Marcelino: «Ahora mismo todos quisieran ser futbolistas del Athletic o la Real»
El técnico del Athletic, Marcelino García Toral, y el capitán Iker Muniain han comparecido en rueda de prensa previa al último entrenamiento antes de la final. Muniain ha destacado que ve al equipo «tranquilo» y el entrenador ha reiterado que la clave estará «en los detalles».
El descuidado por fuera y engalanado para la ocasión por dentro estadio-hotel de La Cartuja ha recibido a la expedición rojiblanca con el termómetro por encima de los veinte grados, nubes y claros en el firmamento hispalense y ni un alma, más allá de un par de adormilados felinos, gatos que no leones, en las inmediaciones de un recinto que no ha visto una brigada de limpieza en su peladura desde que la navarra Amaia Romero y su coro de “triunfitos” dieran la nota aquí, allá por el verano de 2018. El “Wembley español” como aspira a convertirlo la Junta de Andalucía, y que hace unos meses fue apodado el «vertedero olímpico» por los kilos y kilos de escombros que crecían a escasos metros de él. Un escenario, sensaciones huérfanas de todo tipo al margen, sobre el que se ha ejercitado a última hora de la tarde de hoy el plantel de un Marcelino García Toral que ha comparecido ante la prensa minutos antes, acompañado del capitán Iker Muniain.
Parco en palabras el navarro, cuestionado más por las sensaciones que por el aspecto meramente futbolístico, ha venido a decir que ve al equipo «tranquilo» y con «ganas de disputar esta final, sin descentrarnos por ver a la gente tan ilusionada de levantar una Copa tantos años después». Lo importante, ha añadido, «es hacer las cosas bien y plasmar lo preparado estos días». Será ante un partido «impredecible», en el que ha avisado «hay que manejar cosas, la ansiedad, la tensión, los ritmos, tranquilidad en momentos de máximo estrés, pequeñas cosas que suman a favor de tu equipo si las sabes controlar».
Una idea en la que ha insistido su técnico. Marcelino García Toral ha reiterado la importancia de los «detalles». Y se ha extendido en su explicación: «En un partido siempre hay claves. Pero la clave aquí va a ser quien domine los detalles. La Real es un buen equipo, que juega buen fútbol, con una identidad clara con Imanol, pero lo que decidirá la final será concretar las oportunidades de gol, tomar buenas decisiones y conseguir equivocarnos lo menos posible. Si lo hacemos tendremos la victoria más cerca». Porque tiene claro que «cada uno intentará imponer su ideal táctico, el físico será importante y controlar el estado emocional también los será. Y quien lo domine mejor, y tenga acierto en esos momentos puntuales, ganará el partido», ha augurado.
Toda la expedición rojiblanca guarda un gran recuerdo de La Cartuja. Pero son conscientes de que este es otro partido, otra final. «Tenemos la máxima humildad hacia el rival. Pero también la ilusión a la vez de ser campeones. De jugar un gran partido. De ser superiores», ha matizado y a la vez enfatizado el técnico del Athletic.
Ilusión sin afición. No habrá público. Lo seguirá desde casa. Muniain ha pedido «responsabilidad» ante tanta ilusión generada, aunque reconozca que «la pasión es incontrolable». Marcelino García Toral ha puesto el énfasis en esa sensación que une a afición y jugadores. «Que disfruten de este partido, que a aquel sueño de niño, cuando se pusieron la camiseta del Athletic, de jugar en el primer equipo, le seguía un segundo sueño que era era jugar una final. Y están en esa situación. Ahora mismo todos quisieran ser futbolistas del Athletic o la Real. Porque un sueño se puede convertir en realidad», ha sido su mensaje a los suyos.
Las cartas sobre la mesa. Las intenciones también. «Estamos convencidos de la victoria», ha reiterado Muniain. «Estoy convencido y lo veo en mis futbolistas, que están preparados y seguro van a resolver cualquier dificultad que se presente», ha finalizado el entrenador rojiblanco.