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Irene Montero pide por carta a los gobiernos autonómicos el cierre de los prostíbulos

La ministra española de Igualdad, Irene Montero, ha remitido una carta a los ejecutivos autónomicos para el cierre de los los prostíbulos por la «explotación sexual» y el «difícil rastreo» en pleno aumento de los contagios de covid-19. Catalunya y Castilla-La Mancha ya han dado el paso, mientras Madrid e Illes Balears lo estudian. 

Irene Montero, ministra española de Igualdad. (CONGRESO)

«Que no demos tregua a la explotación sexual, que no demos tregua a esa industria proxeneta que siempre permanece en la impunidad y en la absoluta opacidad. Se habla mucho de los derechos de las mujeres en contexto de prostitución pero no de las cifras de negocio», ha recordado Montero.

Según ha explicado en una entrevista a RNE que recoge Europa Press, durante el estado de alarma se trabajó para convertir en esenciales y garantizar que no se frenaban los servicios de asistencia y apoyo y atención integral a las víctimas de violencia machista, sino que también extendieron esa garantía junto con las comunidades autonómicas a la atención a las mujeres que son víctimas de trata con fines de explotación sexual y a las mujeres víctimas de explotación sexual y a las mujeres en contextos de prostitución.

Ahora, ha añadido que la experiencia acumulada debe servir para garantizar ahora los derechos de las mujeres que ya, de partida están en una situación de vulnerabilidad. A ello se suma la posibilidad de que si se producen rebrotes o contagios es «más difícil el rastreo».

En ese sentido, ha agregado que otra de las cuestiones que deben caracterizar a un gobierno es su capacidad, con el conjunto de las administraciones para garantizar de forma integral los derechos de las mujeres que están en condiciones de prostitución y son víctimas de explotación sexual y para cerrar esos prostíbulos y locales de alterne.

Por último, ha asegurado que su Ministerio está también trabajando de forma «decidida» contra la explotación sexual y para garantizar una reforma integral de los derechos de las mujeres que están en esa situación.

Primeros anuncios

Esta petición de Montero ha comenzado ya a surtir efecto en gobiernos autonómicos como el de Catalunya y Castilla-La Mancha, que han anunciado el cierre de ese tipo de locales, en línea con las restricciones aplicadas a lugares de ocio nocturno.

«Era una incoherencia cerrar el ocio nocturno y mantener abiertos otros locales en los que se realizan actividades de este tipo», ha argumentado, por ejemplo, la consejera catalana de Salud, Alba Vergés, en rueda de prensa durante una visita en Reus (Tarragona). 

La Comunidad de Madrid y el Govern balear han señalado que estudian vías para adoptar medidas similares.

Por su parte, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha afirmado que los prostíbulos «están prohibidos en la normativa», por lo que «no se trata de cerrarlos».

«Prostíbulos como tales no existen; existen licencias de bares, de hoteles», e incluso algún club de estas características que figuraba como «residencia de estudiantes», donde se ejerce esta actividad, ha dicho a los medios de comunicación Puig, para quien la prostitución es una cuestión que va «más allá de la pandemia» y que en su opinión se debe abordar.

El president ha explicado que, personalmente, se posiciona en «el abolicionismo» y a favor de acabar con la prostitución y el «esclavismo» que supone, si bien ha recordado que el Ejecutivo valenciano no tiene competencias para poder actuar en este asunto.

Medidas integrales

En este contexto, Médicos del Mundo ha pedido al Ministerio que el cierre de prostíbulos no sea una medida transitoria y que se acompañe de políticas públicas de protección que ofrezcan recursos y alternativas a las prostitutas para poder vivir.

La ONG valora la petición de Irene Montero, pero la considera insuficiente si no se impulsan medidas que garanticen los medios de vida de las mujeres prostituidas, «uno de los colectivos más castigados en esta crisis».

«Los puteros han expuesto a las mujeres y a su entorno al contagio de la COVID-19 desde el principio del estado de alarma», ha denunciado Médicos del Mundo en un comunicado.

No sólo las expusieron durante el confinamiento, cuando los «clientes que se saltaban el confinamiento y exigían precios más reducidos y prácticas más violentas», sino que «vuelven a sufrir la desazón de un sistema prostitucional que las condena a la marginalidad, cerrando prostíbulos sin ofrecer a cambio medidas de protección que garanticen recursos con los que poder vivir».

A juicio de esta organización, habría que ofrecer recursos habitacionales, apoyo económico y alternativas para la reinserción laboral de las prostitutas: «Sin medidas de apoyo, las mujeres se verán abocadas a seguir siendo prostituidas en la invisibilidad, con más riesgos y con la misma exposición al virus», ha alertado la ONG, que además ha denunciado que estas mujeres se encuentran con barreras que impiden su acceso al ingreso mínimo vital.