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El colista se cruza en el objetivo de Osasuna de alcanzar la permanencia virtual en El Sadar

Aunque no matemática, Osasuna quiere sumar tres nuevos puntos ante el Levante –El Sadar, sábado, 18.30, Movistar LaLiga– para alcanzar la permanencia virtual, un objetivo que también persigue su rival, aunque mucho más acuciado por su condición de colista.

Tras cumplir un partido de sanción y renovar su contrato, Chimy Ávila regresará al costado diestro ofensivo. (OSASUNA)

No sería de manera matemática, pero tres nuevos puntos le permitirían a Osasuna alcanzar la cifra de 38, un número que, por estadística reciente, suele acarrear la permanencia. Ese mismo reto persigue un Levante que se encontrará en El Sadar con una de sus últimas oportunidades de agarrarse a la categoría.

Después de tener el día tonto de la temporada en el Camp Nou, la escuadra rojilla busca reconciliarse con su afición, encadenar su segunda victoria casera consecutiva –no lo logra desde mayo del año pasado– y firmar una salvación virtual con la que poder celebrar, de paso, las renovaciones de Arrasate y Chimy Ávila.

Tras las probaturas en el feudo azulgrana, que no dieron el resultado apetecido, lo más lógico es que el técnico osasunista, Jagoba Arrasate, opte por su núcleo de confianza, con el regreso prácticamente seguro del delantero rosarino al flanco ofensivo derecho y la opción de que entren futbolistas como Manu Sánchez, Darko o Budimir.

En las próximas semanas, por El Sadar desfilarán un buen número de equipos que se están jugando el ser o no ser en Primera, si bien Osasuna ha demostrado durante la etapa en la que el de Berritua está en el banquillo que suele sacar adelante sus compromisos ante rivales directos.

No ha ocurrido de manera tan convincente con el Levante, quien ha ganado en dos de los tres últimos desplazamientos que ha realizado a Iruñea, y en algunos de ellos de manera más que holgada. Sin ir más lejos, el último precedente entre rojillos y granotas finalizó con un 1-3.

Son conscientes de ello los anfitriones, que intentarán aprovecharse de la ansiedad de su rival, aunque deberán mejorar de manera notable en su eficacia de cara a la portería rival. Osasuna solo ha anotado un gol –el del Chimy al Villarreal– en sus cuatro últimos encuentros.

De la lista ofrecida por el míster vizcaino se caen Kike Barja, con molestias musculares, y Unai García, que cumple un partido de sanción, además del lesionado de larga duración Areso. Se mantiene en la convocatoria Iker Benito, quien protagonizó su primera titularidad con el primer equipo frente al Barcelona.

Tras el amago de reacción que le llevó a ganar en el Wanda, igualar en Balaídos y golear en propio campo al Elche, el Levante ha vuelto a las andadas –perdió en San Mamés y empató en su feudo contra el Espanyol–, aunque la calidad de su plantilla le puede permitir enjugar la diferencia de seis puntos que le separa de la permanencia, pese a que el tiempo se le echa encima.

Los de Alessio Lisci recuperan a Morales, pero pierden al lesionado De Frutos –una de sus piezas más en forma– y al sancionado Melero. Tampoco estarán en el feudo iruindarra a causa de sendas dolencias en sus rodillas Duarte y Clerc, este último en la órbita rojilla de cara al próximo curso.

Arrasate: «Ritmo e intensidad»

Arrasate ha pedido a los suyos «ritmo e intensidad», además de «mayor contundencia defensiva», para «recuperar las sensaciones mostradas ante el Villarreal», ya que «tenemos la sensación de que nos falta esa victoria. Estamos a tres puntos de conseguir esa permanencia de forma virtual y queremos que sea mañana en casa».

La idea es «atacarles, someterles y, sobre todo, terminar las acciones», con el objetivo de no dar opción al Levante de «correr a nuestra espalda». Ello debe traducirse en «ocupar bien el área rival para después ser más contundentes en defensa», ha reiterado.

Arrasate, que ha avanzado que no habrá muchos cambios en el once, ha advertido de que su equipo deberá sentir «necesidad» si quiere superar a un rival que «ha dado un paso hacia adelante y ahora defienden mejor», junto a que arriba cuenta con «argumentos para hacer daño en todos los partidos».

Además, la escuadra navarra debe levantarse del varapalo del Camp Nou, un marcador del que el técnico rojillo se ha autoinculpado. «Hubo muchas equivocaciones por mi parte. Cuando el equipo está tan lejos del rival es porque el entrenador no ha acertado. Ellos son mejores y, desde la táctica, pude reducir esa diferencia, pero fue al revés», ha admitido.