INFO

El primer ministro etíope ordena el asalto final sobre la capital de Tigray

El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha ordenado el asalto final contra el Frente Popular de Liberación de Tigray en la capital de esta provincia, y ha emplazado a los residentes en ella a alejarse de los objetivos militares.

Un soldado de las Fuerzas Especiales Ahmara del Ejército etíope. (Eduardo SOTERAS/AFP)

El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha ordenado a las Fuerzas Armadas el inicio de la fase «final» de la ofensiva contra las fuerzas del Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF) en la capital de la provincia norteña homónima, Mekelle, al tiempo que ha emplazado a la población local a alejarse de los objetivos militares.

«El periodo final de 72 horas concedido al criminal TPLF para que se rinda pacíficamente ha terminado ahora y la campaña de nuestras fuerzas de seguridad ha llegado a su fase final», ha afirmado el primer ministro etíope en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.

Abiy ha asegurado que «miles de milicianos y miembros de las fuerzas especiales de Tigray se han rendido tras el ultimátum de 72 horas» y ha recalcado que la operación tendrá como objetivo los milicianos que no han depuesto las armas.

En este sentido, el primer ministro de Etiopía ha emplazado a los residentes de Mekele, la capital de Tigray, a «deponer las armas, permanecer en sus casas, mantenerse alejados de los objetivos militares» del TPLF y «adoptar todas las precauciones necesarias».

Evitar daños

Abiy ha subrayado que las Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía actuarán «con gran cuidado» en esta fase final de la operación en Tigray para «evitar que los civiles sufran daños»,

«Se harán todos los esfuerzos para garantizar que la ciudad de Mekelle, que fue construida con el duro trabajo de nuestro pueblo, no sufre daños graves. Se adoptarán todas las precauciones para que los lugares de patrimonio, los lugares de culto, las instalaciones públicas, las instituciones de desarrollo y las zonas residenciales no sean objetivo», ha asegurado

El Premio Nobel de la Paz en 2019 ha señalado que la «última puerta pacífica que quedaba abierta para que pasara el TPLF ha quedado ahora firmemente cerrada» por su «desprecio» al pueblo de Etiopía, aunque ha destacado que miles de milicianos y miembros de las fuerzas especiales del grupo «se han dado cuenta de la naturaleza destructiva» del TPLF y han optado por rendirse pacíficamente.

Por último, ha remarcado que las Fuerzas de Defensa Nacional tienen una estrategia para llevar ante la justicia a los miembros del TPLF «sin herir a civiles inocentes» ni causar daños en lugares de patrimonio o de culto, en instalaciones públicas ni en propiedades civiles.

La operación militar en la región de Tigray comenzó el 4 de noviembre, después de que las fuerzas del TPLF atacaran el Mando Norte del Ejército etíope.

Falta de suministros

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en Mekelle viven unas 500.000 personas y además también se encuentran allí unos 200 trabajadores humanitarios. En su último informe de situación alerta de que hay falta de suministros básicos, en particular combustible y efectivo, en toda la región, lo cual está teniendo un impacto en la capacidad de las ONG de actuar, así como en la propia población.

De acuerdo con Acnur, los suministros de alimentos para los campos de refugiados en los que viven casi 100.000 eritreos se agotarán en una semana y el agua también dejará de estar disponible si las agencias humanitarias no tienen acceso a combustible para las bombas de agua.

Por otra parte, más de 41.000 etíopes han cruzado la frontera con Sudán para escapar del conflicto, entre ellos 18.000 niños, según Acnur. La agencia de la ONU ya se está preparando para asistir a hasta 215.000 refugiados etíopes en los próximos seis meses.

Así las cosas, el Gobierno ha expresado su compromiso de «responder de forma expedita a las necesidades de los ciudadanos en Tigray» y ha asegurado que, tras realizar una evaluación sobre el terreno, se está ofreciendo asistencia a los desplazados en las zonas bajo control gubernamental.

Además, se está evaluando el establecimiento de cuatro campamentos para que empiecen a recibir y apoyar a los ciudadanos que han huido, antes de que devolverles voluntariamente a sus comunidades.