800 euros por ver la final de Copa vasca desde la habitación del hotel de la Isla de La Cartuja
Unos pocos aficionados de Real y Athletic van a ser los únicos que van a presenciar en vivo sin recurrir a la televisión un derbi histórico gracias a la posibilidad detectada por algunos de reservar las pocas habitaciones del hotel que dan al campo de fútbol a cambio de una buena cantidad de dinero.
Los enviados especiales de los medios de comunicación vascos buscamos por todo Sevilla lo que no hay para hacer una crónica de ambiente y no tenemos más alternativa que dar su momento de gloria a los pocos aficionados que vemos con una camiseta de la Real y del Athletic. Es como si unos periodistas austriacos fueran a hacer reportajes de esquí alpino a las playas de Almería porque el ambiente está en Euskal Herria.
Uno se fue por el centro de Sevilla para ver si había algo para poder escribir un reportaje diferente de ambiente y la única camiseta que he visto ha sido la de un aficionado... del Rayo Vallecano. Ni en la sede de la peña del Athletic del bar de Viña Jarrillera había nadie más que el dueño y José Ituarte, nuestro compañero de ETB.
Para buscar aficionados de la Real y del Athletic, hemos tenido que ir a los hoteles en los que han vivido las horas previas al encuentro los dos equipos, donde los protagonistas han sido los exjugadores invitados por los dos clubes para vivir la gran final.
Por no haber no había ni el ambiente propio de una gran ciudad como Sevilla, que no puede celebrar la Semana Santa y da auténtica pena con muchos negocios cerrados y los pocos abiertos sin apenas público. Los caballos de las calesas y sus conductores se aburren ante la falta de turistas.
Solo unas decenas de aficionados sevillanos de Real y Athletic han podido juntarse en algunos bares de su ciudad ante las cámaras de todas las televisiones para vivir el ambiente previo al partido.
De vuelta al estadio de La Cartuja, el mayor ambiente está en el parque del Alamillo que lo rodea. Es lo mejor que han hecho en esta zona para dar un espacio verde para que respire la ciudad, mucho más productivo que las toneladas de cemento que se han despilfarrado en toda la Isla de la Cartuja en los últimos 30 años.
Un hotel como si fuera un palco
Pero lo curioso es que la nota más reseñable para hacer un reportaje de ambiente está en nuestros vecinos de habitaciones en la cuarta planta del hotel Isla Cartuja, en el que hemos vivido el fin de semana de la final más especial de la historia. Hay unas habitaciones cuyas ventanas dan al campo, que también se puede ver perfectamente desde el restaurante que está en la primera planta y desde el pasillo de la cuarta.
Desde allí pudimos ver los entrenamientos de Real y Athletic previa a la final y a todos los operarios que han trabajado durante los últimos días para que el campo esté en el mejor estado y a la noche alguno ya gritaba por el pasillo a favor de su equipo.
Hay unos pocos aficionados de Real y Athletic en el hotel, preguntas y han llegado a pagar 800 euros por una noche para ver la final desde su habitación en el único hotel que está completo porque los que no tienen esa opción podrán verlo desde el restaurante o desde el pasillo de la cuarta planta.
Y la vista es espectacular porque hemos desayunado viendo el campo como si estuviéramos en un palco de Anoeta o de San Mamés. Aquí la gente se entera de todo y no solo seremos los invitados por los dos clubes, todos los trabajadores y los periodistas los que podremos contar a nuestros nietos que hemos visto la primera final de Copa entre Real y Athletic a puerta cerrada. Algunos podrán decirles que pudieron verla por 800 euros la noche. Un capricho al alcance de unos pocos.