El debate refleja a Illa como única alternativa unionista a otro gobierno independentista
El debate principal para el 14F ha abordado el futuro de Catalunya desde el prisma político y también sanitario. ERC ha descartado la posibilidad de un «tripartit» con PSC y ECP, dejando como única vía un gobierno de Illa con el apoyo unionista o uno independentista.
El plató de TV3 ha acogido este martes noche el principal debate con los candidatos a la presidencia de la Generalitat con representación en la cámara, esto es, Ciudadanos, PDeCAT, ERC, PSC, En Comú Podem, CUP y PP, a los que se ha añadido los grupos «de interés político» Vox y Junts per Catalunya. El director de TV3, Vicent Sanchis, ha sido el encargado de moderar las intervenciones de los candidatos Carlos Carrizosa (Ciudadanos), Àngels Chacón (PDeCAT), Pere Aragonès (ERC), Salvador Illa (PSC), Jéssica Albiach (ECP), Dolors Sabater (CUP), Alejandro Fernández (PP), Ignacio Garriga (Vox) i Laura Borràs (Junts).
Durante las tres horas que ha durado el debate, Sanchis ha introducido temas como la gestión de la pandemia y sus efectos económicos, los posibles acuerdos parlamentarios o la relación entre Catalunya y el Estado español.
Precisamente este tema, el de la autodeterminación, ha centrado gran parte del debate, incluso en bloques destinados a otros puntos. Los posicionamientos han estado claros: por un lado, Aragonès, Borràs y Sabater han destacado una vez más la importancia de «un referéndum de autodeterminación» y «la libertad de los presos políticos catalanes».
En sus discursos, han interpelado directamente a Albiach sobre la postura de su partido. Concretamente, Aragonès le ha recordado que su defensa de la libertad de los presos es incompatible «con un gobierno con Illa», mientras que Borràs ha destacado que «el principal problema de Catalunya es la dependencia con España» y que el 1 de octubre los catalanes ya decidieron que querían un modelo de «relaciones bilaterales, de estado a estado».
Desde el PSC, Illa ha defendido frente a Ciudadanos, PP y Vox que los independentistas «tienen derecho a expresarse» y ha apostado por el diálogo «dentro de la ley». Más contundentes se han mostrado Carlos Carrizosa y Alejandro Fernández, apelando a la «convivencia» y la «concordia desde la ley», mientras que Garriga, en una demostración de lo que puede conllevar la entrada de Vox en el Parlament, ha aportado la dosis de crispación relacionando el gobierno independentista con «la delincuencia en las calles» y «la creciente islamización de Catalunya».
¿«Tripartit» o gobierno independentista?
Aunque las referencias a posibles pactos han sobrevolado todo el debate, ha sido en el bloque final cuando se han puesto sobre la mesa las preferencias de cada partido para formar gobierno. Así, Borràs ha preguntado a Aragonès si aceptarán los votos del PSC para formar un tripartito con ECP, ya que «en Madrid, entre Junts o PSOE han escogido ir de la mano de Sánchez». Aragonès ha negado rotundamente esta posibilidad y ha añadido que «con el PSC es imposible avanzar hacia la amnistía». El candidato de ERC ha expuesto que su propuesta es «una amplia vía hacia la independencia entre aquellos que comparten la defensa de la autodeterminación y el fin de la represión», cerrando de esta manera la puerta a una reedición del «tripartit».
A su vez, el candidato de ERC ha preguntado por un posible apoyo de Vox a Salvador Illa, ante lo que el exministro ha explicado que no aceptarán los votos ultras «ni por activa, ni por pasiva, ni por perifrástica». Quien sí ha ofrecido su apoyo a Illa, de forma más o menos velada, han sido los candidatos de Ciudadanos y PP. Carrizosa ha llamado a formar «una mayoría constitucionalista», aunque sea «por un solo voto», mientras que Fernández ha anunciado que, si el PP «tiene la llave», aprovecharán la oportunidad de evitar otro gobierno independentista.
Finalmente, los tres partidos que pueden ser claves en la formación de un futuro gobierno han mostrado opiniones dispares: Sabater, de la CUP, ha apostado por «cerrar el paso al 155» y se ha mostrado favorable a un gobierno independentista; Albiach, de ECP, ha reivindicado que el voto a su formación «servirá para tener más cerca un gobierno de izquierdas» con la presencia de ERC y PSC; y la candidata del PDeCAT, Àngels Chacón, ha negado a Illa el apoyo de su partido, aduciendo que hace falta «unidad estratégica independentista, un referéndum pactado y reconocimiento internacional».
Gestión de la pandemia
En cuanto a la gestión de la pandemia, Illa ha centrado buena parte de las críticas de los demás candidatos en su condición de exministro de Sanidad. El ahora candiato del PSC ha alegado que la pandemia llegó a Catalunya «en el peor momento, tras diez años de decadencia», en referencia al tiempo transcurrido desde que se puso en marcha el «procés», y ha achacado a los demás grupos que sólo Ciudadanos ofreció su apoyo en Madrid durante el estado de alarma, incluyendo a los socios de gobierno de ECP.
Por su parte, ERC, ECP y CUP han coincidido en reivindicar la sanidad pública como herramienta para superar la actual situación sanitaria, mientras que Borràs ha destacado el trabajo del president Torra durante los meses de pandemia.
Partidos bisagra
La entrada de nuevos actores en el debate electoral no ha alterado la correlación de fuerzas entre formaciones políticas, aunque sí que han provocado tensión entre algunos grupos que podrían considerarse «partidos bisagra». Exceptuando alusiones puntuales, sólo PP y Ciudadanos han intercambiado posturas e incluso acusaciones con el candidato de Vox, Ignacio Garriga. Vox ha permanecido en segundo plano durante la primera parte del debate, hasta que ha acusado al resto de partidos de financiar la «inmigración ilegal», un discurso que le han afeado el resto de grupos e incluso ha provocado un pequeño rifirrafe con Sanchis.
Finalmente, la presidenciable del PDeCAT, Àngels Chacón, ha confrontado a lo largo del debate con las otras fuerzas independentistas, especialmente Junts y la CUP, con temas como la gestión de la pandemia por parte del Govern y la «okupación», respectivamente.