xi Jinping también podría tomar parte en el encuentro, según fuentes del Gobierno chino consultadas por AFP.

Cada parte ha expresado sus expectativas y preocupaciones durante las reuniones preparatorias. La desconfianza domina el ambiente y se ha hecho notar a través de advertencias veladas.

«China otorga una gran importancia a este encuentro y está dispuesta a colaborar con la Unión Europea para obtener resultados positivos», afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian.

Los europeos se muestran preocupados por el creciente control de Pekín sobre Hong Kong con el cuestionamiento de la autonomía de este territorio y lo que considera ataques a los derechos fundamentales. El viernes, la UE exigió la liberación de varios activistas en defensa de los derechos humanos.

También denunció las campañas de desinformación orquestadas por China sobre la pandemia de covid-19, con las que Pekín responde a las que está realizando la Administración Trump.

Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, pasó el mensaje a su homólogo chino, Wang Yi, durante un encuentro que mantuvieron el 15 de junio.

El mismo viernes, el Parlamento Europeo apoyó estas presiones con la adopción de una resolución de apoyo a Hong Kong, reclamando sanciones contra los dirigentes responsables de la represión si la nueva ley sobre seguridad adoptada por Pekín es aplicada en este territorio.

Los dirigentes chinos, por su parte, están preocupados por la nueva legislación europea sobre las inversiones extranjeras y el distanciamiento que está tomando la UE respecto al gigante asiático.

Estados Unidos por medio

Inmerso en un conflicto comercial y político con Washington, Pekin busca apoyos. Pero Bruselas se niega a dejarse atrapar en el juego de las tensiones entre las dos grandes potencias. «Europa no será el campo de batalla de Estados Unidos y China», afirmó el domingo el comisario europeo de Industria, Thierry Breton.

Estados Unidos ve con malos ojos esta cumbre. «El Partido Comunista chino quiere obligaros a elegir» entre EEUU y China, advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo la pasada semana.

«Pese a las muchas divergencias con la Administración estadounidense, la asociación transatlántica sigue siendo la relación más importante para la UE», recordó Josep Borrel.

Pero al mismo tiempo incidió en que «China es un socio necesario». El intercambio de bienes entre China y la UE representó 1.500 millones de euros al día en 2019, según datos de la Comisión Europea.

«La relación con China es compleja y seguirá siéndolo», asumió Borrell, que dijo que debe «fundarse en la confianza, la transparencia y la reciprocidad».

Aplazada la cumbre con Xi

«China espera que la UE construya un entorno justo, imparcial y no discriminatorio» para la inversión extranjera, señaló su embajador ante la UE, Zang Ming. «El capital es muy sensible y asustadizo. En caso de cambio de viento, el capital pondrá pies en polvorosa», advirtió.

Europeos y chinos han comenzado ya las negociaciones para concluir un acuerdo sobre la protección de las inversiones que es de gran interés para Pekín. «China se ha comprometido a concluirlo a tiempo», insistió su embajador. Pero la parte europea todavía no ve ningún avance.

El aplazamiento de la cumbre extraordinaria con el presidente Xi, prevista para setiembre en Leipzig, decidida por la canciller alemana, Angel Merkel, con el consenso de todos sus homólogos de la UE, otorga un poco de tiempo suplementario a los negociadores.

La cumbre virtual de hoy debería dar una señal en ese sentido. «Necesitamos continuar con las negociaciones. Necesitamos un buen acuerdo y todavía no estamos en ello. Nos tomaremos el tiempo necesario», explicó la Comisión Europea.

«Un mal acuerdo no es una opción», señaló el domingo el embajador alemán en Bruselas, Michael Clauss. Precisamente, Alemania tomará la presidencia semestral de la UE el 1 de julio.