La oposición logra aplazar el voto para aprobar el pasaporte vacunal en el Estado francés
Golpe de efecto para unos, denuncia del autoritarismo sanitario para otros, la Asamblea Nacional francesa deberá volver a reunirse en las próximas horas después de que la oposición forzara un voto a mano alzada para suspender el debate nocturno destinado a dar luz verde al pasaporte vacunal.
«La oposición quería dar un golpe y lo ha hecho», ha lamentado esta mañana de martes el portavoz del Gobierno galo ante los micrófonos de la emisora de radio pública France Inter.
Gabriel Attal no ha dudado en denunciar como «una irresponsabilidad» la actitud dilatoria adoptada, la pasada madrugada, por los diputados de la oposición ante una medida, la de transformar el pase saniario en pasaporte vacunal, que el ejecutivo defiende como una herramienta esencial contra la explosión de de contagios causada por la variante ómicron.
La semana pasada el Estado francés superó a cifra de 232.000 nuevos positivos en un día, una cota nunca antes alcanzada en lo que va de pandemia.
Durante la presentación del proyecto de ley, en la tarde del lunes, el ministro de Sanidad, Olivier Véran, advirtió a los diputados que la noche sería larga, un comentario que despertó, de inmediato, abucheos en la bancada de la oposición.
Las más de 650 enmiendas presentadas por los grupos al texto defendido por el Gobierno debían ser analizadas, según los planes del Ejecutivo, durante la pasada noche con objeto de que este miércoles la nueva ley sanitaria recibiera el repaldo del Senado.
La idea del Gobierno era contar con un margen suficiente para que la norma, que elimina la posibilidad de actualizar el pase sanitario con un test negativo, con lo que de facto convierte en prácticamente obligatoria la vacunación, pasara el tamiz del Consejo de Estado y así activar el nuevo pasaporte sanitario el próximo 15 de enero.
El paso de la norma por la comisión de leyes de la Asamblea Nacional hizo que el Gobierno abordara con relativa tranquilidad la sesión, dado que tanto Les Républicains (LR, partido conservador) como el Partido Socialista (PS), anuncuaron de antemano que avalarían el pase, aunque anunciaron que enmendarían el proyecto de ley.
Pues bien, pasada la medianoche, y cuando el grupo macronista, mayoritario, había echado ya los cálculos de cuántos diputados serían necesarios para seguir con la votación, un grupo de diputados de la formación conservadora llegó al hemiciclo y se sumó al voto a mano alzada junto al resto de la oposición para que las discusiones no siguieran por la noche.
Esa acción de la oposición no habría sido posible sin el concurso de un factor que Gabriel Attal ha evitado mencionar: al gran absentismo de diputados de la mayoría macronista en la sesión en que se planteaba votar una ley «de gran importancia».
Posiciones políticas
La socialista Anne Hidalgo, candidata a la elección presidencial de abril, aseguró en el debate estar a favor de la aprobación de un pasaporte de vacunación pero criticó las formas del Gobierno y reclamó «más tiempo» para discutir en el Parlamento con todas las fuerzas políticas.
El líder de La France Insoumise, el también candidato a la elección presidencial, Jean-Luc Mélenchon, se felicitaba, por su parte, en la red social Twitter de la interrupción de la sesión, una «medida correctiva», a su juicio, para el ministro de Sanidad, Olivier Véran.
«No sorprende la actitud de RN (ultraderecha) o de La France Insoumise, pero en el caso de Les Républicains lo ocurrido solo se puede entender como una forma de esconder las grandes diferencias internas que mantiene sobre este proyecto», ha valorado Attal en France Inter.
Tras el tropezón para los planes del Ejecutivo, los representantes de los distintos grupos parlamentarios se reunirán a lo largo de este martes para fijar la fecha en que proseguirá el debate, previsiblemente en las próximas horas.