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La afgana Nilofar Bayat debuta con Bidaideak entre ovaciones y reconocimientos

La jugadora y exiliada afgana ha debutado en Amurrio con Bidaideak en un amistoso contra Zuzenak, y sus momentos de juego han provocado aplausos en el graderío. Tras acabar el partido, Bayat y su marido se han podido encontrar con otra refugiada afgana, Roya Musawi, que vive en Santander.

Nilofar Bayat y su marido, Ramish, después de debutar con Bidaideak. (@AITORPEREZDU)

La jugadora de baloncesto adaptado y refugiada afgana Nilofar Bayat y su marido Ramish han debutado este sábado con Bidaideak Bilbao BSR, en un partido amistoso marcado por las emociones y la ovación con la que el pabellón, puesto en pie, la ha recibido.

Ha sido un partido en Amurrio frente a la Fundación Vital Zuzenak, de Vitoria, amistoso pero de alto nivel deportivo, superior al nivel de la internacional afgana, aunque en esta ocasión, el marcador era lo de menos, aunque Bidaideak, vigente campeón de liga, se ha impuesto por 74-71.

Aunque en los Juegos Paralímpicos se lleva a cabo la distinción por sexos, en principio el baloncesto en silla de ruedas es mixto. Bayat ha debutado con una enorme sonrisa cuando faltaban tres minutos y medio para que terminara el segundo cuarto, un momento en el que el pabellón la ha ovacionado puesto en pie. A pesar de que ha errado el tiro a canasta que ha intentado, el público reunido ha reaccionado con más aplausos.

Tras el descanso ha jugado unos minutos su marido, Ramish, mientras que Nilofar ha regresado al juego en el último cuarto.

Al terminar, ha recibido una txapela, un ramo de flores y una gran sorpresa: la organización ha llevado al pabellón a Roya Musawi, otra refugiada afgana amiga suya que ahora vive en Santander. Abrazos, más aplausos, sonrisas y lágrimas de una Nilofar Bayat que solo acertaba a decir gracias.

Poco más después de un mes de su llegada a Euskal Herria, al acabar el partido Nilofar Bayat ha dado las gracias «por esta calurosa bienvenida. Es un placer».

El presidente de Bidaideak, Txema Alonso, ha comentado que desde el club «vamos a darle el apoyo para poder desarrollarse en una situación de exilio», mientras sus compañeros de equipo, como ella, han puesto el acento en lo que supone el baloncesto: olvidarse durante dos horas del horror dejado atrás.