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El Museo Vasco de Bilbo presenta un depósito externo que albergará 50.000 piezas

El Museo Vasco Bilbo ganará superficie expositiva con el traslado de más de 50.000 piezas a un depósito externo situado en Zamudio. El proyecto cuenta con un presupuesto de 1,76 millones de euros y la mudanza de los fondos se prolongará hasta la segunda mitad del año.

Aburto junto a Rementeria en Zamudio. (Ayuntamiento de Bilbo)

El Museo Vasco de Bilbo-Euskal Museoa ampliará su superficie expositiva con el traslado a su nuevo depósito externo en Zamudio de más de 50.000 piezas de su colección, conservadas hasta ahora en nueve almacenes.

La adecuación del nuevo recinto ha contado con una inversión de 1,76 millones de euros a cargo de Ayuntamiento de Bilbo y de la Diputación de Bizkaia y la mudanza completa de los fondos, de la que ya se han trasladado 25.000 objetos, finalizará en la segunda mitad del año.

El nuevo depósito, que cuenta con 1.150 metros cuadrados, ha sido presentado este lunes a los medios de comunicación en una visita que ha contado con la presencia del diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria; del alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto; la directora del Museo Vasco, Sorkunde Aiarza; la diputada foral de Cultura, Lorea Bilbao; y el concejal de Cultura, Gonzalo Olabarria.

El objetivo es que el Museo Vasco de Bilbo cuente con mayor espacio para exposiciones, al utilizar a partir de las próximas obras de ampliación las estancias utilizadas hasta esta fecha para el almacenaje de los 50.000 objetos que se custodiarán en el nuevo depósito externo.

Las nuevas instalaciones destacan por contar con un equipamiento de última generación que ofrece un mobiliario de almacenamiento que tiene integrado un sistema de gestión propio que facilita la trazabilidad, localización y consulta de los fondos.

Este sistema de gestión, instalado en los dos tipos de almacenamiento del depósito (tipo fijo y abierto, y tipo cerrado y rodante electrónico) permite el control inmediato de objetos gracias a la combinación de su avanzado software, códigos QR situados en cada objeto y cada tipo de ubicación (sector, bloque, modulo, balda, cajón, malla o barra de percha) y un dispositivo móvil PDA para ubicar cada objeto en una localización.

Además, esta tecnología permite que el proceso de traslado de la colección del museo esté controlado desde el origen hasta el destino. De esta forma, el Museo Vasco ha podido trasladar su colección sin romper esta cadena de información sabiendo en todo momento la localización y la situación en la que se encuentra la pieza simplemente consultando un dispositivo móvil.

«Renovación integral»

El Museo Vasco, tal y como ha explicado su directora, Sorkunde Aiarza, trabaja en la actualidad en su proceso de «renovación integral» y uno de los puntos destacados dentro de este proceso es el traslado de la colección desde los almacenes situados en el edificio de la plaza Unamuno hasta el nuevo depósito.

Aiarza ha explicado que ya han sido acondicionadas en el nuevo almacén más de 25.000 piezas de las reservas del Museo y se estima que el traslado se complete a finales de 2021 incluyendo también la colección que actualmente se encuentra en la exposición permanente.

En cuanto al edificio, no se trata de un almacén sino de un depósito normalizado con control de parámetros ambientales donde cada área está pensada para albergar un tipo determinado de patrimonio; desde los objetos pesados o de grandes dimensiones, como el mobiliario o los aperos de labranza, depositados en estructuras abiertas; a las piezas de pequeño y mediano tamaño, como textiles, monedas y cerámicas, en compactos rodantes.

El Museo Vasco ha dedicado «especial atención» a la ubicación del textil y de la obra gráfica que, debido a su delicadeza, cuentan con una sala independiente con condiciones ambientales adecuadas a sus necesidades, y un sistema hidrófugo. En caso de incendio se produciría el vacío en ese espacio y el sistema apagaría el fuego en pocos minutos sin dañar la colección ubicada en el compacto.

La gestión total de todo este equipo de control climático y de prevención y extinción de incendios del edificio se realiza desde una sala de control que cuenta con todas las garantías para la buena conservación de las piezas.

Para ello, se ha estudiado el depósito con el fin de conseguir un máximo aprovechamiento del volumen dando el espacio correspondiente a cada pieza que ahora están convenientemente reubicadas en condiciones óptimas de conservación.

«Memoria viva»

En su intervención, Aburto ha señalado que «este depósito va a custodiar la memoria viva de Bilbao y Bizkaia de los últimos cien años». También ha remarcado que el traslado es un proceso «delicado y complejo» pero que va a permitir, por un lado, acometer la «tan esperada ampliación» y, por otro, «catalogar y custodiar de manera minuciosa la colección por primera vez desde su fundación hace un siglo».

El alcalde ha añadido que el Museo Vasco de Bilbo se prepara, de esta forma, «para crecer, para complementarse con otros espacios culturales de la ciudad y del territorio», con lo que se ha mostrado convencido de que «se va a consolidar como un museo renovado y moderno de la categoría internacional que Euskadi se merece, siempre mirando hacia al exterior sin perder la vista su entorno y con una misión clara: la difusión de la cultura vasca».