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Ortiz de Mendibil-Lizardi, primeras mujeres campeonas del mundo en cesta punta

La alavesa y la de Mutriku se han impuesto en la final a las vizcainas Ihart Arakistain y Maialen Aldazabal (15-7 y 10).

Ortiz de Mendibil y Lizardi en lo más alto del primer podio de un Mundial. (JAI ALAI NEWS)

Maite Ortiz de Mendibil y Eneritz Lizardi. Estas dos pelotaris son las que pasarán a la historia como las primeras mujeres campeonas del mundo de cesta-punta. Ha sido en el Mundial que se ha disputado en los frontones de Iscar y Vallelado, Castilla y León, en distancia de 36 metros y categoría sub-23. Una gran noticia para el Jai Alai y un muy prometedor inicio para la cesta-punta femenina.

La delantera alavesa (inscrita en el club de Zumaia) y la zaguera de Mutriku han batido en la final, 15-7 y 15-10, a Ihart Arakistain, de Sopela, y Maialen Aldazabal, de Berriatua, ambas pertenecientes al club de pelota de este último municipio. El tercer lugar ha sido para las mexicanas Tamia Mayorga y Mafer Ballesteros y el cuarto y quinto lugar, para las pelotaris de Ipar Euskal Herria, compitiendo con la selección francesa.

Cabe destacar la juventud de todas ellas, por lo que les queda «mucho juego» que demostrar todavía, pero han sido las primeras en participar en un Mundial, al contar ya la cesta-punta femenina, de la fortaleza necesaria para ello. Importante mencionar el tercer puesto logrado por las mexicanas, país que al igual que en Euskal Herria, ha visto nacer a una generación de mujeres puntistas, todo un éxito en este deporte.

Recordamos que en modalidad masculina se ha jugado en formato individual, quedando campeón el pelotari Bixente González (de Biarritz), segundo Thomas Urrutia (de Donibane Garazi) y tercero Mikel Mancisidor (de Mutriku). Además Euskal Herria, también han tenido representación pelotaris de México, Cuba y Estados Unidos.

Por lo tanto, las medallas de oro en cesta punta provienen Araba, Gipuzkoa y Lapurdi, enésima prueba de la amplia distribución geográfica de la cesta punta en territorios vascos, con un gran equilibrio entre el norte y el sur del Bidasoa, actualmente muy lejos de la etiqueta «vizcaina» que ha llevado consigo durante años este deporte.