INFO

Muere de un infarto un empleado de Refractarios Kelsen de Aduna

Un empleado de la empresa Refrectarios Kelsen de Aduna ha muerto tras sufrir un infarto cuando se encontraba trabajando, según ha informado LAB.

Movilización sindical para reivindicar «tolerancia cero» ante los accidentes laborales. (Iñigo URIZ/FOKU)

Un empleado de Refractarios Kelsen de Aduna murió ayer al sufrir un infarto mientras trabajaba, lo que le causó la muerte en el acto, según ha informado LAB. 

Con este son al menos 21 los trabajadores muertos desde el comienzo de año en Euskal Herria en accidente laboral. Además, Joaquín Beltrán sigue desaparecido desde hace 15 meses y 5 días en el vertedero de Zaldibar, ha recordado el sindicato abertzale.

LAB ha trasladado su «solidaridad y apoyo» a los familiares y compañeros del  fallecido y ha incidido en que «los infartos o el hecho de que se dé una dolencia vascular circulatoria en el trabajo, no son casualidad. No es que lo ocurrido, tal y como dice la patronal, no tiene nada que ver con el trabajo», ha enfatizado.

Ha destacado que este tipo de accidentes «se producen en determinados trabajos y bajo determinadas condiciones. La presión laboral, el estrés o los ritmos de trabajo son factores indispensables y en la mayoría de los casos, los más determinantes, junto con las condiciones de vida y trabajo».

En esa línea, ha denunciado que los accidentes no traumáticos, los infartos y los ictus «se han convertido en la primera causa de accidentes laborales mortales» y ha recordado que, en lo que va de año, «cinco han sido los trabajadores fallecidos por esta misma causa». El último fue el pasado 3 de mayo en una empresa de Zornotza.

La central abertzale sostiene que «los accidentes laborales, tanto traumáticos como no traumáticos, no son fruto del azar o la casualidad, son el resultado de las relaciones laborales que se dan, de la precarización, la normativa laboral, la subcontratación y del actual mercado de trabajo».

Por ello, reivindica que «necesitamos vivir y trabajar dignamente y tenemos derecho a volver sanos y sanas del trabajo» y defiende que «la única manera de acabar con esta lacra individual, familiar y del conjunto de la sociedad es la lucha y la organización. Necesitamos un cambio de las relaciones laborales y de las reglas de juego, un nuevo modelo que priorice la vida y la salud de los trabajadores por encima de todo lo demás».