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Triple cadena perpetua para el colono que quemó vivos a tres palestinos, entre ellos un bebé

Amiram Ben-Uliel, el israelí que en 2015 incendió una vivienda palestina en Duma, junto a Nablús, y mató a un matrimonio con un bebé, ha recibido tres condenas a cadena perpetua. Otro hijo de la pareja, de cuatro años, sobrevivió a la acción con quemaduras en el 60% del cuerpo. El tribunal califica el acto como «terrorismo» y sostiene que la motivación fue su ideología «racista». 

Ben-Uliel, junto a su esposa durante el juicio. (Menahem KAHANA/AFP)

El juez considera que el colono israelí Amiram Ben-Uliel «no se responsabilizó de sus acciones», dice la sentencia, que los abogados defensores ya han anunciado que apelarán ante el Tribunal Supremo, según ‘Times of Israel’. Asimismo, la sentencia destaca que Ben Uliel, que cometió la acción con 21 años, tiene una ideología «extremista y racista». 

Los hechos se produjeron en julio de 2015 en la aldea de Duma, cerca de Nablús (norte de Cisjordania), cuando Ben-Uliel lanzó un cóctel molotov que causó un gran incendio mientras la familia dormía.

El incendio mató al matrimonio de Saad y Reham Dawabshe y a su bebé, Ali, de 18 meses. El otro hijo, Ahmed, que tenía entonces cuatro años, sobrevivió con quemaduras en el 60% de su cuerpo.

Aparte de las tres cadenas perpetuas, Ben-Uliel ha sido sentenciado a veinte años de cárcel adicionales por las heridas a Ahmed, a quien deberá pagar unos 49.000 euros en concepto de indemnización. También tendrá que aportar unos 189.000 euros a la familia Dawabshe «por cada una de las tres víctimas mortales» que causó, ha explicado una portavoz judicial a Efe.

En último término, deberá pagar unos 63.000 euros al dueño de otra vivienda palestina que en su momento estaba vacía y también quemó el día del ataque.

Ben-Uliel creció en una familia de colonos en un asentamiento judío de Cisjordania. El pasado mayo, la Justicia lo declaró culpable de tres asesinatos y dos intentos de asesinato, al concluir que actuó con «conspiración para cometer un crimen de odio».

No se le consideró parte de ninguna «organización terrorista», pero el tribunal de Lod calificó el crimen como «un acto de terrorismo».

Los abogados de Ben Uliel sostuvieron que el acusado fue torturado por agentes del Shin Bet, si bien el tribunal ha dicho que, a pesar de no haber tenido en cuenta las confesiones que hizo durante estos interrogatorios, el hombre afirmó menos de dos días después ser responsable de los asesinatos.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en su momento, describió los hechos como un «crimen contra la humanidad», mientras que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, lo calificó de «un acto horrible de terrorismo condenable en todos los sentidos».