EEUU quiere castigar a Rusia con un embargo en tecnología, gas y finanzas
EEUU prevé que su respuesta «masiva» a Rusia por el conflicto ucraniano se centre en cortar el acceso de Rusia a tecnología, evitar que venda su gas y excluirla de las transacciones en dólares. A la vez, busca vencer las dudas de sus aliados europeos compensádoles con otros suministradores de gas.
Estados Unidos ha detallado este martes su respuesta económica «masiva», en caso de un ataque de Rusia contra Ucrania, al tiempo que afirma estar dispuesto a compensar a Europa, al menos en parte, por un posible agotamiento de las entregas de gas ruso, intentado alinear a sus aliados europeos que pueden verse muy afectados por el castigo a Moscú.
«Estamos listos para imponer sanciones con consecuencias masivas, que no previmos en 2014 –en referencia a Crimea– Ya no se trata de una respuesta graduada. Esta vez comenzaremos en la parte superior de la escalera (de las sanciones) y nos quedaremos allí», ha amenazado la Casa Blanca.
Estados Unidos planea prohibir la exportación a Rusia de tecnología estadounidense y «potencialmente ciertos productos fabricados en el extranjero que estén dentro del alcance de las regulaciones estadounidenses».
«Las opciones de control de exportaciones que estamos considerando con nuestros aliados serían un gran golpe para las ambiciones de (Vladimir) Putin de industrializar su economía y afectaría áreas que son importantes para él, por ejemplo, inteligencia artificial, computadoras cuánticas, defensa, aeroespacial y otros sectores clave», ha señalado un alto cargo bajo condición de anoimanto.
Compensar el gas para convencer a los europeos
También ha anunciado fuertes sanciones financieras y ha asegurado que en este ámbito hay una «convergencia alentadora» con los europeos. El presidente, Joe Biden, está considerando prohibir a los bancos rusos transacciones en dólares, la moneda reina del comercio internacional.
El alto funcionario también ha mencionado un punto particularmente delicado: las entregas de hidrocarburos rusos, sobre todo de gas natural. Los europeos temen que Rusia cierre el grifo del gas natural ruso, que supone más del 40% del suministro de la Unión Europea».
«Creemos que estamos listos para encontrar suministros alternativos que cubran una gran mayoría de los posibles cortes» en la entrega de gas ruso, y esto hasta la primavera, ha asegurado el funcionario,
«Estamos trabajando con países y empresas de todo el mundo para garantizar la seguridad del suministro y mitigar las crisis de precios», ha añadido. Washington busca «identificar volúmenes adicionales de gas natural (...) provenientes de varias partes del mundo, norte de África, Medio Oriente, Asia y Estados Unido», para compensar a Europa.
La Casa Blanca espera convertir el gas en un arma de doble filo para Vladimir Putin: Rusia «necesita los ingresos del gas y el petróleo al menos tanto como Europa necesita sus suministros energéticos».
Cautela europea
Con esta oferta trata de superar las reticencias europeas a la estrategia de Washington, sobre todo por parte de Alemania, principal dependiente del gas ruso.
Una videoconferencia con los líderes europeos el lunes por la noche trató de escenificar la unidad de EEUU y la UE frente a Moscú, pero las constantes referencias a la unanimidad sobre las sanciones no ocultan las discrepancias.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que se reunirá con el canciller alemán, Olaf Scholz, asegura que quiere ofrecer a Rusia una «desescalada» a Vladimir Putin «en los próximos días» y el Kremlin ha confirmado que mantendrán una conversación.
París también acogerá el miércoles una reunión de asesores de alto rango de Alemania, Rusia y Ucrania, para tratar de revivir un formato de diálogo estancado desde 2015.
El presidente de Croacia, Zoran Milanovic, va más allá y ha adelantado que mandará retirar «hasta el último soldado croata» presente en las fuerzas de la OTAN si continúan creciendo las tensiones entre Rusia y Ucrania y ha responsabilizado a Estados Unidos de estar detrás de esta «peligrosa dinámica».
Con todo la Comisión Europea asegura que tiene «muy avanzado» el trabajo preparatorio de las posibles sanciones a Rusia si ataca a Ucrania, que tendrán «fuertes consecuencias políticas y un coste masivo».
Rusia responde con más maniobras a la presión militar de la OTAN
A la vez, EEUU eleva la presión militar y ha puesto en alerta a miles de soldados estadounidenses para reforzar las tropas de la OTAN. Hasta 8.500 soldados podrían reforzar la rápida fuerza de reacción de la OTAN de 40.000 soldados.
Además, esta semana está llegando el armamento por un valor de 200 millones de dólares como ayuda militar adicional a Kiev, que se suma a la de Gran Bretaña o los países bálticos.
Por su parte, Rusia acusa a EEUU de exacerbar las tensiones con el despliegue militar y el fuerte rearme de Ucrania y ha lanzado este martes nuevas maniobras militares con unos 6.000 soldados, aviones de caza y bombarderos. Se llevan a cabo en el sur de Rusia, cerca de Ucrania. Moscú ya anunció la semana pasada maniobras navales en el Atlántico, el Ártico, el Pacífico y el Mediterráneo, así como los ejercicios conjuntos con Bielorrusia.
A su vez, la OTAN ha puesto sus tropas en alerta y ha enviado buques y aviones de combate al este de Europa.
La Alianza y EEUU justifican este despliegue al acusar a Moscú de desplazar a más de 100.000 soldados en su territorio, cerca de frontera de Ucrania, lo que interpretan como el preparativo de una invasión. Rusia niega cualquier proyecto ofensivo y reclama compromisos de que la OTAN no se extenderá hacia sus fronteras, particularmente en Ucrania, además de la limitación del arsenal desplegado en Europa, lo que para EEUU resulta «inaceptable».
Moscú pidió una respuesta por escrito a estas demandas que se espera para esta semana y también ha prometido «las consecuencias más graves» si se ignoraron sus «preocupaciones legítimas».