La Sorbona acoge una retrospectiva académica sobre el proceso de paz vasco
La Universidad parisina de la Sorbona acoge esta tarde una conferencia destinada a analizar, desde una perspectiva académica, los avances y retos del proceso de paz en Euskal Herria transcurrida una década desde la Conferencia de Aiete y el anuncio del final de las acciones armadas de ETA.
El anfiteatro B del Campus Censier de la Universidad de la Sorbona, en París, acoge, desde las 17.00, una conferencia que lleva por título ‘El proceso de paz en el País Vasco. Diez años después’.
Esa mesa redonda tiene como anfitriona a la profesora gernikarra Teresa Larruzea. Una propuesta que, según remarca a NAIZ, ha partido de la consideración de que «el décimo aniversario ofrece una buena oportunidad para, desde el prisma científico y académico, hacer esa retrospectiva para reflexionar sobre los retos, logros, problemas del proceso de paz y también identificar las tareas presentes y futuras».
Una reflexión que, destaca Ibarluzea, reposa fundamentalmente en la aportación de personas que «han tomado parte o tienen un conocimiento directo de ese proceso».
Así, comparten esa mesa de análisis el catedrático de Derecho de la Universidad de Pau y Países del Adour (UPPA) y experto en Justicia, Pierre Massias, la presidenta de la asociación Bake Bidea, Anaiz Funosas, y Thomas Lacoste, director de cine y autor, entre otros trabajos, del documental ‘País Vasco y Libertad. El largo camino hacia la paz’ (2020). Por su parte, la socióloga y directora de investigación de la Lisst (CNRS-Universidad de Toulouse), Caroline Guibet-Lafaye, ha intervenido finalmente por videoconferencia.
Un ejercicio de memoria y de construcción de historia
Al desarrollarse en un recinto académico, han sido profesores y alumnos los que han respondido mayoritariamente a la invitación de echar la vista atrás para extraer enseñanzas del proceso vivido en la última década en Euskal Herria.
«Sin duda este ejercicio de memoria, esta tarea de contar la historia, cobra una dimensión propia al celebrarse en París», reconoce la «lectora» de Etxepare Euskal Institutua y profesora de euskara y cultura vasca en la Universidad de la Sorbona.
Una opinión, la expresada por Teresa Larruzea, con la que coinciden los ponentes. Así, de manera previa al coloquio, Thomas Lacoste hacía alusión, en declaraciones a NAIZ, al contexto europeo, con un conflicto bélico abierto en Ucrania, y realzaba así el valor de abordar en París esa mirada atrás sobre el conflicto vasco.
«Me parece esencial de la investigación francesa se fije en el carácter unilateral y ejemplar de la transformación de este conflicto a fin de poder acompañar, en cierto modo, a la sociedad vasca en la resolución, tan necesaria y urgente, de las cuestiones pendientes», señala Lacoste.
El cineasta estima que sería de desear que iniciativas como la de Teresa Larruzea, vinculada al Departamento de Estudios Ibéricos y Latino-Americanos (EILA), puede servir de acicate para que, al calor del año electoral en el Hexágono, los actores políticos se sientan emplazados a trabajar para que «el Estado francés se implique plenamente en este nuevo ciclo».
Observador con su cámara de la Jornada de Desarme en Baiona (2017) y, en vísperas de la gira que emprenderá del 1 al 8 de abril para presentar su largometraje ‘L'hypothèse démocratique - Une histoire basque’ en una decena de localidades de Ipar Euskal Herria y Biarno, Lacoste valora muy positivamente la organización de un encuentro académico como el planteado hoy en La Sorbona, que entiende, salvando las distancias, como una continuación de otros intercambios sobre «la vía vasca a la paz» entre los que cita el coloquio celebrado el año pasado en la Asamblea Nacional francesa, bajo el título «Dialogar entre enemigos».
La presidenta de Bake Bidea, Anaiz Funosas, remarca, a su vez, la importancia de celebrar «ese ejercicio de transmisión y pedagogía» en una universidad que «simboliza un cierto pensamiento crítico y es referencia de movimientos transformadores».
Homenaje a los tres Michel, artesanos de la paz ya fallecidos
Y enmarca su aportación «en la tarea de dar a conocer la labor realizada desde la sociedad vasca para hacer posible el cambio de ciclo en Euskal Herria». Ha rendido, al arranque de su intervención un homenaje a «los tres Michel»: los «artesanos de la paz» ya fallecidos Mixel Bergouinan, Mixel Berhokoirigoin, y Michel Tubiana, este último expresidente de honor de la Liga francesa de Derechos Humanos (LDH).
Desde la experiencia del desarme «sin la connivencia de los estados» hasta el impulso del diálogo entre diferentes «pero contando siempre con el respaldo activo de una sociedad movilizada» Funosas ha glosado los avances, todavía por completar, en capítulos como el de la situación de los presos vascos.
Al igual que sus compañeros de mesa ha estimado que encuentros como el de esta tarde en París, máxime en un contexto como el actual, con una cita electoral próxima y la crisis abierta en Corsica, «son un ejercicio de pedagogía más necesario que nunca».
«El espacio académico favorece un diálogo más sereno, exento de prejuicios, que ayuda a trasladar en toda su dimensión el alcance y naturaleza de la dinámica que venimos desarrollando desde hace diez años en Euskal Herria», explicaba en conversación con NAIZ la presidenta de Bake Bidea.
Integrante de la interlocución vasca abierta con el Ministerio francés de Justicia, Anaiz Funosas remarca que «Euskal Herria, por encima de la actitud negadora de los estados, ha sido capaz de desarrollar un proceso que, con todos sus defectos, ha permitido llevar a cabo pasos que, sin existir una mesa de negociación, podían parecer impensables, ya que, de hecho, no se han dado en ningún otro lugar del mundo, como es el caso del desarme unilateral de ETA con la participación de la sociedad civil».
Ante el anfiteatro universitario, Funosas ha insistido en que el reto en el futuro inmediato es que «los dos estados cambien de actitud, para hacer posible una solución política y democrática».
A las puertas de una nueva acción de movilización, los días 1 y 2 de abril, dentro del ciclo impulsado por los artesanos de la paz cara a desbloquear el dossier de los presos con condenas largas, la presidenta de Bake Bidea no quiere pasar de largo sobre otras tareas, como la de la construcción de la memoria, para lo que estima necesario profundizar en «una reflexión inclusiva sobre el sufrimiento de todas las víctimas».
«Una vía original, incluso revolucionaria»
Jean-Pierre Massias, catedrático de Derecho en la UPPA y especialista en justicia transicional, remarcaba en conversación con NAIZ el valor de esa composición de la mesa en la Sorbona «con personas procedentes del ámbito univesitario que dialogan junto a personas que se puede decir que han adoptado una labor más activa y militante». Aunque de inmediato matizaba que «una de las características de la vía vasca a la paz, de su originalidad, de su dimensión incluso revolucionaria, es seguramente ese movimiento de líneas, porque hasta los que parecen meros observadores pueden muy bien, y me incluyo, dar un día el paso de acompañar activamente el proceso».
Repasando los puntos de la Declaración de Aiete, el profesor Massias cree que hay motivos para congratularse de «lo realizado, pese a los muchos obstáculos que han aparecido en el camino». Y apela a concentrar los esfuerzos en empujar la salida para los prisioneros, «auténtico nudo gordiano, porque es el que depende, como quien dice al cien por cien, de los estados».
El consenso entre diferentes y la movilización de la sociedad civil siguen siendo, a su entender, los anclajes más firmes del proceso vasco que, a su juicio, «merece captar la atención de la Academia francesa».
El coloquio de esta tarde en la Universidad parisina de la Sorbona es un incipiente paso, concluye Massias, cara a «depositar las enseñanzas de la vía vasca en las manos de quienes tienen las competencias para calibrar su valor y explorar su potencial».