Guatemala se vindica como «el último aliado de EEUU en Centroamérica»
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, aseguró ayer que su país es «el último aliado estratégico» que le queda a Estados Unidos en Centroamérica. Busca así hacerse perdonar su corrupción tras la contundente victoria de la izquierda en Honduras.
«Somos el último aliado estratégico que le queda a EEUU en Centroamérica, aunque algunos de la Administración actual no lo comprendan», reivindicó ayer lunes el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, quien aseguró que «la cooperación bilateral ha sido vital para lograr sustanciosos avances en temas del combate al crimen transnacional».
Giammattei añadió que «nuestro compromiso como país» pasa por «continuar fortaleciendo el trabajo conjunto para abordar las responsabilidades de la agenda binacional» con EEUU.
El gobernante guatemalteco está llevando a cabo una visita de varios días a EEUU que arrancó el lunes con varios eventos privados.
Investigado por corrupción
Las relaciones entre Guatemala y EEUU se han enfriado desde que en setiembre pasado Washington sancionara (con la retirada de su visa) a la fiscal general guatemalteca, Consuelo Porras, al acusarla de obstruir a la justicia en casos de alto impacto.
La sanción llegó después de que Porras removiera de su cargo el 23 de julio al fiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval, quien durante más de un lustro imputó a más de 200 sospechosos, entre expresidentes, presidentes, ministros y miembros de la élite empresarial, bajo cargos de sobornos y corrupción.
Antes de exiliarse ese mismo día rumbo a EEUU, Sandoval aseguró que existía una investigación en marcha contra el propio Giammattei por supuestos sobornos cometidos en colaboración con ciudadanos rusos.
Honduras y El Salvador
El viaje de Giammattei coincidirá los próximos días 9 y 10 de diciembre con una cumbre virtual para la democracia organizada por EEUU y a la que no ha invitado a la propia Guatemala, a Honduras y a El Salvador.
La Administración Biden ha justificado su decisión alegando que, aunque reconoce que son países democráticos, afrontan «algunos desafíos».
Así lo explicó el pasado 2 de diciembre Juan González, el principal asesor para Latinoamérica del presidente estadounidense.
En el caso de Honduras, la candidata de izquierda, Xiomara Castro, arrasó en las elecciones del pasado 28 de noviembre.
En El Salvador gobierna el populista Nayib Armando Bukele, en su día candidato independiente del FMLN, pero hoy enemistado a diestra y siniestra por su política, que ha arrasado con todos los consensos –y las corruptelas– labrados durante decenios tras la guerra civil salvadoreña.
Al foro «democrático» en EEUU asistirán 110 gobiernos de todo el mundo, así como miembros de la sociedad civil y del sector privado, con una sesión de los jefes de Estado, que será auspiciada por Biden, y otra temática, con la presencia de representantes gubernamentales y no gubernamentales.
Por su parte, el presidente guatemalteco se reunirá hoy con el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, según confirmó la misma entidad la semana pasada.
En el encuentro estará presente el discutido secretario general del organismo continental, el uruguayo Luis Almagro.