Bidaideak se queda sin final de Champions, apabullado por el vigente campeón (63-85)
Los de Adrián Yáñez han competido los primeros 18 minutos, pero tras llegar con 35-42 al descanso y arrimarse 56-62 en el último cuarto, el último tramo ha sido un chorreo por parte del RSB Thuringia Bulls. Los bilbainos tendrán la opción de jugar por la tercera plaza este domingo a las 17.30.
BIDAIDEAK BILBAO BSR 63 - RSB THURINGIA BULLS 85
La escalada continental de Bidaideak Bilbao BSR se tendrá que demorar al menos una temporada más, después de que los de Adrián Yáñez hayan quedado apeados de la final por el RSB Thuringia Bulls. Los vigentes campeones –de 2019– de Europa han sometido a los bilbainos después de 18 minutos muy igualados, demostrando a los bilbainos que atacar la cima siempre es lo más difícil de toda escalada. Eso sí, a falta de ocho minutos y medio los bilbainos se han arrimado 56-62, pero en adelante los teutones han sacado el rodillo.
Bidaideak va a tener pesadillas sobre todo con dos jugadores: Vahid Gholamazad, autor de 25 puntos, 19 rebotes y 5 asistencias, mientras que la otra pata «de los horrores» del cuadro alemán ha sido Aliaksandr Halouski, que se ha ido hasta los 25 puntos. Ellos dos han sido los artífices de la paliza del Thuringia, aunque su corta rotación –no se han andado con florituras ante Bidaideak– ha sido excepcional. Cinco de sus seis jugadores han llegado a los 10 puntos y todos ellos, los seis, han mostrado una defensa durísima y un tremendo criterio a la hora de mover el balón y moverse sin él.
En el bando bilbaino Jordi Ruiz ha sido el máximo anotador con 18 tantos, pero los ha anotado todos en la primera mitad, ya que la defensa teutona se ha encargado de hacerle vida imposible en adelante. Como es habitual en él Asier García ha rozado el triple doble con 12 puntos, 7 rebotes y 14 asistencias, pero el capitán ha estado muy superado ante una defensa sin concesiones. Luis Eduardo Jasso ha anotado 16 puntos, pero su inferioridad reboteadora respecto a Gholamazad ha impedido igualar el juego de la pintura de Thuringia.
Los de Adrián Yáñez no han terminado aún. Pese a no poder optar al triunfo en la Champions Cup, jugarán por la tercera plaza a partir de las 17.30. El sexto en el ranking continental será cuarto, en el peor de los casos. La derrota siempre es amarga, pero sigue siendo un paso adelante.
A todo ritmo desde el inicio
Decía el finado Antonio Díaz-Miguel o los técnicos de la extinta Yugoslavia después de sus viajes de aprendizaje por los Estados Unidos, que la mayor diferencia estribaba en la velocidad de ejecución de los sistemas. Bidaideak y Thuringia han brindado un partido jugado a un ritmo endiablado, con el agravante de que ambos equipos apenas suelen echar mano de las rotaciones. Con errores debido a esa velocidad de ejecución, ambos bandos han ofrecido momentos de juego brillantes.
Brillante, pero no exento de dureza, sobre todo a la idea de enfocar los bloqueos para dar ventaja a los lanzadores o los «body check» para «ensuciar» esas salidas de bloqueo. Como los árbitros, como bien advertía Asier García antes de partir hacia Wetzlar, han dejado jugar bastante, eso ha repercutido en el nivel físico de desgaste del duelo.
El arranque ha sido con una iniciativa clara de Bidaideak Bilbao BSR. Jasso ha empezado haciendo mucho daño en la pintura, al tiempo que sendos «dos más uno» de Jordi Ruiz y Asier García han dado las primeras ventajas a los bilbainos. Estas nunca han sido muy grandes, no más de cuatro puntos, pero casi siempre ha discurrido por delante el conjunto de Adrián Yáñez, con el único lunar de no atinar a parar a Vahid Gholamazad, algo así como el referente interior alemán.
El vigente campeón ha ido calentando y, pese a alcanzar el segundo cuarto con 18-16 para los vizcainos, Halouski ha entrado en acción. El alero no ha tardado en poner a los Bulls por delante, pero se ha topado con un Jordi Ruiz haciendo honor a su apelativo «Jordan», ya que por momentos ha dado un clínic de lanzamiento desde la media distancia, muy bien «alimentado» por Asier García.
No obstante, el Thuringia ha hecho gala de una circulación de balón a velocidad endiablada. Gholamazad y Halouski han seguido martilleando el aro bilbaino sin piedad, y un par de acciones del veterano Lindén –jugador que al parecer ha regresado a la élite tras cuatro años de retiro– han complicado aún más mantener el marcador igualado.
Jordi Ruiz ha colocado el 35-33 en el marcador a dos minutos y medio para el descanso, pero Bidaideak no ha podido anotar más, incapaz de sobrepasar la dura defensa alemana, que además ha optado por correr con mucho acierto debido a su calidad en el pase y en los tiros cercanos. Así las cosas, un parcial de 0-9 ha enviado a los vestuarios a los entrenados por Adrián Yáñez con un preocupante 35-42 adverso.
Pese a los 18 tantos de Jordi Ruiz y los 12 de Jasso, los bilbainos se han topado con Halouski autor de 15 puntos al receso, 16 de Gholamazad –más 10 rebotes y 4 asistencias–, y las aportaciones de Lindén y Bienek, un tirador este último bien vigilado por los vizcainos. ¡Menos mal que el porcentual de triples de Thuringia ha sido de 1 de 7 tras los 20 primeros minutos!
Los Bulls sacan sus recursos
La renta alemana ha llegado hasta los 11 puntos, 37-48, al poco rato de comenzar el tercer asalto, y para colmo de males, Jordi Ruiz ha visto una técnica más que rigurosa al gritar al oído (sic) a un lanzador del Thuringia.
Los de Adrián Yáñez han apretado los dientes, como es costumbre en ellos, y un par de canastas de Asier García ha guiado un parcial de 6-1 que ha vuelto a meter a Bidaideak en el partido.
Pero tras el tiempo muerto de Thuringia, los Bulls han vuelto a escaparse. Albrecht, inédito en la anotación en la primera mitad, se ha unido a los anotadores, al tiempo que la defensa teutona ha apretado un par de puntos más, más allá de las protestas bilbainas. Gholamazad ha demostrado un dominio del juego realmente espectacular, y el juego en transición de Albrecht ha supuesto la máxima renta para el Thuringia: 48-60 a falta de un minuto, preludio del 50-62 con el que ha llegado el duelo a sus diez últimos minutos.
Minuto y medio de esperanza
Díaz y Mouriz han conseguido un prometedor parcial de 4-0 en el primer minuto del cuarto final. La defensa, no hace falta remarcarlo, ha subido varios enteros porque si no, no habría ninguna opción de remontada, y de hecho, tras el 56-62 convertido por Hernández, el técnico del Thuringia ha tenido que pedir tiempo muerto.
Quedaban ocho minutos y medio, pero en los siguientes dos minutos y medio los alemanes han conseguido un parcial de 0-6 de vuelta de la mano de Halouski, Gholamazad y Lindén, aparte de conjurándose para cerrar el rebote y evitar segundas opciones a Bidaideak.
El parcial de los Bulls se ha estirado hasta un 56-72 ya prácticamente ilevantable, con Halouski y Gholamazad causando un destrozo irreparable desde la media distancia en la defensa bilbaina.
De hecho, Halouski ha tenido un final de partido brutal, al punto de desesperar a un Bidaideak que por primera vez en mucho tiempo, ha recibido una paliza en toda regla. Claro, contra el vigente campeón continental.
FICHA DEL PARTIDO
Bidaideak: Asier García (12), Jordi Ruiz (18), Díaz (6), Blair (2) y Jasso (16) –quinteto inicial–, David Mouriz (5) y Jhon Hernández (4).
Thuringia: Gholamazad (25), Halouski (25), Albrecht (14), Bienek (11) y Visser –quinteto inicial–, Joakim Lindén (10).
Parciales: 18-16, 17-26, 15-20, 13-23.