Casado confirma que se va a los barones, que aúpan a Feijóo para el congreso de abril
La reunión del presidente saliente del PP con los barones ha concluido esta madrugada con la confirmación de la dimisión y el acuerdo para convocar el congreso extraordinario que elija un nuevo líder nacional el 2 de abril. Núñez Feijóo recoge el consenso unánime.
El discurso del presidente del PP en el Congreso de los Diputados ayer fue el epílogo de una agonía a la que aún le quedan cinco semanas pero ya con un final cierto: la etapa Pablo Casado se ha acabado. Él mismo ha confirmado anoche su dimisión a los barones y ha logrado pactar que permanezca en el cargo hasta que se elija un nuevo líder nacional.
Tras más de cuatro horas de reunión este miércoles noche, la noticia que ha comunicado Génova fue que «se ha solicitado al presidente nacional que continúe en su cargo hasta el Congreso Extraordinario, que se celebrará el 2 y 3 de abril próximos». El trámite se formalizará en la Junta Directiva Nacional que se llevará a cabo el martes de la semana que viene.
La secretaría de Comunicación del partido ha sido generosa con su líder saliente. En realidad los barones no le han «solicitado» la permanencia sino que han aceptado su pedido de tener una salida decorosa y con los cauces institucionales normales, sin necesidad de más anticipación. Cabe recordar que el mandato de Casado vencía en menos de cinco meses
El acuerdo con los barones territoriales -quienes acudieron a las 20 de anoche a la sede de Génova, aunque la reunión comenzó tarde por un encuentro privado entre Casado y Feijóo- incluye que el actual líder no se presente a la reelección y que ya no tomará decisiones de partido relevantes. De hecho, se ha nombrado como coordinadora general de la formación hasta el 3 de abril a la portavoz del grupo parlamentario y ex alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra.
Asimismo, el 1 de marzo (día en que se congregará la Junta Directiva) se propondrá que Esteban González Pons sea el presidente del Comité Organizador del Congreso Extraordinario y que éste quede compuesto por al menos un miembro designado por cada organización territorial.
El ascenso de Pons debe ser entendido como uno de los primeros hitos de la nueva era del PP en la que liderará muy probablemente el presidente de la Xunta. El dirigente valenciano había sido elegido por Feijóo en 2018 como su número dos del partido si daba el salto a Madrid. Finalmente eso no fue así y el vicepresidente del grupo parlamentario del PPE en Bruselas quedó relegado de la cúpula. Fue exconseller de la Generalitat valenciana en tiempos del president Camps. Con Casado parece que también acaba el tiempo de regeneración.
La voz de los barones
El primero en hacer declaraciones ante los medios en Génova fue el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, el dirigente con la mayor carga institucional del partido, gobernando la comunidad autónoma más poblada del Estado. Allí, defendió la idea que el mejor candidato para suceder a Casado al frente del PP es Feijóo, si bien evitó adelantar nada en concreto y ha dicho que espera que sea el propio presidente gallego que lo anuncie.
«Solvencia y capacidad”» destacó Moreno como cualidades de Feijóo y afirmó que los dirigentes territoriales (había presidentes autonómicos y los secretarios generales de las autonomías, sin Díaz Ayuso, que no tiene cargo partidario) estuvieron hablando «con mucha serenidad».
El segundo en tomar la palabra desde las puertas de la sede nacional fue el líder del PP de la CAV, Carlos Iturgaiz, quien aseguró que todos los barones autonómicos le han hecho la petición a Feijóo para que tome las riendas del PP y que cuenta con el apoyo de todos ellos si decide dar el paso.
Cerca de la 1.30 de la madrugada, el presidente de la Xunta señaló en las puertas de Génova: «Yo no voy a hacer ninguna valoración sobre la presentación a un congreso que no está convocado. Sería muy sorprendente que un señor se presentase a algo que no ha sido convocado.
Vengo de un congreso democrático y quiero estar en un congreso democrático. Y el que tiene que decidir si se presenta o no soy yo. Mientras no se convoque el congreso no tengo nada que decirles. Dejemos que las cosas fluyan».
Preguntado por el presidente saliente, respondió: «Pablo Casado es un señor de la política que ha tomado una decisión. Los acontecimientos de los últimos meses y las últimas semanas le ha llevado a no presentarse». El subtexto es que el líder de la Xunta pide tiempo para sondear con precisión sus apoyos y ver que los procedimientos estatutarios se cumplan.
Tras seis días de extrema tensión y de una implosión televisada del PP por un feroz enfrentamiento entre Casado y su número dos, Teodoro García Egea, contra la presidenta de Madrid, la situación comienza a encauzarse y la crispación a bajar. La dramática y cinematográfica dimisión del líder en el hemiciclo y ante todos los diputados y del propio Consejo de Ministros trajo oxígeno luego de jornadas de mucha agitación tanto entre las bases (las redes sociales y la calle el domingo eran un hervidero) y de los barones y dirigentes que veían como un fratricidio se servía en bandeja para sepultarse ante el sorpasso de Vox.
Finalmente un nuevo líder comienza a asomar y el 23 de febrero será recordado como el último día de la era Casado.