Campeones en apuros
A poco más de un mes de calarse la txapela de 2020, Joseba Ezkurdia y Julen Martija se enfrentan el domingo en Eibar para escapar del farolillo rojo del torneo.
El calendario manista es tan inmisericorde que apenas da tiempo para disfrutar de los títulos o lamerse las heridas de las decepciones. Apenas ha pasado un mes desde que Joseba Ezkurdia y Julen Martija se calaron, tras un partidazo de ambos, la txapela del Parejas más largo y convulso que se recuerda y el domingo serán rivales en el Astelena en un partido en las antípodas del del Bizkaia. Inmersos en un nuevo campeonato, acompañados por Erik Jaka y Ladis Galarza –el partido acoge a tres de los cuatro txapeldunes de 2020– el objetivo es claro, obtener el primer punto y escapar del farolillo rojo de la clasificación.
Aquella final ante Olaizola II-Urrutikoetxea parece ya prehistoria, pero ambos pelotaris coinciden en que les ha pasado factura. «Aquí de un momento a otro todo cambia mucho, creo que en la final ambos hicimos un gran partido, los dos estábamos muy bien y ahora los dos estamos con los dos partidos perdidos y con la necesidad de ganar», ha explicado Julen Martija.
«Es verdad que ahora no estoy como en la final, creo que fue un partido muy duro, tuve muchísima tensión y terminé muy cargado. Las semanas siguientes me ha costado mucho entrenar porque estaba muy cargado. Poco a poco voy recuperando el ritmo, la semana pasada me sentí mejor y a ver si poco a poco me siento mejor», ha agregado el de Etxeberri en la elección de este jueves en Eibar.
La agenda ha estado aún más cargada para un Joseba Ezkurdia que falló en su intento de defender la txapela del acotado, pero las sensaciones han sido parecidas. «Semana a semana me encuentro mejor, en el entrenamiento del martes tuve mejores sensaciones. Esa final sí que me pasó factura, me dejó el cuerpo como muerto, no me sentía bien, pero poco a poco me voy encontrando mejor, de nuevo me voy sintiendo con esa chispa y el camino es este, trabajar entre semana» ha apuntado.
Derrotas diferentes
El casillero de ambas parejas refleja los mismos cero puntos en dos partidos, eso sí, las sensaciones no son, para nada, iguales. En el caso de Jaka-Martija, tras mostrarse muy fríos en su debut ante Altuna-Mariezkurrena, mejoraron mucho sus prestaciones ante Elezkano-Zabaleta, aunque la victoria se les terminó escapando. «Nos toca ganar pero lo principal es jugar a gusto y tenemos ganas de ganar, creo que la semana pasada nos sentimos mejor», ha apuntado el zaguero.
El resultado de la última jornada también fue algo mejor para Ezkurdia-Ladis Galarza –del 22-3 ante Elezkano-Zabaleta pasaron a un 22-11 ante Altuna-Mariezkurrena– pero en ambos partidos su imagen fue bastante decepcionante.
El de Arbizu fue muy autocrítico nada más terminar el segundo partido, las mejores sensaciones del entrenamiento del martes en el mismo frontón de Bergara le han servido para elevar su moral, pero sigue teniendo claro que deben mejorar mucho sus prestaciones para ser competitivos.
«Sabemos que tenemos un partido complicado ante dos buenos pelotaris. Martija atrás es muy seguro y Erik está jugando mucho, está muy peligroso y tenemos que hacer las cosas bien si queremos ganar. Pero lo que tenemos claro es que nosotros tenemos que encontrar nuestro juego, jugar con firmeza, tener la mente limpia, jugar agresivos y a ver si lo conseguimos. Creo que estamos preparando bien ese partido, que será importante», ha explicado.
Ladis Galarza entiende que la entidad de los rivales a los que se han enfrentado en estas dos primeras semanas es un factor muy a tener en cuenta, pero el de Sakana prefiere fijarse en ellos mismos. «Nos ha tocado jugar contra dos parejas muy fuertes, pero eso no quita los dos partidos malos que hemos hecho. Yo creo que tanto Ladis como yo no hemos dado nuestro nivel, hemos jugado dos malos partidos, hemos dado muchas facilidades y, a pesar de jugar contra dos de los favoritos, debemos hacer lo nuestro; fallar menos, tratar de endurecer el partido… y no lo hemos hecho y nos han pasado por encima», ha agregado.
En el plano personal, tiene claro que le toca echarse el peso de la pareja a la espalda. «Hace dos años jugué con Ladis y creo que entonces entraba bastante más en juego que en estos dos primeros partidos, jugaba más agresivo y debo tratar de hacer lo mismo; intentar cambiar el ritmo de los partidos y a ver si lo conseguimos. Al final intento ayudar lo máximo posible a Ladis él a mí también. Lo dicho, lo más importante es conseguir hacer pareja y a ver si nos entendemos en la cancha».