Las apuestas online, la familia y el género, factores decisivos entre los jóvenes jugadores
En la jornada sobre juego responsable organizada por el Observatorio Vasco del Juego, la UPV y el Gobierno de Lakua desarrollada en Bilbo, expertas en sicología, sociología y el Derecho debatieron sobre el juego y los jóvenes, las apuestas online y el papel de la familia en casos problemáticos.
Varias expertas en el campo de las conductas adictivas al juego participaron ayer en una mesa redonda dentro de la jornada sobre juego responsable ‘Juego y juventud’ organizada por el Observatorio Vasco del Juego, UPV/EHU y el Gobierno de Lakua, en Bilbo. Subrayaron la diferencia de género entre jugadores jóvenes, la importancia de la familia en casos problemáticos y las posibilidades de los juegos online.
Participaron Irune Suberbiola, secretaria técnica de Aguimar (Asociación Guipuzcoana de Empresas de Máquinas Recreativas); Ana Estévez, doctora en Sicología; Ana Herrezuelo, sicóloga de la Asociación Alavesa de Jugadores; Saioa Yeregui, de la asociación Aralar de ayuda y prevención a la ludopatía, e Iraide Fernández, doctora en Sicología por la UPV/EHU.
Sobre el juego online, apuntaron que, al caracterizarse por la inmediatez y una gran cantidad de opciones, no tiene un límite como el que pueden tener las máquinas tragaperras que se encuentran en establecimientos con un horario concreto. Además, es más solitario e individualizado, lo que, según Ana Herrezuelo, facilita que surjan problemas de adicción.
También subrayaron la diferencia de género entre los jóvenes. Según han mostrado varios estudios, en la población general las mujeres juegan más en el intervalo entre 18 y 30 años. Según explicó Ana Estévez, «las chicas jóvenes empiezan a jugar porque sus parejas hombres juegan». Además, según la doctora en Sscología, para las mujeres el juego está más asociado a la seguridad y la prudencia, por lo que están menos presentes en la modalidad online.
En cuanto al papel de la familia de los jóvenes frente a conductas adictivas al juego, Iraide Fernández resaltó que «el juego en la familia está bastante normalizado». Esto, sumado a la posibilidad de los jóvenes de recuperar fácilmente el dinero perdido en apuestas, son factores que aumentan las posibilidades de conductas problemáticas, según las expertas. Saioa Yeregui señaló, además, que «las familias no tienen entre sus posibilidades que esto les pueda pasar a sus hijos».