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El barco de rescate Aita Mari pone rumbo hacia su próxima misión en el Mediterráneo central

El Aita Mari ha partido este viernes desde el puerto de Burriana, en Castelló, hacia una nueva misión de rescate en la zona Search and Rescue del Mediterráneo Central. Durante los últimos meses, se han realizado labores de mantenimiento en el barco para aumentar su capacidad.

Aita Mari en el puerto de Burriana. (SMH)

El buque de rescate Aita Mari, de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), ha zarpado este viernes a las 17.00 desde Burriana (Castelló) rumbo a su próxima misión en la zona Search and Rescue (SAR) del Mediterráneo Central. La salida se retransmitirá en Instagram Live a través de la cuenta @maydayterraneo.

Estos últimos tres meses, el barco ha sido sometido a una reforma de lastrado y estudio de estabilidad para aumentar la capacidad de personas a bordo de 120 a 150. Esto posibilita tener mayor número de personas rescatadas en el mismo. También se han realizado las labores de mantenimiento preventivo anual, renovaciones de multitud de certificados y culminado con una inspección satisfactoria por parte de las autoridades marítimas competentes, lo cual permite proseguir realizando misiones de rescate con las máximas garantías.

«La crisis migratoria en el Mediterráneo, lejos de mejorar, ha empeorado este último año, duplicando en lo que va de 2021 el número de muertos respecto a 2020», han explicado desde SMH. «Asimismo, trasladamos nuestra más profunda repulsa a las devoluciones en caliente y expulsiones violentas que están efectuando los guardacostas de Libia y Grecia, sometiendo a miles de personas a situaciones de peligro y traumas irreparables, incumpliendo los Derechos Humanos Fundamentales», han añadido.

«Agradecemos la colaboración y difusión para que Aita Mari pueda continuar realizando este trabajo que deberían asumir los países implicados. Mientras tanto, continuamos con las labores de rescate, la asistencia sanitaria en el campo de refugiados de Vial (Grecia) y con labores de educación para la transformación social, esperando y trabajando para que la mayor fosa común de la historia deje de serlo», ha reivindicado la ONG.