Portu firma un triunfo de la Real más sufrido de lo merecido
La Real ha sumado ante el AZ Alkmaar su segunda victoria en la fase de grupos de la Europa League, en un encuentro que podía haber terminado en goleada con un poco más de puntería y un poco menos de acierto del meta Bizot (1-0).
Van unos datos. 66% de posesión, 24 disparos, 15 corners a favor. La Real ha sido muy superior al AZ Alkmaar tanto en las estadísticas como sobre el verde, excepto en lo que más importa, el marcador. Ahí se ha sufrido más de lo debido, aunque el tanto de Portu en el minuto 57 ha dejado los tres puntos en Donostia.
Los de Imanol han tenido un carro de ocasiones para golear, pero o bien no han acertado con la portería, o bien se han topado con un inspiradísimo meta Bizot, al que, como se suele decir, han hecho internacional.
En el otro encuentro de este grupo F, el Nápoles ha ganado en Rijeka tras remontar el tanto inicial de los croatas (1-2), con lo que blanquiazules, holandeses e italianos firman un triple empate a 6 puntos en el ecuador de la fase de grupos. Uno de ellos se quedará fuera de las eliminatorias. En la próxima jornada, el 26 de noviembre, la Real visita Alkmaar, antes de recibir al Rijeka y cerrar en San Paolo.
Otra lesión en el calentamiento
Por segundo partido consecutivo en Europa League, Imanol se ha visto obligado a dar entrada a Sagnan por una lesión en el calentamiento. Esta vez por Gorosabel, con lo que Aritz ha pasado al lateral derecho. Al margen de ese accidente, la gran sorpresa ha sido la titularidad de Moyá, en detrimento de Remiro.
La Real ha dominado desde el pitido inicial, y a los tres minutos Monreal ha tenido la primera, pero su cabezazo ha ido a las manos de Bizot. En una situación similar lo ha vuelto a intentar Silva con su zurda y por partida doble, la primera rechazada por la defensa y la segunda desviada.
En el 17, un pase en profundidad del canario ha dejado a Portu mano a mano con el meta de los holandeses, pero Bizot la ha sacado con el pie, y un minuto después Silva ha cabeceado fuera un excelente centro de Monreal al punto de penalti.
La Real generaba un chaparrón de oportunidades ante un rival que trataba de salir con la pelota jugada desde atrás, pero que se veía obligada a pegar pelotazos ante la presión alta de los locales.
El que perdona…
Faltaba el gol. Era cuestión de insistir, de seguir picando hasta que cayera el muro. Un centro raso de Moreal, perfecto, ha sido rematado fuera por Portu dentro del área pequeña. Y el lateral navarro la ha tenido a bocajarro en el segundo palo a la salida de otro corner. Era desesperante, quien más quien menos se acordaba del célebre aforismo «el que perdona lo termina pagando».
El AZ ha necesitado 37 minutos para acercarse con algo de peligro y disparar a las manos de Moyá. En los últimos minutos de la primera mitad la Real ha levantado un poco en pie, lo que ha permitido respirar a los holandeses.
Con las energías renovadas, menos de un minuto ha tardado la Real en golpear con el ariete en la puerta de Bizot, que ha sacado con el pie un buen disparo cruzado de Portu. Y también se lucía el guardameta para desviar con la manopla un chut de Oyarzabal.
Se rompe el cántaro
Y por fin, en el 57, el cántaro se rompía, en la enésima visita a la fuente. Monreal centraba hacia atrás para la llegada de Oyarzabal, cuyo remate fallido se convertía en una perfecta asistencia para Portu, que la empujaba a puerta vacía (1-0, 57’). Quizás en fuera de juego, pero en este torneo no hay VAR. Un tanto que hacía justicia.
El gol no ha variado el escenario, ya que el AZ era incapaz de quitarle el balón a la Real, insistente en la búsqueda de un 2-0 que le diera tranquilidad. La entrada de Aboukhlal ha dado energía al ataque visitante, y el jugador de ascendencia libia ha tenido el empate en un disparo a la media vuelta que se le ha ido alto.
Faltaba un cuarto de hora y los donostiarras comenzaban a mirar el reloj con el rabillo del ojo. Los últimos minutos han sido una angustia, más por lo ajustado del marcador que por el peligro real. Ya con el tiempo cumplido, hasta Bizot ha subido a rematar una falta, pero afortunadamente no ha tenido el mismo acierto que bajo su portería.