Destrozan el nido de la ánade azulona que criaba cada año junto al Hotel María Cristina

Eguzki y Parkea Bizirik han denunciado el destrozo por parte de operarios de los servicios municipales de jardinería de Donostia de un nido y numerosos huevos de ánade azulón –una de las especies de pato más comunes– que cada año se incubaba en la isleta del estanque ubicado en la plaza Ramón Labaien, junto al Hotel María Cristina.

Según la nota remitida por ambos colectivos ecologistas, los trabajadores han quitado toda la vegetación y han arrojado todos los huevos entre las flores del jardín que rodea el estanque, mientras la hembra y dos machos contemplaban impotentes la escena.

Eguzki y Parkea Bizirik apuntan que este tipo de actuaciones son frecuentes en la isla Santa Clara, donde «llevan haciendo lo mismo durante años con los nidos de las aves marinas en la pradera superior».

Añaden que la vegetación se ha retirado para «preparar la tala del abedul que preside la isleta. Va a ser el cuarto abedul que plantan ahí en pocos años. La estrategia consiste en plantar un abedul sano y esbelto –que además servía de refugio para los gorriones– para poco después someterle a una mutilación (no poda) descomunal y así, generarle una muerte lenta y segura. Esta premeditada intervención genera un trabajo extra e innecesario, con el consiguiente incremento del gasto».

El año pasado, estos colectivos denunciaron la situación a la que se estaba sometiendo a los cisnes de la Plaza Gipuzkoa, a los que se había dado el ‘cambiazo’ y estaban incubando huevos falsos.

Respuesta de Parques y Jardines

Ante estas críticas, el Departamento municipal de Parques y Jardines ha emitido una nota explicando que «tiene a buen recaudo los siete huevos de pato que fueron retirados ayer» y trasladados a un caserío para que nazcan allí las crías, que más tarde serán llevadas al parque de Cristina Enea.  

«Al proceder a retirar la vegetación del centro del estanque observaron que había huevos, que depositaron en los jardines del entorno. Al rato, la pata reaccionó removiendo los huevos y rechazándolos, por lo que se optó por trasladarlos a un caserío, donde están siendo incubados por una gallina», explica la nota.

Respecto a la situación del abedul, ha subrayado que «fue plantado durante el proceso de ampliación del parking de Okendo» y «estaba desde hace tiempo completamente seco». Será sustituido por un cornejo.

Los servicios municipales han señalado que la jardinera en la que estaba el abedul «no presentaba las mejores condiciones para un crecimiento óptimo del árbol. Ahora, se va a mejorar la base, remover y airear el sustrato y a sustituir la vegetación que había (loniceras, un arbusto bajo fitotóxico que no beneficia precisamente el crecimiento del árbol) por un entorno de gramíneas y otras plantas vivaces que favorezcan el hábitat de los patos, asumiendo que ese estanque sea definitivo para su estancia».