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Spotify intenta apagar el fuego enlazando a sus oyentes a un ‘centro covid’

El gigante sueco de audio en streaming Spotify ha reculado ante el boicot liderado por Neil Young contra el podcast ‘The Joe Rogan Experience’ e intenta apagar el incendio causado por las acusaciones de que promueve teorías de la conspiración sobre el coronavirus. Otra cosa es que lo logre.

Joni Mitchell también ha retirado su música de Spotify. (Samuel CORUM | AFP)

El CEO y fundador de la compañía más grande de audio en streaming del mundo, Daniel Ek, anunció la noche del domingo que, ante el aluvión de críticas que ha recibido por el mantenimiento del podcast de Joe Rogan, tomarán una serie de medidas «los próximos días» para dirigir a sus oyentes hacia información «ampliamente aceptada por las comunidades médica y científica» sobre el covid.

No se retirarán los podcasts, que es lo que pedían músicos como Neil Young. 

«Estamos trabajando en agregar un aviso de contenido a todos los episodios de los podcasts que incluyan una discusión sobre el covid-19», ha asegurado Daniel Ek en su comunicado, en el que también detalla que publicará las nuevas normas de difusión de la compañía en los próximos días.

«En base a los comentarios que hemos recibido en las últimas semanas, me ha quedado claro que tenemos la obligación de hacer más para brindar un equilibrio y un acceso a la información ampliamente aceptada por las comunidades médica y científica», ha añadido el multimillonario sueco. 

Por tanto, se enlazará a los oyentes a un denominado ‘centro covid-19’, «un recurso que brinda fácil acceso a datos, información actualizada compartida por científicos, médicos, académicos y autoridades de salud pública de todo el mundo, así como enlaces a fuentes fiables».

Spotify también está ‘probando maneras’ de explicar mejor a los creadores de podcasts ‘lo que es aceptable o no’, aunque no se ha mencionado directamente si la ‘pena’ será el castigo o la exclusión.

¿Censura o información?

¿Estas medidas conseguirán calmar las cosas? El boicot ha sido iniciado por el músico Neil Young, quien fue el primero en pedir al poderoso grupo sueco que dejara de emitir en su plataforma el controvertido pero muy seguido programa del presentador estadounidense Joe Rogan.

De hecho, el de Rogan ha sido el podcasts más escuchado en Spotify el año pasado. Ofrecido en exclusiva en esta plataforma después de que Spotify le fichase en 2020 por 100 millones de dólares, este programa ha sido criticado repetidamente por promover teorías de la conspiración sobre el coronavirus.

A Rogan –cuyo contrato, firmado el año pasado, se estima que alcanza los 100 millones de dólares– se le acusa de haber desincentivado la vacunación entre los jóvenes y de haber impulsado el uso de un tratamiento no autorizado, la ivermectina, contra el coronavirus.

Más de 200 profesionales de la salud estadounidenses han hecho pública recientemente una carta en la que se da la voz de alarma después de que el podcast diera voz en su programa a un médico muy apreciado por los antivacunas, Robert Malone. «Tiene una opinión diferente al discurso mayoritario y yo quería escucharlo», ha afirmado Joe Rogan, quien ha explicado que lo que él busca es sobre todo «la verdad y quiero tener conversaciones interesantes con personas que tienen opiniones diferentes».

A Rogan le ha parecido bien, o al menos la ha aceptado, la decisión de Spotify de incluir información relacionada con covid a todos los podcasts.

Neil Young ya ha retirado su música de la plataforma en protesta por la emisión de esta serie de mensajes. Spotify inicialmente se contentó con expresar su ‘pesar’ por la salida de ‘biblioteca’ de la estrella estadounidense-canadiense, un boicot que aplaudió el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

«Spotify se ha convertido en un lugar de desinformación de covid potencialmente mortal. Las mentiras se venden por dinero», en palabras de Neil Young.

La polémica siguió creciendo el viernes, cuando otra cantante de culto con millones de suscriptores, la canadiense Joni Mitchell, también anunció que se iba. Al mismo tiempo, en las redes sociales ha surgido un movimiento que pide darse de baja de Spotify.

El príncipe inglés Harry y su esposa Meghan Markle, que han firmado un acuerdo estimado en 25 millones de dólares con la plataforma, también dijeron el domingo que habían expresado su ‘preocupación’ a Spotify sobre el asunto.

¿Responsabilidad sobre sus contenidos?

Desde su espectacular ascenso desde el rango de start-up surgida en Estocolmo hasta convertirse en un líder mundial que cotiza en Nueva York, el buque insignia sueco ha recibido críticas regulares también por parte de los artistas por las exiguas cantidades que les paga.

Además, al crecer con los cientos de millones de dólares obtenidos gracias a los podcasts en los últimos años, la compañía ha descubierto que sus posibilidades de negocio van más allá de la música. Este nuevo nicho de mercado enfrenta a las plataformas de streaming a nuevas responsabilidades sobre sus contenidos, al mismo nivel que las redes sociales como Facebook.

Por ejemplo, el año pasado Daniel Ek dijo, sobre el podcast de Axios (Re:Cap), que la plataforma no tenía responsabilidad editorial alguna sobre sus contenidos: «También tenemos raperos (...). Y no les decimos lo que deben poner en sus canciones», afirmó.

Expertos entrevistados por AFP reconocen que el control de contenidos no es fácil, tanto en términos de libertad editorial como de millones de horas de material disponible.

Neil Young, quien en su infancia padeció poliomielitis y que todavía sufre las consecuencias de ello, ha explicado que él no plantea ningún movimiento de censura contra la plataforma: «Lo hice porque en el fondo de mi corazón no tenía otra opción», ha escrito.