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Autoridades rivales de Libia anuncian un alto el fuego tras 15 meses de combates

Las autoridades rivales en Libia han anunciado de forma sea separada el cese de combates que mantenían desde hace 15 meses en todo el territorio y la organización de elecciones en breve. Es la tercera tregua que se anuncia en los seis últimos meses y se produce en vísperas de la reunión de paz que auspiciará la ONU la próxima semana en Suiza.

Jalifa Haftar, Aguila Saleh Issa y Fayez al-Sarraj, en una imagen de archivo en París. (Etienne LAURENT / AFP)

El primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) de Libia, reconocido internacionalmente, Fayez Serraj, ha anunciado este viernes un alto el fuego inmediato y el cese de todas las hostilidades con el Parlamento con sede en Tobruk que controla el este del país y cuyas fuerzas comanda el general Jalifa Haftar, que ha respondido informando de una medida recíproca poco después.

En un comunicado, Serraj ha señalado que el «objetivo final» es «la restauración de la soberanía plena sobre el territorio libio y la expulsión de las fuerzas y mercenarios extranjeros».

Además, ha anunciado la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales el próximo marzo y ha apostado por que la ciudad de Sirte y el distrito de Al-Jufra, bajo control de las fuerzas de Haftar, pasen a ser zonas desmilitarizadas mientras ambas partes llegan a acuerdos en materia de seguridad.

Por otra parte, Serraj ha apostado por la reanudación de la producción y exportación de petróleo a través de la empresa estatal National Oil Corporation (NOC), con sede en Trípoli, y que los ingresos vayan a una cuenta especial en el Banco Central para que posteriormente puedan distribuirse de forma adecuada una vez haya un acuerdo político.

Poco después, el presidente de la Cámara de Representantes (el Parlamento con sede en el este y que apoya a Haftar), Aguila Saleh, ha anunciado igualmente un alto el fuego y el cese de las hostilidades.

«El alto el fuego cierra el camino para cualquier intervención militar y debe conducir a la expulsión de todos los mercenarios y la disolución de todas las milicias para restablecer la soberanía nacional en su plenitud», ha sostenido, en línea con lo manifestado por Serraj, según informa la agencia de noticias rusa Sputnik.

Es la tercera tregua que se anuncia en los seis últimos meses y se produce en vísperas de la reunión de paz que auspiciará la ONU la próxima semana en Suiza.Y ha sido recibida con aplausos de la llamada comunidad internacional tras una semana de intensas negociaciones, con importantes visitas al país de responsables europeos, como el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, y conversaciones entre los presidentes de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y Rusia, Vladimir Putin, que apoyan a cada una de las partes.

La representante en funciones del secretario general de la ONU, Stephanie Williams, ha celebrado el anuncio y ha visto en él la demostración «de la valentía que Libia necesita urgentemente durante estos momentos difíciles». Ha pedido el «rápido» cumplimiento del alto el fuego y la reanudación de la producción y exportación de crudo, ya que «privar a los libios de su riqueza petrolera es un signo de una inaceptable obstinación por parte de los actores locales e internacionales implicados».

«Esperanza para forjar una solución política»

Así las cosas, ha confiado en que todas las partes estén «a la altura de esta ocasión histórica y cumplan con todas sus responsabilidades ante el pueblo libio», ahora que ambas iniciativas han generado la «esperanza para forjar una solución política a la prolongada crisis libia».

El país vive sumido en el caos desde la derrocamiento y posterior linchamiento de Muamar Gadafi en octubre de 2011, pero la situación se recrudeció en abril de 2019, cuando las fuerzas lideradas por Haftar lanzaron una ofensiva para hacerse con Trípoli, sede del GNA, tras varios años de intentos infructuosos de lograr una solución política a la fragmentación en diversas Administraciones del país.

Sin embargo, la intervención militar turca este año cambió las tornas y ha permitido a las fuerzas leales al Ejecutivo de Trípoli no solo romper el cerco sobre la capital, sino que han llegado hasta el centro de la costa del país y están a las puertas de la histórica región de Cirenaica, bastión de Haftar, que ha contado con el respaldo de Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Rusia.

La duplicidad institucional se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las Administraciones, sin que las asentadas en el este –anteriormente reconocidas por la comunidad internacional– y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.