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La presidenta de la patronal vizcaina lamenta que Tubacex no pueda despedir libremente

Carolina Pérez Toledo, que lidera Cebek desde el pasado mayo en sustitución de Iñaki Garcinuño, argumenta que ahora la empresa «está obligada a readmitir o pagar a trabajadores con el coste que esto supone», lo que «agrava mucho su situación».

Carolina Pérez Toledo junto a su antecesor al frente de Cebek, Iñaki Garcinuño. (cebek.es)

La presidenta de la patronal vizcaina Cebek, Carolina Pérez Toledo, ha tildado de «mala noticia» que los tribunales hayan anulado el ERE en las plantas alavesas de Amurrio y Laudio, obligando a Tubacex a readmitir a 129 personas a las que había dejado en la calle de manera fraudulenta (eran 95 despidos y 34 prejubilaciones y bajas incentivadas).  

Pérez Toledo ha mostrado su confianza en que el Tribunal Supremo corrija el fallo del Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), al entender que es «incorrecto» que se le impida utilizar esa herramienta, «con esa prohibición de despedir». Ha lamentado que «entre que se dilucida esto va a pasar mucho tiempo en el que la empresa, en principio, está obligada a readmitir o pagar a trabajadores con el coste que esto supone», lo que «agrava mucho su situación».

La presidenta de Cebek, socia y directora de la plataforma de aprendizaje Learnlight en sus sedes de Bilbo y París, ha subrayado que los salarios en Tubacex «están muy por encima de la media. Hablamos de 50.000-60.000 euros brutos», y ha criticado que cuando la compañía «intentó negociar en su momento ofreciendo una bajada para adaptarse a circunstancias actuales» fue respondida «con conflictividad».

También ha mostrado su desacuerdo con la reacción de la ministra española de Trabajo, Yolanda Díaz, que consideró «una gran noticia» la nulidad del ERE en Tubacex. «Alegrarse de que haya conflictividad y que las empresas vayan mal no es de recibo», ha remarcado.

A su juicio, lo ocurrido con Tubacex «es una mala noticia para el resto de empresas», y ha añadido que «asusta la conflictividad» que hay en «casos concretos», lo que hace de la CAV «un territorio poco atractivo para invertir».

También ha opinado que una reforma laboral para limitar la contratación temporal solo servirá para «encorsetar a las empresas».