Nilofar Bayat reclama al mundo que no se olvide de Afganistán y sus mujeres
Bayat, que en la actualidad reside en Bilbo junto a su marido y juega en el equipo de baloncesto adaptado Bidaideak BSR, ha intervenido este viernes en una charla en el marco del XI Seminario sobre Mujer y Deporte organizado por la Asociación de Mujeres Aspasia.
La excapitana del equipo afgano de baloncesto en silla de ruedas Nilofar Bayat, que en verano llegó a Bilbo para fichar por el equipo de baloncesto adaptado Bidaideak BSR junto a su marido, ha tomado parte en la ponencia que ha abierto la jornada, 'El reto de la Igualdad en el deporte adaptado: ejemplos de superación personal en primera persona' junto a Txema Alonso, presidente del Bidaideak, y la argentina Mariana Pérez, compañera en el equipo bilbaíno de baloncesto en silla.
Ha ofrecido esta charla después de que el miércoles interviniese en la jornada "Afganistán: crisis política y derechos de la mujer", organizada por la Diputación Foral de Bizkaia.
Hace dos días Bayat reclamó al resto del mundo que no se olvide ni de Afganistán ni de la situación que viven las mujeres afganas. En este sentido, también criticó que muchos países «están jugando» en su país, y el pueblo afgano «está pagando esa diversión: resulta insoportable».
Pidió a la UE que no reconozca a los talibanes como un «gobierno legal» y aseguró que son los mismos de hace 20 años: «Un grupo que no ha estudiado, ni trabajado, que ni siquiera es capaz de entender las leyes que quieren que cumplamos las mujeres; ellos son los mismos, pero nosotras no somos las mismas».
«Nosotras hemos estudiado, hemos trabajado y participado en la vida y, gracias a nosotras, Afganistán ha cambiado; es imposible para nosotras vivir como ellos quieren, como un cuerpo sin espíritu, recluidas en casa sin poder hacer nada, y además sumidas en la pobreza», ha señalado y ha remarcado que muchas familias dependían de los ingresos económicos de las mujeres y ahora se han quedado sin medios para subsistir.
Hace veinte años un cohete de los talibanes entró en casa de Bayat y la convirtió en inválidos a ella y a su padre, y también perdió a su hermano, pero, cuando echaron a los talibanes del poder, intentó «olvidar todo eso», estudió Derecho, trabajó y «venció todos los problemas» para crear un equipo de baloncesto en silla de ruedas.
En este sentido, este viernes Bayat ha recordado que fue en 2015 cuando se creó el primer equipo de baloncesto adaptado en Afganistán. Sin apenas medios y jugando en la calle, donde soportaban «insultos» y el rechazo de los hombres, lograron sin embargo que «las niñas y mujeres empezaran a tener más confianza y a ser más fuertes».
«El deporte ha cambiado mi vida por completo. Cuando me sumé al equipo comprendí que ellas también tenían discapacidad, como yo, y dejé de sentirme diferente porque perseguíamos los mismos sueños. Gracias al deporte pudimos trabajar juntas y se creó sentimiento de unión, incluso entre mujeres de diferentes etnias», ha explicado.
Ha lamentado además que con el régimen talibán hayan desaparecido los «tres equipos femeninos» que llegaron a crearse en Afganistán porque el nuevo gobierno no quiere que las mujeres sean «activas».
El pasado mes de agosto, cuando los talibanes tomaron de nuevo las riendas del país, «lo perdimos todo de un día para otro». «Soy un ejemplo de los salvajes que son: la primera vez me quitaron la salud, y la segunda la esperanza, destruyeron todo lo que había construido. Por eso pedí ayuda para salir del país, porque no quiero que me quiten la esperanza, ni que decidan por mí. Ahora es mi obligación hablar de Afganistán, para que el mundo no nos olvide», ha subrayado Bayat.
«Estoy sacándole chispas a esta oportunidad»
En la actualidad Bayat reside en Bilbo junto a su marido y juega en el equipo de baloncesto adaptado Bidaialdeak BSR. Sus compañeras del equipo afgano también han pedido ayuda al Gobierno español para abandonar su país, porque ya no pueden practicar deporte «ni hacer nada. Todas buscan la posibilidad de salir de Afganistán y espero que lo consigan porque se lo merecen; han perdido todo, hasta la esperanza, y no hay diferencia entre alguien que está sin esperanza y alguien que está muerto», ha señalado.
«Estoy sacándole chispas a la oportunidad que se nos ha brindado en Bilbao. Me siento más fuerte y estoy peleando por los derechos de la mujer y por dar visibilidad a las mujeres en Afganistán. También a las mujeres con discapacidad. Somos un género secundario, pero con discapacidad no están ni siquiera en un segundo plano sino en un quinto plano», ha reclamado.
Hace pocas semanas, el presidente del Bidaideak Txema Alonso había criticado la actitud del Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física, porque por ellos aún no habían podido inscribir federativamente a Nilofar Bayat y a su marido Ramish dentro del equipo.
A la conclusión del seminario Bayat ha recibido de manos de Teresa Laespada, diputada foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia el premio 'Deporte y Mujer' otorgado por Aspasia y que cumple su tercera edición.