El Eibar también aprueba las cuentas a distancia
Los accionistas azulgranas dan el visto bueno al ejercicio 19/20 y, por primera vez, también a los estados no financieros, en una Junta General que se ha celebrado de forma telemática. El club reivindica la importancia de su actividad para el territorio histórico.
Por primera vez en su historia, la Junta General de Accionistas del Eibar se ha celebrado de forma telemática. No será la última, porque visto que todo el proceso ha funcionado sin problemas, el Consejo de Administración cree que una fórmula mixta presencial-telemática permitirá en el futuro una mayor participación, siempre complicada en una sociedad con 11.000 accionistas repartidos por 69 países.
Un 23,77% del capital social, una cifra pocas veces superada y que sorprende por alta, dadas las circunstancias, estuvo representada ayer en la Junta. Y en su inmensa mayoría (98,7% de síes), como es habitual, dio el visto bueno a las cuentas y, por primera vez, también a los estados no financieros (99,1% de síes). Una información que será obligatoria a partir del año que viene pero que el Consejo de Administración azulgrana, tal y como se comprometió en la anterior Junta General, ha decidido someter también en 2020 a consideración de los accionistas.
Estos aprobaron un ejercicio que se cierra con 15,1 millones de beneficios. El principal responsable son los casi veinte millones ingresados por las ventas de Jordán, Peña, Cucurella y Hervías. No sólo permiten cuadrar las cuentas de la temporada 19/20, sino que también dan la posibilidad de «traspasar» ocho millones –la parte proporcional de los ingresos por retransmisiones y publicidad correspondiente a los partidos que se disputaron a partir del 30 de junio– a la campaña actual que, de esta manera, también se cerrará en positivo. Concretamente, con 5,5 millones de beneficio.
Unas cuentas que han recibido un apoyo incontestable: el 98,7% de las acciones las han respaldado. Se ha ido hasta el 99’1% el apoyo a los estados no financieros.
En los discursos, tanto de Amaia Gorostiza como de Jon Ander Ulazia como de Joseba Unamuno ha quedado claro que la pandemia ha supuesto un duro golpe económico para el club, con una pérdida de ingresos estimada en torno al 10%. Pero los tres han coincidido también en la «robusta situación» de la entidad que, como ha recordado Unamuno, responsable del Área económica del club, ha visto crecer sus activos 17 millones este último año para alcanzar los noventa.
La presidenta ha recordado que esa buena salud patrimonial ha permitido no sólo cuadrar las cuentas, sino tomar una serie de medidas destinadas a paliar las consecuencias de la situación en otros ámbitos, como ha sido recortar los plazos de pago para dotar de mayor liquidez a los proveedores. En este mismo sentido, Ulazia ha anunciado que se va a adoptar «una serie de medidas que serán presentadas en las próximas semanas con un claro propósito: que los motivos económicos no sean obstáculo para que cualquier aficionado pueda regresar a Ipurua a ver al Eibar» cuando se reabran los campos.
La Ciudad Deportiva
En la Junta se han tratado otros temas relevantes, desde la situación deportiva del club, hasta la actualidad de la Ciudad Deportiva. A este respecto, y tras mostrar un vídeo informativo sobre el proyecto –que, al parecer, tendrá finalmente cinco campos de fútbol once de hierba natural, un minicampo destinado a jaula de porteros y un campo cubierto destinado a fútbol cinco, además de varios edificios–, Amaia Gorostiza adelantó que «en fecha próxima» comenzará la licitación de obras.
Además, «vamos a poner en marcha un proceso de participación en Mallabia para que sus vecinos puedan aportar sus ideas y conozcan de primera mano nuestro planteamiento. Tras ese proceso, pondremos a disposición de todos los accionistas, abonados y seguidores armeros todo el material mostrado en Mallabia para que lo puedan ver en Ipurua».
En su Informe sobre la situación de la sociedad, que comenzó solicitando un minuto de silencio por las víctimas provadas por el coronavirus y lamentando que 2020 haya sido un año tan duro para todos y en todas las facetas, la presidenta recordó que, en el plano estrictamente futbolístico, una de las consecuencias de la pandemia es la ausencia de público en las gradas.
Gorostiza recuerda que «no nos queda otra que ser responsables y esperar y contribuir a que la situación vuelva a ser lo más parecida a la anterior a la mayor brevedad posible» pero reconoce que «necesitamos a nuestra afición. El Eibar somos todos». A este respecto , ha explicado que la Liga va a solicitar al CSD «la apertura gradual» de los campos al público, «no antes de final de enero y siempre sujeto a la norma impuesta por cada Comunidad Autónoma».
También en la faceta deportiva han llegado las principales, posiblemente únicas, alegrías del año: la permanencia del primer equipo masculino y el ascenso del primer equipo femenino. Esto posibilita, ha recalcado la presidenta, que Eibar, «con apenas 27.000 habitantes, tenga a sus dos primeros equipos en sus respectivas máximas categorías». Un «motivo de orgullo», no en vano «no existe en toda Europa una población tan pequeña con sus dos primeros equipos en la máxima categoría».
Una reivindicación
Con este dato, Gorostiza ha introducido un final de discurso claramente reivindicativo. Ha recordado que, pese a tener «una estructura pequeña en comparación con los otros clubes que componen la elite», la del Eibar es «sólida equilibrada» y ha subrayado que el club abona «200 nóminas todos los meses a profesionales del entorno de distintos ámbitos», ha contribuído a la remodelación de Ipurua con fondos propios, con los que también financiará la Ciudad Deportiva, en 2019 ha abonado 24 millones de euros en impuestos a distintas instituciones, que han sido más de cien durante las siete temporadas de los azulgranas en Primera.
«Una cifra que muestra claramente la importancia y el compromiso del club con su entorno y lo importante que es para Gipuzkoa que el Eibar siga en Primera», ha concluído, en un mensaje inequívocamente dirigido a los dirigentes políticos y deportivos del territorio histórico.