Miles de policías en París por más rigor penal junto a ultraderecha, ministro y alcaldesa
Miles de policías (35.000 según sus fuentes) han marchado hoy por París para reclamar endurecimiento penal contra sus agresores y presentarse como víctimas. No quedan lejos episodios de violencia policial como los protagonizados contra los «chalecos amarillos».
Miles de policías se han manifestado este miércoles en París exigiendo penas más duras para quienes atenten contra la autoridad, después de la muerte hace un par de semanas de un compañero en la ciudad de Aviñón.
El grupo de manifestantes, unos 35.000 según los organizadores y 10.000 de acuerdo con las estimaciones oficiales, ha marchado hacia la Asamblea Nacional en donde se ha leído un manifiesto en el que se ha defendido la necesidad de «castigar duramente a los pequeños delincuentes».
La protesta ha contado con la presencia de dirigentes de ultraderecha, pero también del ministro del Interior, Gerald Darmanin, o de la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, que ha pedido reconocimiento para los agentes y un «diálogo sereno» entre Policía y ciudadanía.
La líder ultra Marine Le Pen ha preferido quedarse en Burdeos, donde ha querido mostrar todo su apoyo a la Policía, la cual, ha dicho, no cuenta con el reconocimiento adecuado y sus agentes «trabajan en condiciones precarias y sumamente difíciles», cuenta la cadena francesa BFMTV.
Una de las figuras que ha sido fuertemente criticada durante las protestas ha sido el ministro de Justicia, Eric Dupond Moretti, quien en el interior de la Asamblea Nacional ha criticado los intentos «electoralistas» y «cínicos» de intentar enfrentar a la Policía y a los jueces.
«Como ciudadano hubiera podido estar en esta manifestación para dar mi apoyo a los servicios policiales. Lo que parece peligroso para nuestra democracia es oponer constantemente, con fines electorales y con cierto cinismo, a la Justicia con la Policía». Ambas instituciones «están en el mismo barco republicano», ha remarcado.
Sin embargo, para algunos políticos de la oposición, como el líder de Francia Insumisa, Jean Luc Mélenchon, las manifestaciones han tenido un carácter «faccioso» y ha criticado que «al amparo de la emoción» por la muerte de algunos policías, «se aproveche para hacer peticiones que ya existen en la ley y no para pedir lo necesario».
En las últimas semanas la violencia contra los agentes de la Policía francesa ha tomado especial relevancia en la opinión pública del país después de varias muertes. Pero cabe recordar que hace poco más de un año eran las fuerzas policiales las que estaban en el ojo del huracán por las cargas contra las protestas de los «chalecos amarillos», en las que se contaron al menos 24 personas mutiladas.
En Euskal Herria son conocidos los casos de Lola Villabriga y Antoine Boudinet. Este último joven, de Baiona, perdió una mano por una granada policial, mientras Villabriga sufrió una fractura en el rostro por un pelotazo.