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Dos investigaciones que deben arrojar luz sobre la muerte de Nathalie Flores

Hay dos investigaciones abiertas, una a cargo de la Policía Judicial, para explicar la acción de la conductora, y una segunda, encomendada a la IGPN, para determinar por qué un agente disparó a Nathalie Flores que, a sus 37 años, pasó ayer a engrosar la lista de fallecidos en acciones policiales.

Varias decenas de personas se concentraron anoche en las inmediaciones de la comisaría, en Baiona. (Guillaume FAUVEAU)

Las primera de las dos investigaciones en curso se dirigirá a tratar de explicar el comportamiento de la conductora a la que un policía hirió de muerte, en la madrugada del lunes, en Baiona, para determinar si, tal como relatan los agentes, Nathalie Flores intentó agredir a los policías para zafarse del control.

Es la Policía Judicial la que, de acuerdo a lo explicado ayer tarde en un comunicado por el fiscal Jerôme Bourrier, deberá aportar datos para aclarar si hubo un intento de homicidio.

La segunda investigación, destinada a determinar si el uso de las armas se ajustó al reglamento de seguridad pero sobre todo a responder a la pregunta de si hubo homicidio voluntario a cargo del policía que mató a la conductora, y que se encuentra detenido, ha quedado en manos de la «Policía de policías» o lo que es lo mismo, la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN), que actuará en coordinación con la Policía Judicial.

La investigación que atribuye indiciariamente a la fallecida «tentativa de homicidio contra persona depositaria de autoridad» se basa en el relato aportado por los agentes que procedieron a interceptar el vehículo que conducía Nathalie Flores, en torno a las 01.10 del 11 de enero, en la avenida Mariscal Soult de la capital labortana.

Los policías apercibieron el vehículo, al que persiguieron cuando la conductora puso rumbo al centro de la ciudad, hasta conseguir que detuviera el coche.

Es a partir de ese momento cuando el relato presenta más lagunas, ya que los agentes afirman que bajaron del vehículo y se situaron uno de ellos ante el coche y el otro del lado de la conductora.

Según su relato, la conductora les insultó y trató de huir, golpeando al agente situado en ese lateral del vehículo, que abrió fuego. El agente, detenido, solo tiene heridas en una rodilla, lo que apunta a que no fue objeto directamente de un atropello o que logró esquivar la maniobra del vehículo.

¿Existen grabaciones?

El comunicado del fiscal no arroja mayor luz sobre cuestiones claves como el número de disparos, ni sobre la posición del agente que disparó y la dirección de los impactos. Tampoco si existen grabaciones.

Los hechos se desarrollaron de madrugada, en una ciudad en toque de queda, lo que, de partida, hace también más complicado contar con testimonios.

Con todo, dos vecinas, Lea y Argitxu, que han hablado esta mañana ante los micrófonos de France Bleu, han dado cuenta de que el coche de la fallecida «tenía bastantes impactos de bala». También afirman que oyeron las órdenes de alto dadas por la Policía a Flores.

Tras recibir los disparos, la mujer fue socorrida por los servicios del Samu, que la trasladaron al Hospital de Baiona, donde falleció hacia las 03.00.

Sin esperar a que progresen las investigaciones, dos sindicatos de policía, Alliance y SGP, se apresuraron ayer a mostrar su respaldo a los agentes implicados en el mortal incidente.

Un portavoz del segundo sindicato, que se entrevistó con el policía detenido, respaldó ayer la tesis de «legítima defensa». Al tiempo, distintos medios de comunicación galos atribuían «antecedentes por huida, violencia y robo» a la fallecida, basándose en filtraciones policiales.

Contexto de tensión

La muerte de Nathalie Flores se produce en un contexto de fuerte debate en el Estado francés en relación a las leyes relativas a la seguridad interior impulsadas por el Gobierno de Emmanuel Macron.

Desde la revuelta de los Chalecos Amarillos, con su abultado balance de heridos, el debate sobre las violencias policiales sigue estando muy presente.

Otro tanto ocurre con el esquema de orden público y, en particular, con el uso de las armas a cargo de los policías.

La Ley de Seguridad Global llevará, de hecho, a reforzar las competencias policiales.

Al tiempo, hará que haya más armas en las calles, ya que los agentes de Policía Municipal podrán portar armas, y extenderá las competencias de las compañías privadas de seguridad.

Antes de la entrada en vigor de esa ley, los balances que llevan a cabo medios alternativos dan cuenta de una docena de fallecidos, en distintos tipos de intervenciones de la Policía, solo durante el periodo de confinamiento.

Al igual que en muchas ciudades del Hexágono, en Baiona ha habido distintas movilizaciones para denunciar la deriva ligada a las nuevas leyes.

Antes de que entrase en vigor el toque de queda, una cincuentena de personas participó anoche en la primera protesta en la calle por la muerte de Nathalie Flores.