Un fallo defensivo de Roncaglia provoca que Osasuna regrese de vacío de Getafe (1-0)
Un error defensivo de Roncaglia al medir mal en un balón aéreo con Cucurella ha dado pie a la jugada que al inicio de la segunda parte ha aventajado al Getafe, con un gol de Mata, al que Osasuna ya no ha sabido responder con fútbol, pese a quedar más de media hora por delante. [Estadísticas]
Novedad de Roncaglia por Nacho Vidal en el lateral derecho. El valenciano sufrió en Cádiz y en el Coliseum Alfonso Pérez por ese carril iba a estar Cucurella.
La rigidez colectiva se ha impuesto a la espontaneidad individual durante un primer tiempo en el que lo prioritario ha sido no cometer ningún fallo en posiciones comprometidas, que diera ventaja al rival en el marcador.
Se había hablado en la previa de que un detalle podía decantar la balanza de un duelo que se presagiaba equilibrado entre Osasuna y Getafe. Y así ha sido, cuando al inicio de la segunda parte, Roncaglia, que ha sustituido a Nacho Vidal para cubrir las internadas de Cucurella, no ha medido bien un balón aéreo con el canterano azulgrana, en lo que ha sido el origen del decisivo 1-0.
El gol ha necesitado de la revisión del VAR, pues Jaime Mata, autor de la única diana del partido, ha rematado rozando el fuera de juego, después de que Maksimovic le haya dado una involuntaria asistencia al rematar a puerta de manera defectuosa.
Planteado el choque como un tú a tú táctico, basado en no cometer errores y muy encorsetado, los de Jagoba Arrasate ya no han sabido contrarrestar la desventaja en el luminoso y han vuelto a carecer de esa circulación de balón que el técnico de Berriatua había reclamado en la previa.
Pese a ello, los rojillos han dispuesto de dos lances en el tramo final del choque –hasta entonces no han llegado con claridad a los dominios de David Soria–, en las botas de un desacertado Marc Cardona, en ambas sin poder superar las salidas del cancerbero azulón.
A la escuadra navarra le ha faltado fluidez en la salida de la pelota y combinación con criterio, entorpecida por un Getafe que también sabe a lo que juega y al que es muy complicado marcarle cuando ya se ha puesto por delante en el marcador, una característica en la que coinciden ambos conjuntos.
De hecho, el primer tiempo ha sido una clara demostración de ello, con dos equipos que no han tenido ningún inconveniente en saltar líneas con envíos largos, complicados para los delanteros y casi imposibles para la dupla Rubén García-Adrián, que ha vuelto a repetir en ataque, y que, cuando ha dispuesto de algún hueco, se ha encontrado con la velocidad del apagafuegos Djené.
En esos primeros 45 minutos de fútbol trabado, con continuados parones y más pendiente de no cometer fallos que de crear fútbol, ha sido Roberto Torres quien más lo ha intentado de cara al marco rival, pero sus intentonas han carecido de puntería y fortuna.
Por su parte, el Getafe ha intentado llegar a los dominios de Sergio Herrera especialmente por la banda izquierda, si bien su más clara ocasión del primer periodo ha surgido del costado contrario, pero Nyom se ha hecho un lío dentro del área al intentar rematar con la zurda.
En definitiva, Osasuna se vuelve de vacío del Coliseum Alfonso Pérez, demostrando que todavía le queda bastante camino por recorrer a la hora de generar juego y que no puede despistarse en ningún momento, algo que se penaliza de manera decisiva en Primera.
Arrasate: «Tenía que haber sacado antes a Torró»
Arrasate ha entonado el mea culpa a la finalización del envite por no haber sacado antes al terreno de juego a Lucas Torró. «Con él, le hemos hecho más daño al Getafe y tenía que haber realizado antes ese cambio».
El míster vizcaino ha tildado de «jugada desgraciada» el fallo de Roncaglia, tras el cual ha llegado el 1-0. «Hemos achuchado y podido empatar, pero el partido se ha decantado al inicio del segundo tiempo, en el que ellos han sido mejores».