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Solo Madrid se abre de momento a la oferta de Sánchez de un estado de alarma «ad hoc»

La oferta de Pedro Sánchez a los presidentes autonómicos para que soliciten el estado de alarma en su territorio o parte de él si lo ven necesario no ha encontrado de momento ninguna mano levantada. Lo rechazan desde comunidades del PP a Catalunya pasando por otras como Cantabria. Madrid sí parece guardarse esa opción.

Alba Vergés, consellera de Salud de la Generalitat.

Como era previsible al menos en esta fase, los presidentes autonómicos que se han posicionado esta tarde han marcado distancias respecto a la propuesta de estado de alarma descentralizado formulada a mediodía por el presidente español, Pedro Sánchez.

El inquilino de La Moncloa ha abierto esta vía para dar seguridad jurídica a eventuales restricciones de movimientos, aunque matizando que «estado de alarma no equivale necesariamente a confinamiento». Ha apuntado que quien quiera utilizar esta fórmula tendrá que ir al Congreso a defenderla y ganarse la mayoría necesaria, lo que convierte aún en más extraordinario –y arriesgado– dar ese paso.

Hasta el momento tan solo Madrid ha recogido en parte el guante de Sánchez, aunque con muchas reservas y una línea roja a evitar, el confinamiento total.

Con una curva epidemiológica disparada en algunas áreas de la Comunidad de Madrid, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso (PP), ha dicho que solicitará «todo aquello que haga falta, si es necesario».

«No se puede pasar del estado de alarma a la nada y a la ausencia, como ha ocurrido este verano, y de la nada y de la ausencia otra vez al estado de alarma. Tiene que haber una estrategia de país y confianza en las comunidades autónomas para que, en base a nuestra autonomía, según esa estrategia, caminemos juntos», ha reclamado la presidenta, cuya reacción no dista mucho de la manifestada por su homologo andaluz, del mismo signo político.

Ambos han abogado por puntos de encuentro intermedios con el Ejecutivo mediante «un proyecto común» y «con instrumentos», porque, como ha dicho el presidente de la Junta, Juanma Moreno, entre el estado de alarma, «muy restrictivo con las competencias de las comunidades», o «esta situación, en la que el Estado ha desaparecido», hay «un término intermedio».

Otras como Murcia o Catalunya, de signos políticos radicalmente contrarios, han aprovechado para defender sus estrategias de respuesta a la pandemia, que no pasan por pedir ninguna intervención del Gobierno estatal.

El Ejecutivo murciano del PP ha apuntado en un comunicado que «no está en pedir» esta figura porque está en estos momentos por debajo de la media nacional en incidencia acumulada, hospitalización e ingresos en la UCI de pacientes con coronavirus.

Ironía de Torra

Más contundente en el rechazo ha sido Catalunya. La consellera de Salut, Alba Vergés, ha rechazado en rueda de prensa declarar el estado de alarma en la región al considerar que «no es una herramienta imprescindible» y que, de momento, no lo ve «en absoluto necesario».

Vergés ha apuntado también a los «inconvenientes» que genera «la toma de decisiones» para las instituciones catalanas cuando se declara el estado de alarma, ya que algunas competencias pasan a formar parte del Estado, y ha defendido el plan de emergencia elaborado por el Govern al principio de la pandemia.

Poco después ha entrado es escena el president Quim Torra, quien, sorprendido por la propuesta del Gobierno, ha ironizado con que «ahora parece que el virus sí que entiende de territorios», contrariamente a lo que antes afirmaba Pedro Sánchez.

Revilla: «La economía no debe pararse»

El presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, presume de cercanía con Sánchez, pero también ha señalado que espera «no hacer nunca» una petición de estado de alarma porque «la economía no debe pararse» y el sistema cántabro de salud «está perfectamente preparado»

«Aquí no vamos a decretar ningún estado de alarma», ha zanjado el jefe del Ejecutivo cántabro para no sembrar duda alguna.