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Sudáfrica, epicentro del covid-19 en África, supera los 100.000 casos

Aunque su cifra de fallecidos es relativamente baja comparada con las registradas en Europa –hasta ahora 1.991 frente a, por ejemplo, los 2.144 de Euskal Herria–, Sudáfrica es por mucho el país más afectado por la pandemia del coronavirus en África y, al menos a corto plazo, no tiene perspectivas halagüeñas.

Haciendo cola para hacerse la prueba del coronavirus en Vrededorp, un distrito de Johannesburgo. (Marco LONGARI | AFP)

Sudáfrica ha superado ya el umbral de los 100.000 casos, suma casi 2.000 decesos y se coloca ya entre los diez estados con más contagios activos de todo el mundo, según los últimos datos oficiales publicados este martes.

Esas abultadas cifras mantienen a Sudáfrica como la gran excepción dentro de un continente en el que, por lo demás, el avance de la pandemia ha sido notablemente más lento que en otras regiones del planeta.

De hecho, el país austral acumula casi un tercio del total de los casos registrados en todo África (algo más de 315.000) y aproximadamente un cuarto del total de muertes del continente (unas 8.300 hasta la fecha).

Dos semanas para doblar la cifra

De acuerdo a las cifras difundidas por el Ministerio de Sanidad, ha registrado 101.590 casos, 1.991 fallecidos y 53.444 recuperados; con lo que los contagios activos actualmente ascienden a 46.155. Solo otros nueve países en todo el mundo cuentan actualmente con más casos activos.

La marca de los primeros 50.000 casos se alcanzó a los 95 días de la detección del primer positivo en el país (un viajero que llegó de Europa a comienzos de marzo), pero ha tomado solo catorce jornadas más sobrepasar el umbral de los 100.000.

El principal foco, en el Cabo

Más de la mitad de los contagios y alrededor de dos tercios de las muertes se han registrado en la provincia del Cabo Occidental, donde se encuentra Ciudad del Cabo.

Con un total de 52.554 casos, 1.458 muertes y 35.958 pacientes recuperados, esta región atlántica es el lugar de África en el que la epidemia se encuentra más avanzada, hasta el punto de que las autoridades locales estiman que la provincia alcanzará sus máximos epidémicos pronto.

«Aunque no podemos señalar la fecha exacta en la que alcanzaremos este pico, estamos experimentando una creciente presión en nuestros hospitales», advirtió el domingo el jefe del Gobierno del Cabo Occidental, Alan Winde.

También preocupa el avance de la enfermedad en la región más pobre del país, el Cabo Oriental (sureste), y en la central provincia de Gauteng –donde se ubican Johannesburgo y Pretoria–, ya que aunque esta solo ha registrado 22.341 casos, es ya la región con más casos activos.

Esfuerzos que no han dado resultado

La estrategia de Sudáfrica frente al coronavirus fue similar a las de otros países del continente, con medidas tajantes adoptadas de forma temprana para tratar de «aplanar la curva», incluido un prolongado confinamiento general.

El Gobierno también optó por hacer test masivos, si bien en las últimas semanas tuvo que limitar esta práctica por la falta del material sanitario necesario para completarlos.

Con su estrategia, en los primeros meses Sudáfrica logró evitar aumentos explosivos de los casos como los que se vieron en países como Italia, Estado español o Estados Unidos.

Los esfuerzos, sin embargo, no lograron realmente paralizar el avance de la enfermedad, solo ralentizarla de forma parcial y mucho menos exitosa que en el resto de África, a la vista de las cifras.

Reactivación económica

Pese a ello, a comienzos de este mes, el Gobierno del presidente Cyril Ramaphosa optó por reabrir la economía para tratar de mitigar los devastadores efectos del confinamiento, que llegó cuando la economía sudafricana ya atravesaba una profunda crisis.

«Se avecinan tiempos duros. No hay soluciones rápidas y tenemos que ser realistas sobre nuestras expectativas, especialmente en cuanto al tiempo que tardará en recuperarse nuestra economía», asumió el lunes Ramaphosa en un mensaje a la ciudadanía.