La Policía española admite que atropelló a la menor herida en el carnaval de Iruñea
La Policía española ha admitido su responsabilidad en las lesiones que sufrió una menor de 14 años de edad que fue atropellada por un furgón policial durante la kalejira celebrada en los pasados carnavales en Iruñea.
El citado cuerpo ha reconocido su responsabilidad y ha indemnizado a la menor por la doble fractura de cadera que le provocó el vehículo policial cuando la empotró contra una pared en la calle Mayor, según publica ‘Diario de Noticias’.
A pesar de la gravedad de las heridas, una vez ocurrido el atropello, la menor fue trasladada a la comisaría de Chinchilla. Finalmente y ante las evidentes muestras de dolor de la joven, fue llevada al Hospital de Nafarroa, donde permaneció ingresada una semana, aunque la curación de las heridas le ha supuesto 118 días en periodo de incapacidad, con 30 de encamamiento o con dos muletas, y otros 81 días de perjuicio por pérdida temporal de calidad de vida, según el informe forense.
El atropello se produjo durante la celebración del carnaval en Iruñea en febrero pasado. La joven participaba en la kalejira que se desarrollaba por la calle San Francisco cuando aparecieron varias dotaciones policiales. Según señalaron testigos presenciales, un furgón policial le fue persiguiendo por la calle San Francisco cerrándole el paso hasta que finalmente se produjo el atropello en la calle Mayor. Los policías actuantes no reconocieron el atropello en sus declaraciones.
Por los sucesos de los carnavales de Iruñea, siete jóvenes, de edades comprendidas entre los 17 y los 23 años, fueron llamados a declarar en la comisaría después de que agentes acudieran a sus domicilios a notificar que estaban siendo investigados por un presunto delito de «desórdenes públicos».
EH Bildu pidió explicaciones en el Parlamento de Nafarroa por la intervención policial, pero el delegado del Gobierno español en Nafarroa, José Luis Arasti, se negó a comparecer, mientras que en el Ayuntamiento de Iruñea, Navarra Suma y PSN avalaron la versión ofrecida por la Policía española.
En Alde Zaharra se llevaron a cabo varios actos de protesta para denunciar lo sucedido con la menor y cómo la Policía española había identificado a varios jóvenes durante la kalejira festiva para anunciar la llegada del carnaval, requisándoles la makila y las caretas del disfraz de moxaurre, personaje tradicional de esta fiesta, para presentarlos como «palos y capuchas».