AstraZeneca para mayores de 65 años y vacunación ambulatoria en el Estado francés
La Alta Autoridad Sanitaria francesa actualiza recomendaciones para acelerar la vacunación. Constata que no se trata tanto de abrir ‘vacunódromos’ como de acercar las vacunas a la gente a través de la consulta del medico o la farmacia. Avala además inyectar la AstraZeneca a mayores de 65 años.
La campaña de vacunación arrancó en enero en el Estado francés, con varias semanas de retraso con respecto a otros socios europeos.
Inicialmente, y al disponerse solo de la vacuna Pfizer, la inmunización arrancó en los hospitales de referencia, en el Hospital de Baiona en el caso de Ipar Euskal Herria, y desde allí se fueron abriendo centros de vacunación conocidos popularmente como ‘vacunódromos’.
En Zuberoa, Nafarroa Beherea y Lapurdi hay actualmente media docena de centros de vacunación, aunque la dispensa a cuentagotas de las vacunas ha hecho que coger una cita se convierta en un calvario, sobretodo tras extenderse las franjas de edad y sectores de vacunación, a partir de la llegada de las primeras dosis de los compuestos de Moderna y sobre todo de la vacuna de AstraZeneca.
Precisamente la Alta Autoridad Sanitaria (HAS) francesa avala en el informe que ha difundido hoy que esa última vacuna se suministre también a las personas mayores de 65 años de edad.
Tras sus recomendaciones de 30 de noviembre y 17 de diciembre sobre cómo planificar «con rigor y transparencia» el programa de vacunación, ese organismo consultivo ha hecho público un nuevo informe con las nuevas recomendaciones para que la campaña de vacunación pase, de una vez por todas, a un ritmo superior.
A este fin, actualiza pautas y plantea implicar a «más cuerpos sanitarios» en la campaña de vacunación que, en el periodo actual debería pasar, estima ese organismo, de los hospitales o centros de vacunación «a las consultas de los médicos».
Que la vacunas busquen a la gente, y no al revés
Esa sería una etapa de transición, ya que la HAS estima que para vacunar a más ciudadanos en menos tiempo se debe cambiar el sentido: no se trata de que los ciudadanos deban desplazarse, en ocasiones haciendo grandes distancias, para obtener la vacuna.
Desde una perspectiva de igualdad, son las vacunas las que deben buscar a los ciudadanos y no al revés, valora este organismo, que hace hincapié en que esa es una premisa inexcusable para que el proceso de inmunización alcance a personas aisladas o en precariedad social.
De ahí que, conforme aumente la llegada de dosis, la HAS plantee al Gobierno francés que no solo se dispense la vacuna en las consultas de los médicos de cabecera, sino también por parte de matronas, en gabinetes de enfermería y «lo antes posible» en farmacias.
La recomendación de la Alta Autoridad Sanitaria respecto a las vacunas ARNm es clara: los responsables políticos deberían dar prioridad a aquellas vacunas que por su menor complejidad, en cuanto a número de dosis, conservación y proceso de inyectado, puedan ser distribuidas con mayor celeridad en el conjunto del Hexágono.
El informe vuelve en este punto a detenerse en la recomendación de extender la vacunación con el compuesto de AstraZeneca también a personas mayores de 65 años, que ya ha asumido por el Ministerio de Sanidad que dirige Olivier Véran, aunque limitando de momento la vacunación con ese compuesto a la franja 65-75 años.
«Sobre el plan logístico, las condiciones de conservación de la vacuna de AstraZeneca deberían permitir una simplificación del proceso de vacunación y deberían ayudar también a convencer a las personas concernidas al facilitarles el acceso a las vacunas de una forma ambulatoria, mediante equiparaciones móviles, que no deberían tardar en llegar no ya a farmacias o consultas, sino incluso a oficinas y lugares de trabajo», considera la HAS, que reitera la necesidad de servirse de dispositivos ambulantes -ya utilizados en Nafarroa- para descongestionar centros de vacunación y llevar las dosis allí donde viven sus receptores.
Patologías a priorizar
Aunque en la actual fase 2, y más en la 3, el espectro de vacunación se irá abriendo progresivamente al conjunto de la ciudadanía, la Alta Autoridad Sanitaria francesa considera que no hay que perder de vista que la prioridad sigue siendo la protección de «quienes más lo necesitan».
En la primera fase dio prioridad a residentes, profesionales de salud y cuidados, mayores de 75 años y enfermos crónicos con ciertas dolencias susceptibles de agravarse con la covid-19.
En este nuevo informe la HAS actualiza «a la vista de la nueva literatura vacunal» la lista de patologías.
Así, recomienda vacunar prioritariamente a personas «con alto riesgo de fallecimiento», entre las que incluye a personas con trisonomía 21, pacientes trasplantados, personas que padezcan insuficiencia renal (tratamiento de diálisis) y personas con cuadros graves de enfermedades raras o discapacidades severas.
También cita en la lista de patologías la diabetes ( tipo 1 y 2), la obesidad (IMC superior a 30), el cáncer, la bronconeumonía crónica obstructiva (BPCO), la insuficiencia cardiaca y respiratoria, la hipertensión arterial agravada, la hepatitis crónica, las disfunciones psiquiátricas, la demencia, o tener antecedentes de accidente vascular cerebral (AVC).
Por franjas de edad
Con todo, el criterio principal que debe guiar esta fase de vacunación sigue siendo, insiste la HAS, la edad, por lo que insiste en avanzar más rápido en la inmunización de todas las personas de más de 75 años de edad, empezando por las que tienen al menos tres patologías que contribuyen a aumentar la mortalidad de la covid-19.
A partir de ahí, el criterio de edad, sumado a la presencia de polipatologías, se aplicaría para extender la vacunación a personas de entre 65 y 74 años de edad, luego a aquellas con edades comprendidas entre 50 y 64 años, y finalmente a las que tienen entre 19 y 49 años.