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Sánchez defiende los indultos y la reforma del delito de sedición para rebajar las penas

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha restado importancia al «coste» político que pueda tener para su Ejecutivo el indulto de los políticos catalanes encarcelados y ha abogado por rebajar las penas por sedición.

Sánchez ha comparecido tras su encuentro con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. (Sergio PÉREZ/AFP)

El mandatario español Pedro Sánchez ha apostado por abrir «una nueva etapa» que deje atrás «un mal pasado» y ha añadido que «ayudar a resolver problemas no representa un coste» y que un posible indulto a los líderes independentistas catalanes será por bien de la «cohesión» y la «concordia».

Ha sido durante la rueda de prensa tras la cumbre hispano-polaca celebrada este lunes en Alcalá de Henares, en la que el presidente del Ejecutivo ha dejado claro que esa decisión la tomará el Gobierno «en conciencia» y no pensando en los efectos negativos que pueda tener o en la dureza de alegatos políticos como el del Tribunal Supremo contra los indultos.

Para Sánchez, lo importante ahora son «los millones de catalanes que quieren vivir en paz y que quieren superar el desgarro emocional» que supuso lo sucedido el año 2017 al transitar «de un mal pasado a un futuro mejor» desde la «concordia» y la «cohesión».

De forma paralela a esa decisión para la que aún no hay fecha, el Ejecutivo español trabaja también en una reforma del delito de sedición para rebajar las penas.

Una modificación que beneficiaría a líderes independentistas como Carles Puigdemont, pendientes de juicio, pero que para Sánchez permitiría homologar este tipo penal al de los «países más avanzados».

Oriol Junqueras en las reuniones

Mientras se barajan  estas medidas, ERC ha instado al Ejecutivo de Sánchez a retomar «lo más pronto posible» la mesa de diálogo sobre Catalunya, que se reunió una sola vez, en febrero de 2020, antes de quedar aparcada por la pandemia.

Aunque aún falta configurar la composición de la delegación catalana en esta mesa de diálogo, ERC ha adelantado que desearía incluir en ella a Oriol Junqueras, uno de los dirigentes independentistas presos afectados por el posible indulto.

Una propuesta que no ha caído bien en las filas del PSC, que ha defendido que lo «lógico es que en la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat participen solo miembros de los respectivos ejecutivos», lo que excluye a Junqueras, que no es conseller.

Tampoco tiene prisa por recuperar esa mesa el propio Pedro Sánchez, que cree que lo primero que toca es reunirse con el nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

«Luego ya habrá tiempo de todas las reuniones que queramos», ha zanjado.