INFO

La llama feminista se reaviva en potentes movilizaciones por toda Euskal Herria

Baiona y Donostia han sido las primeras capitales vascas en que miles de personas se han echado a la calle este 8 de Marzo, tras el descenso movilizador que supuso el covid pero con más razones todavía por las enseñanzas de esta pandemia. Les han seguido Bilbo, Gasteiz, Iruñea y muchas otras.


Miles y miles de mujeres, y también muchos hombres, se han manifestado en la tarde de este 8 de Marzo por capitales y cabeceras de euskalde vascas. La movilización se ha reactivado con fuerza tras una edición anterior muy marcada por la pandemia, tomando el testigo de una mañana en la que han sido sindicatos, estudiantes e instituciones quienes han salido a las calles.

La primera marcha de esta tarde se ha producido en Baiona, a las 18.00, y media hora más tarde se ha iniciado la de Donostia, partiendo del túnel del Antiguo entre gritos insistentes de «Gora borroka feminista!».

Manifestaciones unitarias, muy concurridas, y más cargadas de razones aún tras una pandemia que ha agravado problemas anteriores en ámbitos como los cuidados o la sanidad, cuya carga recae sobre todo en las mujeres. El mensaje central ha sido contundente: ‘Zapaltzen gaituen sistemari sua’.

 

 

A la reivindicación de la igualdad se le han sumado otras cuestiones como la demanda de respeto a los derechos humanos de las personas migrantes. Así, la movilización feminista de Bidasoaldea ha tenido como escenario el puente de Santiago que divide Hendaia e Irun y donde la persecución policial ha tenido como consecuencia siete personas fallecidas este último año en la muga y cercanías. La plaza anexa a la avenida que une ambas localidades ha sido rebautizada como Casilda Hernáez Vargas, en recuerdo a esta militante feminista y anarquista (reportaje de Maddi Txintxurreta en 7K). Otras 30 calles de Hendaia y Urruña han sido rotuladas con nombres de mujeres.

 

Laudio, Tolosa, Zornotza... han sido otras localidades en que no han esperado a que cayera la noche para empezar a movilizarse. Y luego les han seguido Elgoibar, Tutera, Leioa...

Donostia, Casa de las Mujeres

La marcha de Donostia ha partido a las 18:30 desde el túnel del Antiguo, tan puntual que la pancarta de cabeza se ha encontrado en el paseo de la Concha con otra manifestación, la de quienes se acercaban todavía desde el centro. Todas juntas, han sido varios miles de personas las que han recorrido el centro para llegar al Boulevard una hora más tarde, animadas con los sones de la batukada y coreando sin cesar, entre otros lemas, ‘Gora borroka feminista!’ y ‘Zuek matxistak zarete terroristak!’.

El recorrido junto a la bahía se ha hecho por la estrecha calzada que dejan las obras que se están llevando a cabo para renovar canalizaciones. La cola ha llegado a la calle San Martín 25 minutos después que la pancarta de la Asamblea Feminista de Donostia, en la que se recogía el lema general de esta jornada en Euskal Herria: «Zapaltzen gaituen sistemari sua!».

Cuatro jóvenes oradoras han dado lectura al comunicado final, centrado en el tema de los cuidados, con especial mención para la situación vivida en las residencias de Gipuzkoa a causa de la pandemia del covid.

La solidaridad con la lucha que vienen realizando las trabajadoras del sector desde hace años se ha sumado a la exigencia de que las administraciones dejen de considerar que los cuidados son «un negocio», abandonen las políticas neoliberales y recuperen la gestión pública de un servicio esencial, «porque todas las personas tienen derecho a ser cuidadas».

Los «recortes en los departamentos sociales» también han sido criticados al abordar «la situación precaria» que atraviesa la Casa de las Mujeres de Donostia «desde hace once años». Han recordado que el Ayuntamiento prometió un nuevo espacio, de 2.000 metros cuadrados, pero el proyecto quedó en el aire.

Ahora hay una nueva propuesta del equipo de Gobierno municipal, pero alejada de los deseos expresados por el colectivo feminista donostiarra, muy bien representado con las 1.600 socias actuales. «Quieren sacar la Casa de la Mujer del centro y enviarla a la periferia», han criticado, al tiempo que han lanzado un mensaje claro a los responsables municipales: «No permitiremos más excusas ni retrasos».

No solo se ha reflexionado sobre esta ‘casa grande’, sino también sobre la agobiante «especulación inmobiliaria» que padecen quienes viven en Donostia, a lo que se añade «la ocupación del espacio público por terrazas de gran superficie», todo enlazado con el fomento del turismo de masas.

De aquellas sirgueras, estas cuidadoras

En Bilbo, la manifestación ha arrancada pasadas las 19.30 desde la Plaza del Sagrado Corazón, donde ya se aglutinaban cientos de personas. A lo largo de la marcha, que ha transcurrido por la Gran Vía de la capital vizcaina hasta el Ayuntamiento, se han ido sumando las columnas provenientes de los barrios, concretamente desde Santutxu, Uribarri, Alde Zaharra, Errekalde, Deustu e Indautxu.

A la altura del edificio de la Diputación de Bizkaia, la marcha ha hecho una parada para denunciar la situación «de precariedad» y «condiciones inhumanas» que viven muchas mujeres. Después de un pequeño discurso, las manifestantes han guardado un minuto de silencio seguido de una sonora pitada dedicada al órgano foral para pedir un sistema de cuidados públicos, «residencias universales y públicas» y «libertad para las personas mayores».

En declaraciones a los medios de comunicación, las portavoces de Bilbo Feminista Saretzen Itziar Azpeitia y Itziar Lasuen han reivindicado antes de la manifestación que «las mujeres seguimos haciendo principalmente el trabajo de cuidados, una labor invisibilizada». Por ello, han exigido al Gobierno de Lakua, a la Diputación y a todos los ayuntamientos «la responsabilidad de asumir un sistema de cuidados público, sin precariedad ni subcontrataciones».

Las portavoces han recordado el papel de las sirgueras que arrastraban los barcos en los puertos, ya que «eran más baratas que los bueyes». «Aquellas sirgueras son las actuales cuidadoras», han reivindicado, haciendo especial mención «a las mujeres migrantes que están en régimen de internas, así como a las mujeres mayores cuidadoras». Dos horas antes se había realizado una performance en Abandoibarra con ese mismo leit-motiv.

Iruñea y Gasteiz

Miles de personas han salido también a la calle en Iruñea pasadas las 20.15, desde el parque de Antoniutti con una cabecera en la que se leía 'Gora Borroka Feminista' y con carteles con lemas como 'La culpa no fue mía'.

En declaraciones a la salida, la representante del movimiento feminista Amaia Zubieta ha señalado que el objetivo de la movilización es mostrar un «rechazo frontal a este sistema. Por eso decimos darle fuego, porque queremos cambiarlo de raíz, no solamente un maquillaje de cuatro cambios», ha indicado, tras subrayar que el actual sistema «no solamente es patriarcal, sino también racista, colonialista...».

Ha añadido que ya desde 2018 se venía alertando de una gran «crisis de cuidados», que con la pandemia se ha puesto «totalmente de manifiesto». Según Zubieta, «ha habido un reconocimiento de que las mujeres se han ocupado hasta ahora de los cuidados pero no ha habido un cambio sustancial«, por lo que reivindican un «sistema integral y público de cuidados».

Por su parte, también en representación del colectivo, Amaia Santesteban ha trasladado que «el feminismo es la lucha, es el camino y tenemos muchas razones para salir a la calle en el día de hoy». «Este año no es como los últimos años, que veníamos de unas huelgas multitudinarias, sino que ha sido más concentrarnos en esta reivindicación de la tarde, en una manifestación masiva»,  ha añadido.

En cuanto a Gasteiz, la marcha ha partido de la plaza de San Antón para desembocar en la Plaza de la Virgen Blanca. A la pancarta de cabeza seguían otras reclamando organización feminista o reivindicando un «feminismo revolucionario» frente a la LGTBIfobia y el fascismo. También se han reclamado pensiones dignas para las mujeres.

En la marcha ha habido todo tipo de colectivos, incluido el que defiende la abolición de la prostitución o el formado por mujeres con diversidad funcional que reclaman una «vida independiente» y romper con el silencio y la invisibilidad que sufren.

Algunas de las manifestantes han portado bengalas y otras carteles en los que reclamaban la paz y recogían lemas como «No a la guerra»