Aridane no levanta cabeza y vuelve a ser seria duda por unas molestias musculares
Aridane no levanta cabeza. Lesiones y coronavirus han impedido que participe con el cuadro rojillo prácticamente en los últimos tres meses. Unas molestias musculares le han obligado esta mañana a retirarse de la sesión, con lo que es seria duda para el derbi.
Cuando parecía que, tres meses después, Aridane podía regresar a un partido liguero o disponer de algunos minutos, el central canario se ha visto obligado a abandonar la sesión matinal a causa de unas molestias musculares, con lo que su concurso en el derbi queda seriamente en entredicho.
No está siendo la temporada del defensa majorero. Entre dolencias físicas y coronavirus, apenas ha disputado seis partidos ligueros y el copero frente al San Agustín en lo que se lleva de campaña un futbolista que es fijo para Jagoba Arrasate en el eje de la zaga rojilla.
El curso ya comenzó con mal pie para Aridane. A tan solo una semana del inicio de la competición de la regularidad, sufrió una rotura fibrilar en el sóleo de la pierna izquierda, lo que le impidió jugar en el estreno liguero frente al Espanyol, que acabó con empate a cero.
Recuperado de dicha dolencia, el de Tuineje volvió a formar pareja con David García, una de las duplas más consistentes del campeonato, especialmente en el juego aéreo, e indiscutible para el técnico de Berriatua. Su presencia en el equipo apenas duró seis jornadas, hasta que en Mallorca el zaguero se rompió de nuevo.
Lo que en principio parecía una leve lesión en el mismo músculo –incluso se habló de que podía estar disponible para el siguiente duelo, frente al Rayo– acabó convirtiéndose en una dolencia de larga duración. Transcurrido el primer mes en la enfermería, sufrió una recaída de su lesión, que le obligó a estar en el dique seco otro mes más.
Finalmente, a principios de diciembre y después de dos meses, regresó a los terrenos de juego para disputar la primera eliminatoria copera. Frente al San Agustín de Guadalix, Aridane jugó durante 77 minutos a buen ritmo y siendo uno de los mejores del equipo en las labores de contención.
Ello llevó a pensar en su pronto regreso a la titularidad y, de hecho, se vislumbró la posibilidad de que ello ocurriese frente al Barcelona. Sin embargo, el coronavirus se cruzó en su camino y el canario dio positivo en uno de los test que se realizaron antes de la visita de los culés.
Ahora, una vez superado su periodo de aislamiento y las vacaciones navideñas, todo apuntaba a que volviese a contar para Arrasate en el derbi de este próximo lunes, pero su estado físico parece que no lo va a permitir. Osasuna ha informado de que unas molestias musculares –sin especificar la zona– le han obligado a abandonar el entrenamiento antes de tiempo, por lo que ahora mismo es seria duda.