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Los premios Max no se plantean suprimir la distinción de género «a corto plazo»

El Teatro Arriaga de Bilbo acogerá el próximo lunes la gala de entrega de los Max, los premios más importantes de las artes escénicas del Estado español. Unos galardones que no seguirán la estela de Zinemaldia en sus premios de interpretación. Prefieren «ver cómo reaccionan» la sociedad y el sector.

Calixto Bieito, director artístico del Arriaga y de la gala de entrega de los Max, en el vestíbulo del teatro. A sus espaldas, los carteles de esta edición. (Aritz LOIOLA / FOKU)

En un segundo año bajo el signo de la pandemia que sigue siendo difícil, crucial para la subsistencia de la cultura en general y las artes escénicas en particular, y con todavía el aforo notablemente reducido, la entrega de unos premios siempre es una buena noticia. Los galardones dan visibilidad a los premiados –publicidad para atraer el público a las salas– y sirven también para celebrar que, a pesar de todo, el teatro sigue vivo.

La gala de entrega de la edición número 24 de los premios Max de la SGAE en el bilbaino Teatro Arriaga el próximo lunes 4 de octubre a las 20.00 horas (será retransmitida en directo por La 2) tiene mucho que ver con eso. Con lo de celebrar –«será una gala elegante, ilusionante y sorprendente», ha dicho Calixto Bieito, director artístico del Arriaga y de la propia gala–, y con lo de reconocer y dar visibilidad.

Los Max lo hacen a través de diferentes categorías. La principal es la concedida al de mejor espectáculo teatral, en la que va de la favorita, con cinco nominaciones, ‘El bar que se tragó a todos los españoles’, una obra de Alfredo Sanzol para el Centro Dramático Nacional que recorre la vida de un cura navarro que en 1963 decide dejar el sacerdocio y viajar a Estados Unidos para aprender inglés y marketing (el personaje está inspirado en el padre de Sanzol). Competirá con las otras dos finalistas: ‘Nise, la tragedia de Inés de Castro’ (una tragedia renacentista muy actual), de Nao d'Amores; y ‘Prostitución’, un obra muy actual, directa, un auténtico ejercicio de exploración sobre la prostitución a cargo e Andrés Lima con las actrices Carmen Machi, Carolina Yuste y Nathalie Poza.

Género y sociedad

Precisamente Carolina Yuste, de ‘Prostitución’, es una de las finalistas para el premio a la mejor actriz, junto a Fernanda Orazi (‘Los días felices’) y Mireia Aixalà (‘Les tres germanes’). En Mejor Intérprete Femenina de Danza son finalistas dos vascas: la donostiarra Iratxe Ansa (‘Al desnudo’) y la gran bailarina zumaiarra Lucía Lacarra (‘Fordlandia’).

A preguntas de NAIZ sobre si los premios Max seguirán la estela de Zinemaldia y otros festivales de cine de categoría A, como la Berlinale, que han hecho desaparecer la distinción de géneros en los premios de interpretación o si la cuestión está siendo objeto de debate interno, el director general de la Fundación SGAE, Rubén Gutiérrez, se ha mostrado prudente y hasta dubitativo en Bilbo.

Ha reconocido que estuvo en Berlín con el director de Zinemaldia, José Luis Rebordinos, y que conocía de primera mano esta decisión, pero que en este tema, que ha creado polémica y muchas voces en contra en el sector, lo que harán es «ver cómo la sociedad interpreta este tipo de cambio».

Rubén Gutiérrez ha reconocido «no tener respuesta a corto plazo» porque, ha dicho, «vamos a ver cómo responde el sector». Desde hace un año sí que está abierto un proceso interno, ha explicado, para articular más apartados de igualdad dentro de la asociación.

Finalistas de Euskal Herria

Respecto al resto de los apartados, en esta edición de los Max destaca la presencia del teatro vasco, con finalistas como el montaje ‘Kutsidazu Bidea Ixabel Musikala’, en el apartado de Mejor Espectáculo Musical o Lírico; la presencia entre los espectáculos de calle de dos compañías de Bizkaia –‘Psike’, de Markeliñe y ‘Symfeuny’, de Deabru Beltzak–; el espectáculo infantil ‘UniKo’, de los alaveses de Teatro Paraíso; y la presencia de la directora María Goiricelaya Burón, quien opta a Mejor Autoría Revelación por ‘El Patio de mi casa / Harri Orri Ar’.

El Max de Honor distinguirá la carrera profesional de la actriz Gemma Cuervo; el Max del público se concederá al espectáculo que obtenga mayor número de votos del público a través de la app online #VotaMax, y el Max Aficionado o de Carácter Social reconocerá la labor de la compañía amateur Teatro Estudio de Donostia, con más de cincuenta años de trayectoria.

Una alfombra roja, en forma de «árbol»

La gala se ha presentado este martes en el vestíbulo del teatro con la presencia del alcalde Juan Mari Aburto, el presidente del consejo vasco de la SGA, Oscar Castaño ‘Garbitxu’, Rubén Gutiérrez y Calixto Bieito. Esta es la tercera ocasión en la que se entregan los Max en Bilbo, la segunda en el Arriaga.

«En tiempos de distopía es maravilloso construir una nueva utopía», ha apuntado el director artístico del Arriaga y de la gala. Una utopía participativa –eso lo ha querido recalcar– que se abrirá a la ciudad con una alfombra roja «como un árbol», según ha dicho: serán alfombras rojas a modo de ramas o de raíces por las que la ciudad y los invitados «entrarán» en el teatro.

Es que el lema de esta edición es convertir toda la ciudad en un escenario, como reza la proclama de Max Reinhart. Y de la propia ciudad son las actuaciones. Los ‘entregadores’ de premios serán de Bilbo y vinculados a las artes escénicas: el dramaturgo Jokin Oregi, las actrices Ane Pikaza, Olatz Ganboa e Itziar Lazkano, la iluminadora Arantza Heredia, Raúl Cacelo (Hormuga teatro), el bailarín y coreógrafo Igor Yebra, e Izaskun Ardanaz y Olaia Santisteban, jefa de sala y taquillera del Teatro Arriaga, respectivamente. 

Y en la música, el actor y showman Asier Etxeandia y el compositor Enrico Barbaro, la cantante de origen guineano Afrika Bibang, que interpretará un tema en euskara, y la soprano lituana Ausrine Stundyte. La música en directo será la gran protagonista de la noche, a cargo de BilbaoSinfonietta, dirigida por Iker Sánchez, con la colaboración del Coro Infantil de la Sociedad Coral de Bilbo.