INFO

El Gobierno español reconoce a Francisco Javier Núñez, víctima de abusos policiales en 1977

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, ha recibido este martes en Madrid a Inés Núñez de la Parte, hija de Francisco Javier Núñez, que murió 1977 en Bilbo tras sufrir una paliza y ser obligado a beber ricino y coñac por la Policía española.

Encuentro en Madrid con Ines Núñez de la Parte, hija de Francisco Javier Núñez. (@DenisItxaso)

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, ha recibido este martes en Madrid a la abogada bilbaina Inés Núñez de La Parte, hija de una víctima de abusos policiales en 1977, en un encuentro al que también ha asistido el delegado del Gobierno español en la CAV, Denis Itxaso, quien ha señalado que la historia de Francisco Javier Núñez «provoca un estremecimiento, a la vez que emociona e indigna».

«El reconocimiento del daño que le causaron unos agentes de la Policía es una oportunidad más para avanzar de modo compartido en materia de víctimas, memoria y convivencia. Este tipo de atrocidades requiere de todos una memoria crítica, clara y honesta. Y eso necesariamente implica el reconocimiento del daño injusto que se infligió a Francisco Javier Núñez», ha añadido Itxaso.

En la Semana Pro Amnistía

Francisco Javier Núñez murió tras recibir una paliza y la ingesta forzada de aceite de ricino y coñac a manos de agentes policiales 23 de febrero de 1977, y fue la última víctima de la Semana Pro-Amnistía de 1977 en Bilbo.

Sufrió una paliza por parte de dos policías en el portal de su casa y cuando días después fue a denunciarlos le volvieron a maltratar, hasta el punto de que falleció unas semanas después.

Francisco Javier Núñez, profesor de matemáticas, fue reconocido como víctima por la Comisión de Valoración que se puso en marcha tras la aprobación del decreto de reparación de víctimas abusos policiales que elaboró en 2012 el Gobierno autonómico que presidió Patxi López.

Durante la Semana Pro-Amnistía de mayo de 1977, Núñez, quien entonces tenía 38 años, se topó con una manifestación en el centro de Bilbo cuando regresaba a casa con su hija Inés, de tres años y medio.

En ese momento, fue golpeado por la Policía Armada en el entorno de su portal. Tras permanecer dos días en cama, acudió al juzgado a denunciar lo ocurrido, desde donde dieron aviso a los agentes que le habían agredido, quienes le obligaron a entrar en una furgoneta en la que le trasladaron y donde le forzaron a beber con un embudo aceite de ricino y una botella de coñac. Núñez ingresó en el hospital debido a los daños provocados por esta ingesta y falleció unos días después.