Jauregi y Lasa, en el grupo que definirá «bases para la memoria» para Gogora
Gogora ha anunciado este lunes una iniciativa para definir «bases compartidas para la construcción social de la memoria», a través de un grupo en el que destaca la presencia de Maria Jauregi, Axun Lasa y tres jóvenes historiadores.
El consejo de dirección de Gogora ha decidido este lunes constituir un grupo motor para elaborar un documento de bases compartidas para la «construcción social de la memoria», que estará integrado por tres historiadores, dos víctimas de ETA y una del GAL. La labor se desarrollará entre los meses de marzo y octubre, con la intención de presentarlo el Día de la Memoria.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales de Lakua, Beatriz Artolazabal, ha afirmado que «la realidad objetiva de los hechos, de todos los hechos, y la memoria de todos, especialmente de las víctimas, de todas las víctimas, constituyen los ejes sobre los que articular este proyecto».
El equipo de trabajo estará integrado por tres historiadores y tres víctimas, que contrastarán su labor con una veintena de expertos de disciplinas y sensibilidades diferentes vinculadas a las políticas de memoria.
El contraste incorporará un amplio abanico de dimensiones, tales como la experiencia internacional, la historia reciente de Euskal Herria, la perspectiva ética y filosófica, y las aportaciones y visiones de los agentes sociales y los partidos políticos.
Este grupo motor estará compuesto por tres historiadores jóvenes: las doctoras Eider Landaberea Abad y Virginia López de Maturana y el doctor Unai Belaustegi Bedialauneta.
En cuanto a las víctimas, dos de ellas forman parte del consejo de dirección de Gogora: Josu Elespe (hijo del concejal del PSE Froilán Elespe, muerto en atentado de ETA en 2001) y María Jauregi (hija del ex gobernador civil de Gipuzkoa, Juan María Jáuregui, al que ETA mató en 2000). La tercera es Axun Lasa (hermana de Joxean Lasa, víctima mortal de los GAL en 1983 junto a Joxi Zabala).
Artolazabal: «Una nueva mirada»
El consejo de dirección de Gogora, cuya reunión ha presidido el lehendakari Iñigo Urkullu, ha destacado que este equipo desarrollará su labor, «regida por los principios de autonomía y discreción», entre los meses de marzo y octubre, y presentará sus conclusiones en el marco del Día de la Memoria de 2022, el 10 de noviembre.
«El proyecto pretende trascender del debate estrictamente político, sin sustituirlo, y propiciar una nueva mirada y una dinámica sobre la base de la dialéctica historia-memoria; una dinámica que suponga una manera renovada de acercarnos a nuestro pasado reciente, desde el presente y con una máxima y horizonte para el futuro: memoria para la convivencia. Porque la mirada retrospectiva a nuestro ayer debe tener mucho de prospectiva, de futuro y de expectativa», ha señalado Beatriz Artolazabal.
La iniciativa ha sido bien acogida por las personas que integran el consejo de dirección de Instituto de la Memoria, y ha contado con un amplio respaldo de 18 votos a favor y cuatro abstenciones.
Este martes, tras el Consejo de Gobierno de Lakua, Artolazabal ha vuelto a ser preguntada por el concepto de base de este paso y ha destacado ese alto grado de consenso. Al preguntársele específicamente si se partirá del llamado «suelo ético» fijado en su día y que ha provocado más división que acercamientos, la consejera ha dicho que esta labor «no va a ser esclava de lo que pasó hace años».
«Voy a mirar hacia el futuro junto con las fuerzas políticas que ayer manifestaron su posicionamiento a favor y su abstención para dar una oportunidad a un trabajo que tenemos que hacer entre todos sin ningún condicionamiento previo que pueda impedir seguir avanzando», ha defendido.
Artolazabal ha subrayado que se abre la posibilidad de mejorar la convivencia, «teniendo en cuenta especialmente» a las víctimas, y ha añadido que «no cabe resignarse» ante los desacuerdos producidos hasta la fecha.
Cuatro pilares
En el encuentro, Gogora ha acordado que esta construcción social de la memoria ha de pivotar sobre cuatro pilares: el método científico propio de la disciplina histórica, la referencialidad de las víctimas y sus experiencias, el enfoque de derechos humanos -como principio rector de las políticas públicas del país, en general, y de las políticas de memoria, en particular- y un propósito constructivo e inclusivo.
«Historizar las memorias, memorializar la historia. Estos son los términos de la dialéctica. Se trata de mirar a través de los ojos de las víctimas, pero al mismo tiempo de trascender de la simple memorialización de la historia. Se trata, sobre todo, de historizar esas memorias, de explicar y de comprender los porqués», ha subrayado la consejera.
En este sentido, «desde el total respeto a la competencia y capacidad del consejo de dirección de Gogora y a la plena soberanía del Parlamento Vasco, en cuanto legítimo representante de la voluntad popular», se ha decidido que esta iniciativa dará respuesta a dos mandatos.
Uno de ellos responderá al compromiso 101 del programa de gobierno 2020-2024 'Euskadi en marcha', que establece el promover una «memoria crítica del pasado de terrorismo y violencia», y el otro a la iniciativa 7 del Plan de Actuación de Gogora 2021-2024, que plantea el impulso de un acuerdo plural sobre principios y bases para la memoria reciente, como «aportación significativa a la convivencia en la diversidad».
Esta decisión llega después de que la política de memoria de Lakua haya sido fuentes de numerosas polémicas, por hechos como su vinculación al Memorial instalado en Gasteiz que promueve el relato sobre una única violencia o la discriminación denunciada por las víctimas de la violencia del Estado reunidas en Egiari Zor.
Tres especialistas en historia contemporánea
Gogora también ha facilitado el currículum de los tres doctores universitarios que integrarán el grupo motor.
Unai Belaustegi es doctor en Historia Contemporánea por la UPV/EHU, en la que ahora es profesor agregado. Defendió la tesis, escrita en euskera e inglés, sobre el republicanismo en Gipuzkoa y recibió el Premio Extraordinario de Doctorado en el año 2016. Ha publicado varios libros sobre esta materia: ‘La Segunda República española y la Guerra Civil’, e ‘Historia de las mujeres en el País Vasco durante el siglo XX’.
Sus líneas de investigación se han centrado en las culturas políticas, historia de la democracia, historia de la prensa, análisis prosopográfico, historia pública y la memoria pública. Ha organizado o participado en más de veinte congresos (más de la mitad internacionales). Ha realizando estancias de investigación en las siguientes universidades: University of Nevada, Reno (EEUU, 2013), University of California, Santa Barbara (EEUU, 2015-2016), Universitá degli Studi di Messina, Sicilia (Italia, 2017-2018) y Sapienza, Università di Roma (Italia, 2019).
Eider Landaberea es doctora en Historia por la Universidad de Deusto, donde es profesora titular de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Su área de investigación principal es la historia contemporánea vasca. En los últimos años ha estado trabajando en el análisis de «los discursos políticos durante la Transición en el País Vasco» y en temas relacionados con la memoria y la identidad colectiva.
Entre sus publicaciones destacan ‘Los nosotros en la Transición: memoria e identidad en las cuatro culturas políticas del País Vasco’, 1975-1980 (Tecnos, 2016), fruto de sus tesis doctoral galardonada con el Premio Extraordinario Ignacio Ellacuría a la mejor tesis doctoral de la Universidad de Deusto (2013-2014), y artículos como ‘España lo único importante: el centro y la derecha española en el País Vasco durante la Transición’ (Historia del Presente, nº19, 2012) y ‘Representaciones políticas de la foralidad vasca en la Transición: los casos de EAJ-PNV y UCD’ (Sancho el Sabio, nº2018: Extra 2). Asimismo, ha publicado distintos capítulos en coautoría en obras colectivas como ‘Hacia la reconciliación: una mirada compartida entre el País Vasco y Colombia (Catarata, 2019)’.
Virginia López de Maturana es doctora en Historia por la UPV/EHU (mención internacional, Premio Extraordinario de Doctorado). donde ejerce como profesora adjunta y es miembro del Grupo de Investigación Nacionalismos y culturas políticas en el País Vasco en perspectiva comparada. Especialista en la historia vasca en el siglo XX, es autora de ‘La reinvención de una ciudad. Poder y política simbólica en Vitoria durante el franquismo, 1936-1975’ (Bilbao, UPV/EHU, 2014), por la que fue nominada al Premio Euskadi de Ensayo.
Como coautora ha publicado numerosos trabajos entre los que destacan ‘Diccionario ilustrado de símbolos del nacionalismo vasco’ (Madrid, Tecnos, 2012), ‘La Diócesis de Vitoria. 150 años de historia’ (Vitoria-Gasteiz, ESET/Diócesis de Vitoria, 2013), ‘Álava insólita. Símbolos, mitos y lugares de memoria’ o ‘Testigo de cargo. La historia de ETA y sus víctimas en la televisión’ (Bilbao, Ediciones Beta, 2019). Ha escrito numerosos artículos sobre la historia vasca en el siglo XX. Fue visiting scholar en la Oxford Brookes University (Inglaterra).