La Justicia francesa investiga el espionaje a periodistas con el software israelí Pegasus
La Fiscalía de París ha abierto una investigación por el presunto espionaje a periodistas franceses mediante el uso del software israelí Pegasus, que habría sido usado para intervenir unos 50.000 móviles en todo el mundo. Nuevas informaciones indican que un teléfono de Macron se vio afectado.
El “caso Pegasus” ha llegado a manos de la Justicia francesa tras la publicación el pasado domingo por el consorcio de medios Forbidden Stories, con sede en París, de una información en la que se asegura que de las pruebas analizadas se deduce que en el caso francés los teléfonos habrían sido ‘hackeados’ por Marruecos, cuyo Gobierno niega la acusación.
Esas pruebas habrían sido obtenidas de los propios teléfonos móviles afectados a través de un análisis forense realizado por el laboratorio de seguridad de Amnistía Internacional (AI).
Instalado en un teléfono móvil, el programa Pegasus de la empresa israelí NSO Group permite recuperar los mensajes de texto, fotografías, contactos e incluso escuchar las conversaciones de su propietario.
Según la investigación publicada por diecisiete medios de comunicación de todo el mundo, fueron 50.000 los números de teléfono seleccionados por clientes de NSO desde 2016 que fueron objeto de un posible espionaje.
La lista incluye los números de 180 periodistas, 600 políticos, 85 militantes defensores de los derechos humanos o 65 empresarios.
Investigación abierta por la Fiscalía de París
La investigación abierta por la Fiscalía de París implica una lista de diez delitos, entre ellos «violación a la privacidad», «intercepción de correspondencia», «acceso fraudulento» a un sistema informático y «asociación de malhechores».
El consorcio reveló que periodistas de ‘Mediapart’, como Lénaïg Bredoux y su fundador Edwy Plenel, se encuentran entre los espiados por diversos gobiernos. Según este diario digital, el objetivo de estas filtraciones era «silenciar a los periodistas independientes en Marruecos tras ver cómo se investigaba en el país».
El diario 'Le Monde’ fue quien reveló la información en el Estado francés, según la cual además de los periodistas marroquíes, una treintena de reporteros y jefes de medios franceses figuran en la lista de objetivos de Pegasus.
También el de Macron y otros miembros del Gobierno
Este martes, el consorcio ha indicado que también un teléfono móvil del presidente francés, Emmanuel Macron, figuraba entre los objetivos de este sistema de espionaje. La información no precisa si el teléfono de Macron pudo haber sido finalmente espiado por el programa israelí, ya que para ello hace falta analizar el terminal en busca de la intrusión.
«Si los hechos se confirman, son evidentemente muy graves», ha declarado a la prensa una fuente del Elíseo, que ha añadido que estas revelaciones serán aclaradas en su totalidad. Macron usa varios móviles y el número de uno de ellos habría sido introducido por una agencia de seguridad de Marruecos entre los objetivos del programa espía.
También habrían sido seleccionados como posibles objetivos los números del entonces primer ministro, Édouard Philippe, y de otros catorce miembros del Ejecutivo.
La prensa francesa recuerda que en marzo de 2019 el Gobierno francés estaba muy preocupado por la tensión interna en Argelia, país vecino y a la vez rival enconado de Marruecos.
López Obrador dice que en México «ya no se espía a nadie»
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha afirmado que en su Gobierno «no se espía a nadie», tras descubrirse que en años anteriores se le espió a él, además de a miles de personas más, con el programa Pegasus.
«El Gobierno no espía a nadie, los opositores no son espiados. No hay censura para los medios de información, a nadie se les limita sus libertades», ha indicado el presidente en la conferencia matutina en el Palacio Nacional.
El Gobierno de Enrique Peña Nieto en México (2012-2018) espió a través del programa Pegasus a periodistas, activistas e incluso al entonces líder opositor y actual presidente. López Obrador ha retomado el tema explicando que él no actúa como los Gobiernos anteriores porque en su mandato no hay «tortura, represión, masacres, corrupción, lujos en el Gobierno», y tampoco «espionaje».
Ha revelado que se gastaba «dinero del presupuesto» para espiar a los dirigentes de la oposición y periodistas y a «muchísima» gente, añadiendo que tenían «equipos sofisticados» para escuchar todas las llamadas telefónicas, «tanto del blanco del espionaje como de todo su entorno».
«Desde luego, me espiaron durante uno o dos años, bueno, muchos más. Pero ahora se da a conocer que también espiaban a mi esposa, a mis hijos, hasta al médico que me atiende, al cardiólogo», ha resaltado.
En total son 50 personas cercanas, ha dicho el presidente, para añadir que «esto ya no se hace, no se espía a nadie», recordando que había desaparecido el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
No ha descartado que, de existir, se investigue el uso de nuevos programas de espionaje por parte de instituciones locales y ha confirmado que revisarán si continúa el contrato con la firma israelí NSO Group: «No sé si existe el contrato pero lo voy a revisar y vamos a informar, aunque de lo que estoy absolutamente seguro es que no se espía a nadie».
López Obrador ha remarcado que este espionaje «es una vergüenza y una prueba irrefutable de que imperaba un Gobierno o estábamos sometidos a un Gobierno autoritario, antidemocrático, que violaba los derechos humanos. El Estado era el principal violador de los derechos humanos», ha concluido.
Sin embargo, ha descartado tomar medidas judiciales, porque «si me pongo ahora a presentar denuncias, pues no termino, hay que saber que desgraciadamente todo esto se padeció y hacer el compromiso de no repetirlo, que es lo que estamos haciendo. Informar del tema, hacerlo público, contribuye más que ir a un tribunal».
Hungría niega haber utilizado Pegasus
El ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha negado haber utilizado el software espía israelí Pegasus para rastrear actividades de periodistas y activistas, oponiéndose así a informaciones que apuntan a que el país ha usado el controvertido programa de vigilancia.
Szijjarto ha manifestado que el director de la agencia de inteligencia húngara IH ha rechazado las informaciones de la utilización de Pegasus por parte del país, después de que las agencias nacionales hayan sido acusadas de ello.
El jefe de la diplomacia húngara ha manifestado que está dispuesto a declarar ante la comisión parlamentaria sobre esta cuestión que ha exigido la oposición.
Sin embargo, el centro de investigación periodística húngaro Direkt 36 ha apuntado que entre la lista de teléfonos en los que podría haber entrado el software espía había más de 300 objetivos potenciales de vigilancia en Hungría y especificó que entre ellos estarían cuatro periodistas, un fotógrafo y varios empresarios y expolíticos.
El ‘Washington Post’, por ejemplo, también informó de que «más de 300 números de teléfono húngaros habían sido potencialmente vigilados».
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se ha enfrentado a críticas internacionales desde que asumió el cargo en 2010 por imponer restricciones a los medios de comunicación, sobre todo a los medios afines a la oposición.
En India apuntan al primer ministro
La oposición india ha acusado al primer ministro, Narendra Modi, de cometer «traición» y un «sacrilegio imperdonable» por haber hecho uso, presuntamente, del software Pegasus.
El caso afecta a cientos de teléfonos en India y entre ellos se encuentran los del principal líder opositor de India, Rahul Ghandhi.
Ahora, en un comunicado, los partidos de la oposición en el Congreso han acusado a Modi de ser el «desarrollador y ejecutor» de la «red de espionaje».
«Esto es claramente traición y una omisión de la seguridad nacional por parte del Gobierno de Modi, dado que es una compañía extranjera la que tiene acceso a estos datos», recoge el texto. «Viola el juramento constitucional del primer ministro y el ministro del Interior», han alertado la oposición.
Por su parte, Priyanka Gandhi, hermana de Rahul Gandhi, ha calificado estas filtraciones de «afrenta a la democracia». «De ser verdad, el Gobierno de Modi habría llevado a cabo un grave ataque contra el derecho a la privacidad, garantizado a los ciudadanos indios como un derecho fundamental», ha añadido.