El coronavirus le genera un gran problema a Arrasate para confeccionar el eje de su zaga
Los positivos de David y Unai García, unido a la lesión de Aridane, provocan un grave problema para que Jagoba Arrasate confeccione ante el Celta un eje de la zaga rojilla con sus futbolistas habituales.
El coronavirus sigue generando problemas en Osasuna y en esta ocasión afectan al eje de la zaga rojilla. Sendos test de antígenos realizados a la plantilla antes del entrenamiento matinal de esta mañana han desvelado que tanto David como Unai García son positivos en coronavirus.
Un grave contratiempo para Jagoba Arrasate de cara al encuentro que el equipo deberá acometer este próximo miércoles frente al Celta a partir de las 19.00 en Balaídos, ya que el técnico de Berriatua también cuenta con la baja de Aridane, quien no termina de recuperarse de unas dolencias en su sóleo.
Así las cosas, el preparador osasunista solo cuenta con un futbolista específico de la primera plantilla que en las últimas jornadas se haya desempeñado en la posición de central, como es el caso de Juan Cruz, que ha logrado reconvertirse temporalmente a dicho puesto –ya había jugado con anterioridad ahí– para ganar minutos en el once.
Con semejante panorama, a Arrasate no le va a quedar más remedio que echar mano de alguna alternativa para suplir tan notorias bajas. Dispone de varias opciones, que pasarían por utilizar a Ramalho como central derecho –jugador que ya conoce esa posición–; emplear a Unai Dufur en dicha ubicación, un futbolista que ya ha entrado en varias convocatorias del primer equipo e incluso jugar en pretemporada; o colocar a Oier en un puesto que tampoco le resulta extraño.
Queda pendiente, además, si cuaja la posible salida de Aridane en dirección al Valencia, cuyo entrenador, José Bordalás, lo tiene en su agenda, aunque no parece que la entidad che quiera realizar el desembolso necesario para que Osasuna deje marchar al defensa majorero.
Por otra parte, Arrasate también va a tener que esperar hasta el último momento para ver si puede disponer de Lucas Torró y Kike García. El primero sufre una fisura costal que le impide entrenar con normalidad y Kike García está pendiente de si puede jugar con un protector tras la fractura nasal que sufrió ante el Cádiz.
A falta de tres días para medirse al Celta, la plantilla ha realizado un entrenamiento con menor carga física, que ha consistido en una activación, rondos y fútbol tenis. Mañana, lunes, continuará con su preparación de cara al encuentro en Balaídos con una sesión matinal en Tajonar a partir de las 11.00.