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Octava ronda de negociaciones sobre el Brexit, todavía sin garantías de que haya acuerdo

El Gobierno británico y la Comisión Europea inician este martes en Londres la octava ronda de negociaciones para intentar sellar un pacto comercial y de seguridad que debería entrar en vigor una vez que termine el actual periodo de transición el 31 de diciembre. Coincidiendo con ello, la prensa británica publica unos cables diplomáticos que revelan la desconfianza de la UE hacia el gabinete de Boris Johnson.

Un cartel contra una «frontera dura» en la carretera que une Dublín con Newry, en el norte de Irlanda. (Paul FAITH | AFP)

El periódico británico “The Guardian”, que afirma haber tenido acceso a unos cables enviados desde Bruselas a las capitales de los Estados miembros de la UE, ha difundido su contenido el mismo día en que se retoman las negociaciones en Londres.

Las siete rondas de conversaciones mantenidas hasta la fecha no han conseguido los avances esperados y el vínculo entre las dos partes pareció deteriorarse el lunes después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, diera un ultimátum para que se alcance un acuerdo para el 15 de octubre. De lo contrario, advirtió, Gran Bretaña concretará la desconexión definitiva de la UE sin texto alguno.

Estos son los puntos más relevantes desvelados por el diario británico.

Hasta el último momento

- La UE sospecha que Londres se niega a ceder en los asuntos más conflictivos, como el acceso de la flota pesquera comunitaria a aguas británicas, hasta el último momento, a fin de sacar la mayor ventaja de la negociación.

Esta estrategia, siempre según la información de “The Guardian”, ha sido calificada por el equipo que trabaja con el jefe negociador comunitario, Michel Barnier, de «preocupante», debido a la complejidad de los asuntos a resolver.

«Estos puntos no serán fáciles de solventar con una simple llamada de teléfono entre los líderes», dijo una fuente de la Comisión Europea a diplomáticos del bloque comunitario.

Negociaciones paralelas

- La Comisión Europea teme que la ministra británica de Interior, Priti Patel, trate de puentear a Bruselas y abrir, en paralelo, negociaciones en materia de seguridad con ministros de los grandes Estados comunitarios en una reunión en Londres el 22 de setiembre.

Funcionarios comunitarios han pedido a esos socios, que el diario no menciona, que no lleguen a ningún pacto sobre las eventuales propuestas que pueda hacer Londres en materia de seguridad.

Nuevo concepto pesquero

- Gran Bretaña ha introducido en las negociaciones un nuevo «concepto» sobre la pesca al calificar como «existencias prioritarias» del país las cuotas que tiene la UE en aguas británicas, dado que se trata de una de las grandes reclamaciones de los pescadores británicos, mayoritariamente defensores del Brexit.

Propaganda en los medios

- La Comisión Europea teme que el Ejecutivo de Johnson esté detrás de una serie de artículos anticomunitarios publicados en la prensa británica, al acusar a Bruselas de intransigencia en las conversaciones sobre el acuerdo del Brexit.

La cuestión irlandesa

Al margen del contenido de esos cables, lo que resulta evidente es que las dificultades entre las partes se profundizaron el lunes al salir a la luz que el Gobierno de Johnson se dispone a introducir en el Parlamento británico un texto legislativo que podría anular partes clave del acuerdo de retirada de la UE alcanzado en 2019.

Se trata del Proyecto de Ley del Mercado Interno, que podría anular aspectos importantes del acuerdo que despejó el camino para la salida británica de la UE el pasado 31 de enero. Contempla la posibilidad de eliminar la obligación legal sobre los subsidios estatales y las aduanas con el norte de Irlanda.

En concreto, la ley podría eliminar la obligación del Gobierno británico de controlar las mercancías que pasan de Gran Bretaña al norte de Irlanda, como parte del acuerdo para evitar una infraestructura fronteriza con la República de Irlanda, a fin de no perjudicar el proceso de paz irlandés.

Para evitar esos controles fronterizos, se acordó que, hasta conseguir una solución definitiva, el norte de Irlanda se mantendría dentro del mercado interior comunitario.