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2021, el inicio de año «más violento» desde la firma de los acuerdos de paz con las FARC-EP

La Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) advierte de que 2021 ha sido el inicio de año más violento desde la firma de los acuerdos con las FARC-EP en 2016. Subraya que cada cinco días matan a un exguerrillero y que cada cuatro días se comete una masacre.

Funeral este lunes por uno de los cinco jóvenes muertos por un grupo armado en una área rural de Buga. (Luis ROBAYO/AFP)

El informe elaborado por el Monitoreo de Riesgos de Seguridad que elabora la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) viene a certificar el aumento de las acciones violentas contra líderes sociales, exguerrilleros y la población civil en zonas afectadas por el accionar de grupos sucesores del paramilitarismo.

Tras analizar el periodo comprendido entre el 1 y el 14 de enero, subraya que desde la firma de los acuerdos de La Habana entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP no había habido un inicio de año tan violento «en términos de masacres, enfrentamientos armados y amenazas de muerte a líderes sociales».

La JEP ha registrado 6 masacres, 5 muertes por arma de fuego de exguerilleros de las FARC-EP en proceso de reincorporación, 14 homicidios de líderes sociales, uno cada 41 horas, 13 amenazas de muertes contra ellos, el secuestro de dos líderes sociales, 14 enfrentamientos armados entre diversas estructuras y la Fuerza Pública y 7 enfrentamientos entre grupos armados.

Respecto al «patrón de asesinatos de excombatientes de las FARC-EP, la presencia de un tipo de estructura ilegal no explica per se la ocurrencia de homicidios de desmovilizados. De hecho, en municipios donde sucedieron estos hechos victimizantes se registra presencia y actividad de diferentes tipos de disidencias y grupos sucesores del paramilitarismo».

Remarca que «cada cuatro días se perpetró una masacre, lo que revela la alta frecuencia de este fenómeno a inicios de 2021. Esta modalidad de violencia letal que genera zozobra en la población civil dejó 18 víctimas, entre ellas dos menores de edad».

A consecuencia de estas masacres, 57 familias y 200 personas se han visto desplazadas forzosamente y 80 familias están confinadas en Tibú desde el 28 de diciembre de 2020 por los combates entre el ELN, los Rastrojos y el Ejército colombiano.

Incide también en que «hay una mayor iniciativa de combate por parte de la Fuerza Pública hacia las diferentes estructuras, pues se registraron 14 enfrentamientos armados, la cifra más alta desde la firma del Acuerdo de Paz».